Katsuki y Izuku son amigos desde la infancia. Hasta qué un día todo cambia. Ya no vuelven a verse, y poco a poco el cenizo se va olvidando de los recuerdos que tenía con el peliverde, ¿Podrá recuperarlos al paso del tiempo? ¿Sé acordara de él?
Pero...
Katsuki se mordió el labio inferior nervioso, era la cuarta vez qué Izuku no atendía al teléfono.
-¿Todavía no contesta? -La ceniza dio un suspiró, viendo a su hijo dar vueltas y vueltas.
-No, él dijo qué iba a llamarme en cuánto llegará. Pero ya casi pasarán 2 días. -Dijo sacándose la piel de su dedo.
-Ya contestarán, deben estar descansando. Tuvieron un largó viajé, mocoso.
-Tienes razón. -Apagó el teléfono y forzó una sonrisa. Devolviendo el aparato a su madre.
[...]
Katsuki aún seguía llamándolo pero, nadie contestaba. A éste paso de verdad se preocupó. Ya no tenía por dónde comunicarse. Él recordó haberle regalado un walkie talkie, para poder hablar cuando estén aburridos. Intento buscarlo por toda su habitación, qué por supuesto, lo encontró guardado en su armario entre toda su ropa desordenada.
"Aquí estás, idiota" sonrió agarrandólo entre sus manos. Prendió el botón de encender y rápidamente una luz verde se encendió, emocionando al cenizo dando saltitos.
-Faltaría que Deku prenda el suyo. -Pensó sentándose en el piso, esperando una señal.
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Entonces así fue, todos los días cuando llegaba de la escuela prendía el juguete y hablaba por allí. Aún sabiendo qué él no contestaría. Los días pasaban y pasaban, Katsuki todavía tenía esperanzas.
"1, 2, 3. Cambió, Deku ¿Estás ahí?" -Era lo único qué decía cada vez que lo intentaba comunicar a través del juguete.
Pero un día se cansó, Aún que realmente le doliera el hecho de qué "haya cambiado de teléfono y no avisará". Eso pensaba él, creía que se había olvidado de él sin razón. -¿Porqué te olvidaste de mí tan fácilmente, Deku? -Se preguntó conteniendo sus lágrimas y apretando sus puños fuertemente.
-Ven a comer ¡mocoso! -Gritó la ceniza desde la cocina, Katsuki golpeó con fuerza la puerta de su habitación. Dejando sus nudillos completamente lastimados. Salió de allí y caminó hacía el baño para limpiarse las manos, bajó y se sentó en la mesa sin emitir ningún sonido. Mitsuki se volteó curiosa, se acercó hacía él sin quitarle la vista de encima.
-¿Es sobre Izuku, verdad? -El cenizo movió su cabeza hacia abajo y arriba repetitivamente. La mayor lo miró tristemente y colocó sus manos sobre sus hombros. -Escucha, sé que soy la menos apropiada para hablar. Pero, seguramente querían empezar una nueva vida, conocer nuevas personas e olvidar el pasado. -Los ojos de Bakugou empezaban a empaparse rápidamente. Creía qué iba a estallar a llantos en menos de un minuto.
-P...pero, él prometió hablarme todos los días, yo confíe en él y...¡Pasaron dos malditos años! -Dijo golpeando la mesa acompañado de llantos. Está se asustó y retrocedió para atrás.
