Eres mi pareja destinada (Omegaverse Dan x Jaekyung)

37 -INICIO DE LA TERCERA PARTE-

El llegar hasta los ocho meses se paso realmente rápido, estábamos cerca de ver a nuestro bebe, de ser padres, de saber que iba a pasar con nuestro futuro. El quedarnos juntos o separarnos aun era incierto, mi marca nos unía, pero aun no estaba completamente seguro si realmente el tener al bebe nos separaría como aquella vez. Rechazar a Jaekyung puede suceder en cualquier momento.

-¿A qué hora tenemos que estar en el hospital?- pregunto él alfa mientras veía su agenda.

-A las 3 pm - respondí mientras terminaba de acomodar los libros de paternidad y de cuidados que había estado coleccionando en estos últimos meses -

-Maldita sea... - dio unos cuantos toques a la tableta y luego gruño - Volvieron a empatar mi horario con las putas citas. Y se supone que le pago a alguien para que haga todo este puto trabajo.

Ya me había acostumbrado a ver este tipo de rabietas, después de todo llevábamos 3 meses estando casi 24/7 juntos.

Jaekyung había planeado el tomarnos una licencia por maternidad a partir de los 6 meses, pero algunas cosas se complicaron, el no tener relaciones hizo que sus feromonas se descontrolaran y que muchos alfas y omegas con los que se relacionaba tuvieran que desistir de trabajar con él, por lo que el doctor recomendó que adelantáramos el tiempo de licencia para que Jaekyung descansara y se acostumbrara. Al principio no le gusto a Jaekyung, pero Namwook insistió en ello, por lo que tuvo que aceptar. Por suerte todos los combates y entrenamientos para estos ya habían pasado.

Al estar conviviendo y estar expuesto a mis feromonas hizo que Jaekyung se calmara y lograra controlar de nuevo sus feromonas y sus instintos de alfa por lo que pudo regresar a su trabajo en la agencia sin ningún problema. Al ser un trabajo como modelo son más exigentes con las licencias y no le permitieron tomarla junto con la de la MMA, por lo que tendrá que tomarla una vez que nazca el bebe. Aun recuerdo cuando estábamos en la oficina de su representante como modelo y le negó la licencia, de no haber sido por Namwook, ese hombre hubiera sentido los golpes de Jaekyung.

-Deberé llamar para que cambien mi horario - tomo molesto su celular-

-No es necesario, - debía lograr su ira bajará o comenzaría a gritar apenas le contestara alguien del otro lado de la línea- puedo ir solo. Te enviaré mensaje de todo lo que me digan.

-Ah?, - volteó a verme con una de sus cejas arriba y una expresión de duda y molestia - ¿que mierda de padre sería si no te acompaño a tus ultimas citas? Iré contigo y no está a discusión.

No me dejo decir nada más cuando ya le habían respondido del otro lado y como me lo temía no dudo en gritarles. Podía comprender un poco su enojo pero a veces me parecía que su actitud era exagerada.

Luego de una discusión que estoy casi seguro que termino sin que el otro lado pudiera opinar u oponerse a la decisión de Jaekyung, todo regreso a la calma, solo quedó un Jaekyung sentado en el sillón viendo algunos artículos en su tableta y yo tomando uno de los libros para después sentarme al lado de él a leerlo.

La hora de la cita se acercaba y como era costumbre llegamos 15 min antes al hospital, por lo que nos tocaría esperar en la sala de espera. La sala estaba llena de ruidos de niños, bebés y omegas femeninas y masculinas en mi mismo estado, después de todo estábamos en el área de obstetricia y pediatría.

Después de ver a mi alrededor y voltear a ver mi enorme vientre vi el rostro de Jaekyung, estaba molesto, no le gustaba la sala para nada y más por los ruidos de los niños descontrolados y de los bebés que no eran tranquilizados por sus madres. Por suerte no podía detectar el aroma de todos los omegas o sino escaparía vomitando.

No podía evitar ponerme nervioso y preocuparme de su reacción ante los niños, que me aseguraba que él no se hartaría de su hijo, después de todo habíamos leído suficientes libros donde decían que los primeros meses eran los más duros por el llanto y cuidados nocturnos. Ante mi preocupación abrace mi vientre, amaba a nuestro hijo y no podía evitar sentirme emocionado pero me preocupaba que lo rechazaran.