Después de la derrota de Muzan, sacrificando la paz que tanto ansiaba el heredero del Hokuto Shin Ken, una puerta de la cual lo trajo al mundo de Nezuko Kamado, ahora lo llevará a un mundo totalmente desconocido.
Espero y que está historia les agrad...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¡Otra parte de el! ¿Cuántas llevamos recolectados? (Decia un investigador de la policía).
-Esto no se puede mostrar a los medios, sería muy perjudicial para nosotros (Vociferaba otro investigador, compañero del antes mencionado).
Una mujer de cabello corto, negro azabache pensaba sobre aquella vista tan lúgubre.
-¿Sera parte de una pandilla? Porque no le hallo cabida (Lo decía la policía con tono dudoso).
Hasta que el segundo investigador le vociferó a la compañera judicial.
-Joven Tsuyu, ¡Tengo una idea! Pero necesito que venga conmigo (Hablaba el investigador a su compañera de la jefatura de cabello negro corto, que usaba lentes).
En la carretera iban estos dos (Yendo en un automóvil de la jefatura de policía).
-¿A donde me llevas? (Vociferaba la investigadora Tsuyu).
El investigador, compañero de Tsuyu manejaba su automóvil directo hacia la mansion de la doctora Fran (Aunque la investigadora Tsuyu desconocía aquel nombré).
Antes de que aquellos investigadores arribasen hacia su destino.
-Acomoda con cuidado a mi asistente Ken, ¡Si que eres fuerte! (El guerrero acomodaba un cadáver de un asistente con una gran quijada, parecía una bestia que hombre).
-¡Bueno Ken!, ahora me toca a mí revivirlo, a fin de cuenta son mis asistentes y me ayudan en toda la casa, aún así te lo agradezco, ¡Ve a tomar un poco de aire! Te hablaré si te necesito (Del cual Kenshiro asintió con la cabeza).
Ken se retiraba del quirófano en donde estaba Fran, ella a su vez se preparaba para operar.
En el Ahora...
Llegan los investigadores de la jefatura de policía.
Ven una imponente mansión, tocan la puerta de uno de los investigadores, Tsuyu veía impresionada aquel lugar y lo pomposo del sitio.
El mayordomo usando su máscara vociferó (Pues si no, asustarian a los judiciales).
-Buenos días, ¿necesitan algo?.
El investigador habla con un tono penoso.
-Podriamos hablar con la señorita Fran.
El mayordomo habló con educación.
-Deme unos minutos.
El mayordomo va en caminata rápida hacia un quirófano, tocando un timbre, del cual se escucha una bocina audioparlante.
