Forbidden ❁ HyunIn

♡ : SEGUNDO EXTRA

Chan y Félix

Las cosas se habían puesto raras últimamente, Chan estaba más distante e indiferente que de costumbre, y hace un mes que Félix lo había notado porque esa actitud era específicamente con él.

Todo estaba claro entre ambos, acordaron en ser solo amigos por el bien de los dos, de esa forma, no habría malos entendidos y cada quien podría hacer su vida como quisiera. Estaban en la universidad, conocían a muchas personas, y tal vez, empezar a abrirse sentimentalmente con alguien más, los ayudaría a superarse mutuamente.

Pero el problema era que Félix no quería hacer eso, él aún tenía la esperanza de recuperar lo que alguna vez tuvieron, porque no podía alejar del todo sus sentimientos por Chan; cada vez que lo veía, su corazón latía muy rápido, su entorno mejoraba, todo se sentía correcto a su lado, y a pesar de que no pasaban mucho tiempo juntos, trataba de encontrar cualquier oportunidad para conversar con él, para tener un tiempo a solas y crear algún tipo de conexión, pero cada intento parecía ser en vano, y eso lo desanimaba, planteándose cada vez más la idea de rendirse.

Esa tarde, Félix salió de clases y se dirigió hacia la cafetería más cercana de la universidad, compró algunos panecillos, un par de frappés, y regresó, yendo esta vez directamente hacia la entrada de la facultad de Chan.

Esperó al menos diez minutos, dándose cuenta de que ya eran las cuatro de la tarde, la hora de salida habitual del mayor. Inhaló profundamente y exhaló, hace días no lo veía ya que solían verse cuando había reuniones con sus amigos y salían todos juntos, o cuando ocasionalmente se encontraban en el campus, así que se encontraba un tanto emocionado por verlo de nuevo.

Cuando regresó de Canadá hace seis meses, su principal objetivo fue recuperar a su ex novio, pero con el pasar de los días, se dio cuenta de que tendría que esperar mucho más tiempo para que existiera algún avance entre ellos, y era totalmente comprensible, él se fue por dos años, no esperaba que lo estuvieran recibiendo con los brazos abiertos y absuelto de sus errores, claro que no, y por eso es que aún no se daba por vencido, tenía la pequeña esperanza de que en algún momento las cosas cambiarían, porque de igual manera, Chan no lo apartó en ningún momento, siempre aceptando pasar tiempo con él, aceptando sus detalles.

Se estaba ilusionando con algo muy fugas y pequeño, aunque una parte de él le seguía gritando que no fuera idiota, que obviamente, Chan aceptaba todo eso porque habían quedado como amigos, nada más allá que una amistad.

Félix apartó esos pensamientos y prestó atención a los alumnos que iban saliendo del edificio. Su sonrisa apareció cuando a lo lejos notó a Chan aproximándose, viéndose tan guapo como siempre, saludando a todos a su alrededor con una sonrisa amable en sus labios, pero en su rostro se formó una mueca cuando alguien tras él llamó su atención, haciéndolo girarse hacia el chico; frunció el ceño levemente, preguntándose porqué, ese chico le sonreía tan sugerentemente a su ex novio, tocando sus brazos descaradamente mientras le decía algo que no pudo escuchar, pero que los hizo reír a ambos. Su estómago se contrajo, sus manos hormiguearon, sintiendo los celos aparecer sin previo aviso.

Trató de no lucir celoso o herido, incluso cuando Chan acunó el rostro de ese chico y desordenó su cabello de manera juguetona, luciendo casi como una pareja, cualquiera que los viera podría llegar fácilmente a esa conclusión.

—Oh, Félix—Chan se detuvo frente al menor, sacándolo de ese corto y extraño trance en el que se encontraba, todavía procesando lo que acababa de ver—¿Qué haces aquí? Pensé que estabas con los chicos, yo iré en un rato.

—Hola—sonrió de la manera más creíble posible, fijándose en el chico a su lado de manera disimulada—Yo... Creí que tendrías hambre al salir de clases y te traje esto—extendió la bolsa de papel con los panecillos, ahora mucho más nervioso y tímido bajo la mirada de los dos. Chan tomó la bolsa sin apartar la vista de él.