Micaela caminaba con la mirada perdida en los pasillos de la escuela y abrazando sus libros hasta que un grupo de chicas le puso un cabe con el pie para que tropezara.
— Jajajaja —Se reían con maldad— que idiota eres, chicas como tú no deberían asistir a esta escuela elegante
Micaela no respondía nada solo se levantaba.
— Eres tan fea —Habló una venezolana— Deberías suicidarte ¿sabes? Nadie te va a extrañar, todos te odiamos
La peruana seguía en silencio, recogiendo sus cuadernos mientras se alejaba con la mirada baja, esforzándose por ignorar a sus agresoras. En esos momentos de soledad, se cuestionaba qué había hecho mal para que todos la trataran así.
Incluso en los baños no podía estar en paz porque la venezolana con su grupo de amigas agarraron y juntaron la basura de los tachos y se lo tiraban encima de Micaela cuando hacía sus necesidades.
Y como si fuera poco, Manuel la estaba esperando afuera para golpearle.
La peruana tenía miedo así que se fue para otra puerta, pero Manuel fue más listo y terminó encontrándola.
— Por qué me haces esto... —Le decía.
— Porque es divertido molestar a gente tan patética como tú, ¿que no entiendes que solo sirves para chupar penes y como saco de boxeo cuando un hombre se molesta?
Micaela empezó a llorar intimidada por él.
— Por favor déjame en paz...
Manuel se reía con maldad acorralandola contra una pared.
— Me gusta verte llorar, te ves tan hermosa así de doblegada, ¿que tal si hacemos un pequeño acuerdo?
Micaela no entendía de lo que Manuel estaba hablando pero sintió curiosidad, se fue limpiando sus lágrimas y le preguntó de qué se trataba.
— Si accedes a salir conmigo a escondidas, te dejaré de fastidiar por unos días, de lo contrario seguiré haciendo tu vida miserable a tal punto de que te den ganas de matarte a ti misma, ¿eso quieres?
— No...
— Buena chica, ¿entonces aceptas salir conmigo?
— Sí Manuel, saldré contigo —El corazón de la peruana latía con angustia ante las amenazas del chico.
Cuando Manuel la dejó en paz, acordaron para salir el día viernes, mientras tanto cuando Micaela llegaba a su casa tenía que lidiar con otra cosa además del bullying en la escuela. Era su padre alcohólico.
Por lo general no le importaba como estaba ella solo le interesaba las botellas de whiskey y la calefacción que estas causaban en su garganta.
— Hola pa...ya llegué
Y como era de esperarse, no recibía respuesta y tampoco había almuerzo, solo platos sucios en el lavadero. Micaela solo se hacía valer por si misma ya que su padre no la cuidaba ni la ayudaba en nada.
Por otro lado, Manuel tenía que lidiar con su madre trastornada. Tenía grados de violencia mayor y había sido diagnosticada con trastorno explosivo intermitente.
La mínima cosa que hacía mal Manuel era sometido a duros castigos. Cuando era niño una vez derramó un vaso de leche por la mesa y su mamá lo violentaba quemando su brazo con cigarrillos encendidos.
Conforme fue creciendo Manuel tenía cargado un odio por su madre el cuál lo expresaba haciendo daño a los demás.
En este caso a Micaela. Pero no era porque quería herirla, en realidad Manuel se sentía muy atraído por ella por dentro.
Y estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de que Micaela fuera suya para siempre.
ESTÁS LEYENDO
Bullying
FanfictionMicaela era de esas muchachas con falta de amor propio, Manuel un chico que le gusta fastidiarla a grados donde la violenta. Advertencias: 🌹 Chile x Nyo Perú 🌹 Temas sensibles como bullying, violación y suicidio Si eres sensible a este último pu...