Tenías que ser tú... •Bkdk•

16. Apodo

Y si lo preguntan, si, Tyler le hacía mal, era una de las preocupaciones de Izuku desde entonces. Porqué, más adentro de su corazón todavía no logró perdonarle.
Y por alguna razón, se sentía aliviado con lo que le dijo su tío. Eso sí, no quería que lo odiase.
Pero estar lejos de él y comenzar de nuevo era lo mejor, y podría estar tranquilamente sin tener esos pensamientos de ser abusado en cualquier momento de él. Ese era su miedo, no importaba si se disculpó, aún sabía que eso era posible si tomaba alcohol o otras cosas. Por eso mismo no le gustaba tener contacto con él.

Izuku se vestía para comenzar su día en el instituto, para finalizar se puso la corbata negra que cubría su cuello.
Alzo sus hombros para colocarse la mochila y salió de su casa para tomar el colectivo hacía la escuela. No sabía que cara poner o que hacer luego de tantos días sin ir, no sabía como ver a Katsuki a la cara luego de dormir con su campera puesta como si fuese suya.
Pero agradecía que el remedio le haya hecho efecto para entonces, quedarse tanto tiempo en casa realmente era un infierno.

— ¡Izuku! — Oh, lo estaban llamando mientras él dibujaba tranquilamente sin escuchar a su amiga gritándole al lado de su oreja. Se había concentrado demasiado que no le prestaba atención a su alrededor, no sabía en que momento al levantar su rostro, estaban los amigos de Katsuki mirándolo y también estaba él con el ceño fruncido. Pestañeó a una mayor velocidad para entender la situación. — Por fin reaccionas. ¿Qué pasa contigo? Estábamos hablando, y pensamos que ya ahora que estás mejor, podríamos salir a ver alguna película al cine y luego ir por ahí. ¿Que dices?

Su rostro estaba enrojecido, no era su culpa que se distraiga con cualquier cosa que se le ponga en el camino.
La idea de Ochako san le pareció buena, pero, nunca había salido con personas a lugares así y no sabía cómo reaccionar. Se sentía ansioso.

— No cuenten conmigo — Agregó el cenizo totalmente negándose a la idea, no era de salir y no estaba de acuerdo con eso. Sus amigos voltearon a verlo con el rostro decepcionados, siempre era lo mismo para ellos, nunca tenían una salida normal por su culpa. No entendían porqué era así. — ¿Qué? Ya lo saben, no sé porqué me miran así.

Katsuki enarcó una ceja. Pero Izuku sintió un vacío al escuchar eso, porqué él si quería que fuera y que la pase bien.

— Vamos amigo, la pasaremos genial — Le replicó el pelirrojo al rubio ceniza, esté sólo rodó los ojos desinteresado. — Por favor, por favor Bakubro.

— Blasty, no te arrepentirás de ir, en serio. ¡Nos divertiremos!

El pecoso miraba, y estaba pensando en sí hablar o quedarse callado. La mayoría de veces deseaba simplemente opinar lo que pensaba, pero, aún le costaba eso.

Al carajo con todo.

Tragó pesado y apretó sus puños.

— Mina san tiene razón, quizás al menos deberías intentarlo Katsuki san — Murmuró, con la cabeza baja, las miradas lo ponían nervioso pero debía ser consciente de que eran sus nuevos amigos. O eso esperaba creer. ¿Lo eran? ¿Verdad?

Y ese fue el punto en dónde Katsuki perdió los estribos, se puso furioso. Por el comentario del pecoso. Por lo confiado que puede llegar a ser. ¡Por lo... avergonzado que es! Y, ¡por lo inútil que es aveces! O simplemente porqué... ¿Le agrada? Eso era, no lo soportaba, no lo amaba, no lo extrañaba.
Pero algo en él le decía lo contrario, cómo negándose a la idea de odiarlo sin haber hecho nada malo, ni siquiera tenía razones para hacerlo.

Lo pensó.

La voz del pecoso resonaba en su cabeza, estaba perdiendo la cabeza en ese maldito instante. Su mirada fija en él, le preocupó un poco a Kirishima, así qué, puso su mano en el hombro para calmarlo.