♡ : CAPÍTULO V

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Esa noche, Hyunjin se masturbó otra vez pensando en su mejor amigo, sintiendo mucha culpa, pero no volvió a llorar. No sabía qué era peor, masturbarse o hacerlo mientras pensaba en Jeongin. Todo se había vuelto demasiado confuso para él, pero no podía evitarlo, ¿eso lo hacía lo gay? Ojalá que no, porque no era gay, no podía ser gay

Pero, ¿realmente eso era tan malo?

No dudes ahora, se dijo a sí mismo. Se despojó de su ropa y se metió a bañar, otra vez con la esperanza de borrar lo que había hecho, como si eso fuera a funcionar, pero solo quería mantener latente esa posibilidad.

Regresó a su cama de nuevo ya con su ropa de dormir puesta, pensando en cómo haría para ver a Chaeryeong a la cara después de su confesión, estaba seguro de que muchos iban a hacer preguntas y sería muy vergonzoso que todos supieran que fue porque la engañó. Despejó su mente lo más que pudo y se permitió dormir las horas de sueño que le quedaban antes de que la alarma sonara.

A la mañana siguiente, se levantó con cansancio, deseando poder dormir un poco más para no hacerle frente a la realidad que inevitable lo golpeaba. Se miró en el espejo del baño, analizándose con detenimiento, él no era un mal chico, siempre fue obediente, con buenas calificaciones y respetuoso, es cierto que a veces ocultaba cosas y que lo que hacía con su cuerpo no era algo bien visto por su religión, es más, lo repudiaban, pero seguía siendo él mismo, justo como Jeongin le había dicho, porque después de besarlo, no había cambiado en su forma de ser, seguía siendo Hwang Hyunjin.

Quería cambiar, quería hacer por una vez lo que él quisiera, la sensación de actuar como un adolescente de su edad era llamativa. No era revelarse del todo, pero estaba seguro de que no quería pasar el resto de su vida manteniendo una imagen, fingiendo ser feliz con eso.

Luego de arreglarse, bajó al comedor como siempre, encontrándose a su familia en sus mismos roles, no le gustaba que su madre fuera la única que hiciera todo en la casa, ¿era eso ser mal hijo? Y si era así, que lo perdone Dios entonces, porque ayudar a su madre no le parecía malo en lo absoluto.

Se acercó a la cocina y se dispuso a servir los platos de comida, ignorando la mirada sorpresiva de su madre.

—Hyunjin, ven a sentarte, tu madre se encargará de eso—habló el señor Hwang, pero el castaño hizo caso omiso, siguiendo en lo suyo—Hyunjin, acabo de decirte algo.

—Hijo, hazle caso a tu padre—dijo su madre con voz suave.

—No veo por qué mamá tenga que encargarse siempre de todo—respondió sin mirarlos, terminando de llenar los platos de comida—Todos podemos ayudar.

—¿Acabas de responderme?

Hyunjin se encogió de hombros, ignorándolo. Agarró los platos y empezó a posicionarlos sobre la mesa, dejando que su madre tomara asiento en su silla.

El señor Hwang no apartó la vista de su hijo menor, molesto por haber pasado de él.

El desayuno fue en completo silencio, y al terminar, recogió los platos de la mesa y los puso en la cocina. Su madre seguía sin decir nada al respecto, atónita.

Hyunjin estaba decidido a cambiar, empezando por cosas pequeñas que no le parecían justas, veía como su madre siempre se encargaba de todo, desde la comida, la limpieza, las compras hasta de lavar la ropa de todos, y no precisamente en lavadora.

—Vamos, iré a dejarlos—habló el señor Hwang con su expresión seria.

Taehyung tomó sus cosas al igual que Hyunjin luego de cepillarse los dientes, la señora Hwang no los iba a acompañar esa vez, así que se quedó ordenando todo.

Forbidden ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora