Después de la derrota de Muzan, sacrificando la paz que tanto ansiaba el heredero del Hokuto Shin Ken, una puerta de la cual lo trajo al mundo de Nezuko Kamado, ahora lo llevará a un mundo totalmente desconocido.
Espero y que está historia les agrad...
En la propiedad de Fran, ella se preocupaba un poco de el, sabía ella que no era débil, aún así decidió buscarlo.
-Okita, dile al mayordomo, que iré a buscar a Ken, aún no ha saldado su deuda conmigo, y con la familia Madaraki ¡No se juega! (Vociferaba la pelirubia con un tono sereno, pero en su mirada desprendía seriedad), y otra cosa más, si viene Ken por si acaso, ¡No te atrevas a mostrarle esa horrible película de mi! Sino ya verás (Habló otra vez Fran, está vez frunciendo el ceño de enojo y asco a la vez).
Días antes de que Ken se despachara a la horrible criatura con cabeza de doncella...
El guerrero se dispuso a regresar a la mansión Madaraki, pero aún así, no se sentía obligado a ir, recordaba esa tonta deuda que tenía con Fran, así que se dispuso a ir a la ciudad más cercana, corriendo a gran velocidad.
Veía que era de noche, sin nada que hacer realmente se fue a un parque, del cual estaba muy solitario, viendo unos asientos, tomando uno para después ponerse a reflexionar.
En el fondo extrañaba a los cazadores, a los amigos que una vez apoyó contra la amenaza de Muzan y sus belicosas lunas superiores, el extrañaba a la joven Lucy, sintiéndose un poco culpable por no haberse despedido de ella, pero igual sentía satisfaccion por haber dado esperanza a toda esa gente.
El guerrero sentado en aquel banco solo veía pasar a las personas de las cuales eran muy pocas, aún así debía descubrir en sus adentros de quién era el causante de aquellas puertas y amedrentarlo.
La conclusión que saco el heredero del Hokuto Shin Ken, fue, ¡Acabar la historia o vencer una amenaza que peligrara tal mundo y se acabaría!.
Eso hizo recordar el sacrificio que hizo para destruir a Muzan, la respuesta ya la tenía, aún así debía tolerar a la pelirubia de electrodos, aunque el chico gato no le caía tan mal, pues se veía honesto pero muy leal a Fran, y del mayordomo igual en conjunto a esos lacayos monstruosos.
El guerrero se dispuso a caminar durante la estela de la noche, sin rumbo, el ya estaba acostumbrado a ser un trotamundo solitario.
Regresando con Fran, en el presente..
Ella fue dejada en la ciudad más cercana a la propiedad Madaraki.
-¡Oye si! Tengo el celular, ¡Espero y Ken me responda! (Recordando Fran que le había dado un celular al guerrero).
Ella marco con cautela, pero vio un museo, del cual exponía cuadros de un artista novicio pero se le decía que tenía futuro, la pelirubia a su vez colgó la futura llamada.
Dentro del museo se veía a dos hombres discutir sobre problemas sobre las pinturas expuestas.
-¡Urasawa! Solo haces retratos, no digo que se vean tan mal, pero no hay sentimiento puro en ellos, me temo que debes dejar esto de las bellas artes, ¡Lo siento! (Decia con un tono penoso aquel hombre mayor al joven Urasawa).
Fran al entrar vislumbro una pintura de un ashura, en sus pensamientos esperaba encontrar al guerrero y reclamarle por todos los días ausentes.
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