𝘓𝘢 𝘭𝘶𝘯𝘢 𝘧𝘢𝘭𝘴𝘢

Parte #4

-Luna... ¡realmente eres tú!

Diría James emocionado.

La luna solo se le quedaba mirándo con aquella sonrisa mientras se adentraba en el bosque.

-No, luna, vuelve porfavor... te amo...

De un momento a otro, todo oscureció. James despertó y vió que estába tirado en medio del bosque, no sabía donde estába, estába perdido y confundido, sin entender nada de lo que estába pasando.

Levantó la mirada asustado, viendo como la luna falsa esperaba a que se levantara.

-¡Luna! Oh mi bella luna...

El hombre lobo se inclinaba ante aquel ser mientras que este solo lo miraba.

-¿Así que... me amas no?

Dijo la luna con un tono de voz grave.

-¿Eh?

James lo miró.

-Sí... sí te amo...

-¿Por qué?

-Pues... eres una luna muy hermosa, te he admirado desde cachorro y tu brillo es algo hermoso, tan delicado. Todos hablan mal de ti y yo quiero demostrar que no eres así, sé que eres un ser poderoso y bueno en el fondo. Quiero que seas mi luna.

La luna no pudo evitar tener un suave sonrojo en las mejillas por aquellas palabras y suelta una pequeña risita burlona.

-Interesante ¿por qué no lo demuestras?

-¿Qué?

-Demuestra que me amas.

-¿Cómo?

-¿Eres un hombre lobo, no? Conviertete en uno, veamos si es cierto que quieres que sea tu luna.

James quedó callado durante unos segundos y suspiró.

-Muy bien...

El hombre lobo intentaba con todas sus fuerzas transformarse en lobo, pero le fue inútil. Sintió la mirada de decepción de la luna falsa.

-Luna, lo siento mucho, esto puede tardar unos minutos. Sé que es difícil para ambos pero...

La luna interrumpió al hombre lobo.

-Bestia, parece que no entiendes lo que soy en realidad.

El ser agarró a James y lo levantó apegandolo a él.

-No me digas así, soy James...

-Perdí la cuenta de las oportunidades que te dí, eres una decepción, no entiendes nada. Maldita bestia, mereces morir.

-Está bien. Si debo morir para complacerte, lo haré.

-Eres valiente y a la vez patético...

James permaneció en silencio.

-Se nota que me amas, intentaste demostrarlo aun que no te resultó, dejas que te mate como si nada, eres un ser tan jodidamente despreciable.

Sonríe levemente.

-Y eso es lo que buscaba.

-¿Qué?