Last Waltz [Newjeans]

IV

—Tolong Tolong—escuchó a Hanni cuando abrió los ojos, sus brazos le indicaban que eran las diez y media de la mañana—12:34 am—dijo con una voz monótona. Ya estaba vestida con el uniforme blanco del lugar y su pelo un poco mojado. Atrás suyo estaba Danielle secándose el cabello con una toalla.

—Hoy es el gran día—dijo Danielle con los ojos llenos de emoción—Así que a bañarte para que los fans te conozcan bien.

El gran día... No tenía mucho de gran ni de bueno, pero Minji de todas formas se levantó de la cama. Ese día cumplía una semana y dos días de haber llegado al lugar y era el día de las visitas. Con sus cosas entre sus brazos, caminó a las duchas del lugar y se comenzó a bañar sin apuro. Al salir se encontró con Hanni, dándole mal la hora, como siempre. Minji solo sonrió levemente y le agarró la mano para llevarla a la sala de espera. En ese lugar estaban todos los que en ese día tenía permitidos tener visitas. Se separaba por secciones por toda la semana, el hospital era, tristemente, grande.

Se sentó al lado de Hyein y esta comenzó a explicarle que era el único día que la reina de corazones la veía sin ganas de matarla. Que solo esos días podía negociar su libertad para volver a su realidad. La hablaba con tanta seguridad que le asustaba ¿Cómo iba a reaccionar si realmente veía a una mujer como la de la película de Alicia país de la maravilla? Si lo hacía, pensaba que hasta ella dudaría de su propia realidad.

La primera en llegar fue una chica que al parecer Danielle fue corriendo a abrazarla. Parecía tener edades parecidas y a los pocos segundos desapareció de la vista de todos para irse a hablar en el parque del lugar. Sin siquiera irse, Danielle ya le estaba mostrando los videos de su cámara de video.

Minji miró a Haerin. Pensaba que solo podían recibir a familiares como visitas y esa chica era claramente solo una amiga de su antigua vida. Haerin escribió en su cuaderno que su familia estaba en Australia, que desde que ella entró al lugar, tan solo los había visto dos veces y Danielle parecía ni siquiera reconocerlos. Para ella tan solo era unos fans y es por eso que su familia decidió no visitarla, aunque sí solían enviarle muchos regalos, como la gran cantidad de peluches que tenía bajo su cama. 

La segunda en irse fue Hyein y Minji se quedó sin palabras. Era su madre, eso no cavia duda. Sin embargo, su labial rojo, su forma de peinarse y su ropa formal con su expresión seria hacía que comprendiera el porqué decía que era la reina de corazones y que la quería matar. Ella por un segundo pensó que si lo haría, su cara era muy seria como para ser un ser humano yendo a ver a su hija y su frialdad al hablar también era de terror. Sintió un escalofrío en la espalda ¿Qué habrá hecho esa mujer para que Hyein terminara en este lugar? Tener la paranoia de que la podía matar era algo bastante grave. 

"Está acá porque su madre le exigía mucho" le escribió Haerin.

—Tolong Tolong.

—Kim Minji—miró a su madre y esta miró a las dos niñas que estaban sentadas a su lado. Eso la calmó bastante, su hija había hecho amigas—Hola, soy su madre.

—Tolong Tolong—dijo Hanni, confundiendo a la madre, que luego miró a Haerin que le mostró su cuaderno con un "Hola ◕⩊◕ッ" y después miró a su hija.

—Las que hablan son peores—dijo al levantarse del sillón.

—Lo bueno es que estás haciendo amigas—ambas caminaron hacia afuera—¿Pero es necesario que ella nos siga?—Minji miró hacia atrás y se encontró con Hanni dando la hora con sus brazos. Cuando la miró, esta cerró los ojos y dejó de caminar—¿Qué le pasa?

—Es un reloj—susurró al dejar de verla—es un buen reloj—agregó mientras se sentaban en una banca.

—Tolong Tolong.