Mordidas amargas

El dolor de una perdida parte 3

-Señorita, despierte por favor, no ha comido aun y se puede enfermar-dijo con una voz suave

Que estaba pasando hace unos minutos estaba en mi casa con mi pareja, en qué momento llegue a este lugar que estaba pasando, porque de estar en el pasado despertaba en una habitación con un chico hablándome. No entendía nada, pero sus suplicas de que me despertara no funcionaron haciendo que volviera a caer en mis pensamientos.

Estaba en mi departamento, acababa de llegar de trabajar, venia cansada, mi espada estaba en mi cuarto y mis dagas en mi bolsa. En cuanto entre empecé a escuchar sonidos sospechosos así que me puse en alerta y saque mis dagas, empecé a caminar hacia la sala y a revisar cada lugar del departamento, cuando llegue casi a la habitación me ataco algo por la espalda, luche por unos momentos para ver que era, pero cuando me lo pude quitar de encima era mi novio.

Me sorprendí con lo que había visto, mis piernas empezaron a temblar y mi voz se cortaba no lo podía creer como paso esto en qué momento.

-Veo que estas sorprendida AMOR- dijo riéndose

-En.... que... momento... -dije con la voz temblorosa

-Siempre fui un vampiro amor, aunque creo que no lo notaste por estar segada de amor-

Empecé a sentir un enojo muy fuerte, como pude haber caído en un truco así, pero lo que él no sabía es que yo seguía entrenando, aunque estuviera retirada, así que me armé de valor y empecé a pelear contra el con todas mis fuerzas y esperanzas, para no alargar mi pasado diré que al final termine con mi novio más bien mi exnovio y decidí volver a ser cazadora, para que por fin terminara con todos los vampiros para siempre.