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Y así como se acordó, Manuel dejó de fastidiar a Micaela por unos días. Por el momento ella estaba tranquila, María no la molestaba porque no veía alguna sospecha de que la peruana se acercara al chileno.

— Parece que esa zorra al fin entendió —Decía mientras le daba una mordida a su pan.

— ¿Dejaremos de torturarla? —Agregó la colombiana. Ellas estaban afuera del colegio quedándose unas horas más.

— Por supuesto que no, no me voy a detener hasta que esa maldita peruana se cambie de colegio o mejor aún... que se suicide

Catalina se asombró por el tremendo odio que tenía la venezolana hacia Micaela.

— ¿Y como piensas hacer que se mate?

— Con el tiempo lo pensaré...por ahora solo quiero conquistar a mi chilenito, ¡ya está a punto de caer a mis pies! —Decía emocionada.

Por otro lado, Manuel invitó a la peruana a su casa. Felizmente la loca de su madre no estaba y como siempre dejaba las botellas de alcohol vacías en la sala.

— ¿Tu mami también bebe?

— Sí, se pone muy violenta cuando se emborracha, de niño me acuerdo que me quemaba los brazos con cigarrillos prendidos, pero fue porque sin querer rompí un vaso

— ¿Llamaste a la policía? —Añadió Micaela.

— ¿Para qué? No tengo a dónde ir...ella es la única que me da techo y comida, pero sé que en el fondo de su amargo corazón me quiere aunque sea un 0.1% —Manuel sonreía tratando de ser positivo.

Micaela lo miraba enternecida si bien ella también tenía un padre alcohólico, y pese a que no le golpeaba la violentaba solo con ignorarla puesto que una vez cuando Micaela tenía 5 años, un hombre mayor la acosó sexualmente tocando sus partes íntimas en la calle, y el padre pues ni siquiera le importó, de hecho solo siguió caminando hasta le dijo a su hija que se apresurara.

— Vamos arriba para ya sabes qué... —Manuel le susurró a su oído.

— Pero nunca lo he hecho antes —Dijo ella con timidez y para Manuel era un honor en ser su primera vez.

— No te haré daño, lo prometo —Manuel la tomaba de sus manos y las besaba.

Y Micaela terminó aceptando. Cuando estuvieron en la habitación Manuel desesperadamente le quitaba su vestido mientras la besaba con lujuria en los labios.

Se deshizo de su sujetador y no dudó en apretar sus grandes pechos y chupar sus pezones. Micaela estaba sonrojada de la vergüenza puesto que era la primera vez que un chico la veía desnuda y la tocaba de esa forma. Desde su perspectiva sólo podía ver como el chico se deleitaba con sus senos al tocarlos y lamerlos de una forma desesperada.

Poco a poco le empezaba a gustar puesto que Manuel estaba estimulando aquella zona erógena que le hacía mojarse. Cuando Manuel estaba a punto de entrar en ella, un tornado de recuerdos golpeaba la cabeza de la peruana pues al principio lo recordaba como el chico que la humillaba públicamente, la violentaba y abusaba. Y ahora está en su misma cama teniendo intimidad con él.

Micaela sentía su vagina ser estirada por el miembro del chico quien a pesar de que ella gimiera siguió entrando hasta introducirlo todo. La chica hizo un chillido por el dolor en sus labios vaginales el cual Manuel interrumpió con un beso para tranquilizarla.

Manuel se sentía en el paraíso por sentir como la vagina estrecha de la chica apretaba su miembro. Y la habitación se fue llenando de gemidos y sonidos placenteros cuando el chileno la penetraba profundamente. Micaela lloraba pero era porque estaba llegando a un clímax, nunca había sentido esta sensación orgásmica anteriormente.

Lo único que sentía al principio era depresión y unas inmensas ganas de terminar con su vida cada vez que sufría bullying, incluso se cortaba sus piernas y muñecas pero ahora esta nueva sensación adictiva que Manuel le provocaba se sentía como en el cielo.

— ¡Maaas por favor, Manuu, quiero maaas! —Decía ella con sus ojos brillosos por las lágrimas y Manuel la sujetaba de su cuello mientras la penetraba con intensidad incluso llegando a tocar su cavidad uterina.

Micaela sonreía acariciando la mano del chico que estaba en su cuello y ahorcándola eróticamente. La peruana no sabía que estaba sintiendo un orgasmo que la hacía venirse con cada embestida que recibía, incluso sentía un cálido líquido en su vagina el cual la enloquecía placenteramente.

Manuel se había venido dentro de ella. Y mientras la besaba Micaela correspondía de igual forma moviendo su lengua con la de él e incluso se quedaron mirándose sonrojados por el orgasmo al que habían llegado juntos. En especial la peruana quien no dejó de aferrarse a él y seguir besándolo.

— ¿Te gustó? —Decía el chileno jadeando.

— ¡Me encantó! —Contestó— Lo vamos a seguir haciendo siempre ¿no?

— Claro que sí, todas las veces que tú quieras —Manuel acariciaba el cuerpo de la chica— Eso sí, no te olvides de tomar las patillas mágicas, si quieres vamos ahora a la farmacia a conseguirlas

Y Micaela embobada asentía múltiples veces y lo volvió a besar.

— ¿Manu?

— Dime

— Te amo...

Manuel sonreía de lado.

— Vamos ahora a la farmacia, vístete —Fue lo último que él dijo.

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Holaaaa😭😭😭 disculpen la demora estuve en un mar de crisis existenciales y de autor sin saber como continuar pero luego de unos mesesitos revivi esta historiaa!! Que tal como estan??? Que tal el invierno?

Soy team frio asi que yo feliz la verdad XD

Espero les guste el capítulo 🥺💗✨ estaba pensando en otro chipe ambientado en la dictadura de Chile no sé si les gustaría leerlo👀 hehe ahí nos vemos sexys lectores! (Bueno los que queden así sea uno yo feliz :'v)

Bullying Donde viven las historias. Descúbrelo ahora