♡ : CAPÍTULO VI

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Su madre seguía viéndolo, esperando una respuesta que aún no salía de sus labios, estaba bloqueado, el pánico apoderándose de él. La mujer no iba a irse hasta conseguir una respuesta que la convenciera, una respuesta válida, pero era obvio que no la tenía. Parecía ser algo realmente sencillo, escaparse de la escuela quizás no era la gran cosa, pero la señora Hwang odiaba las mentiras y la desobediencia.

—Sigo esperando—se cruzó de brazos, enarcando su perfecta y delineada ceja—¿Por qué no entraste a la escuela?

Hyunjin sintió su labio inferior temblar. Ya deja de temer, se dijo a sí mismo, tratando de tener el valor suficiente para enfrentarla. Era demasiado estúpido tenerle tanto miedo a su propia madre, ¿por qué tenía que ser así con él? Frente a los demás, le daba cariño y le hablaba bien, como si realmente fuera común entre ellos ser así, pero en casa, siempre tenía esa seria expresión en su cara, como si estuviera decepcionada de él todo el tiempo a pesar de hacer todo lo que le pedía.

Carraspeó un poco y se tranquilizó, no le quedaba de otra que hablar, y seguir en silencio solo era alargar esa situación, de cualquier manera, sería castigado.

—Fui al centro comercial—respondió en voz baja, agachando la mirada.

—¿Con quién? Porque no fue con ninguno de tus amigos de la escuela.

—Fui solo...— agachó la mirada, sabía que, si veía a su madre, descubriría que estaba mintiendo.

—Ajá. No te creo, Hyunjin, mejor dime la verdad, sabes que odio las mentiras—insistió.

—Esa es la verdad.

—¡Deja de mentir! —se acercó y lo tomó bruscamente del brazo con el fin de que la mirara—¡Yo no te crie así! ¡No crie a un mentiroso!

Hyunjin empezó a llorar, tan asustado y triste, pero definitivamente no le diría que había salido con Jeongin, prefería ser castigado antes de que lo alejaran completamente de él, era la única persona que lo hacía sentir bien y no iba a permitir que también le quitaran eso.

—¡No es mentira, ya te lo dije! —alzó la voz, molesto, apartando el brazo de su agarre de manera brusca, pero al instante se arrepintió, ver la expresión sombría de su madre fue aún peor—Yo... Mamá, lo siento, no quise-

Una bofetada, una fuerte bofetada es su mejilla, eso recibió por haber respondido en voz alta. Guardó silencio, negándose a seguir hablando. Su mejilla ardía y sus manos seguían temblando, ¿algún día podrá enfrentar a sus padres con seguridad? Ya no lo sabía, solo quería llorar.

—No vuelvas a alzarme la voz de esa manera—lo señaló.

Hyunjin asintió, murmurando unas disculpas poco audibles, como un tembloroso balbuceo. Se asustó nuevamente cuando sintió la mano de su madre agarrando con fuerza su brazo, poniendo sus ojos en el tatuaje falso que Jeongin le había puesto. Volvió a entrar en pánico, eso significaba que de nuevo iba a regañarlo y él solo quería lejos a su madre en ese momento.

—¿Y esto?

—E-Es falso, se p-puede quitar.

La señora Hwang lo miró mal y lo arrastró hasta el baño de la habitación, puso el brazo de su hijo en el lavabo y dejó el agua correr sobre su piel.

—¿Estás queriéndome decir algo con esto? ¿Vas a tatuarte de verdad?

—N-No—respondió con la voz quebrada.

La mujer negó con la cabeza y con fuerza empezó a tallar sobre el bonito dibujo, incluso usando sus uñas para borrarlo. Hyunjin se quejaba debido al dolor, pero no podía soltarse; su piel enrojeció, aún había pequeños rastros, pero su madre no lo dejó en paz hasta que ya no vio nada más que la marca de sus uñas muy bien marcadas.

Forbidden ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora