Mordidas amargas

El comienzo parte 2

     Pero si me lo preguntan a mí, yo nunca quise eso de hecho yo de pequeña no veía a los vampiros como monstruos yo los veía como personas normales, pero que solo eran diferentes a nosotros y que no debían ser casados, pero eso cambio años después (pero eso se sabrá más adelante, espérate tantito), cuando deje de ser niña tuve mi primera misión a la edad de 15 años, la misión era que teníamos que ir a vigilar al bosque, ya que habían desaparecido varias personas de sus casas, desde niños hasta adultos, pero los favoritos de los vampiros y vampiresas(las vampiresas son las mujeres en vez de decirles vampiros se les dice vampiresas)eran las jóvenes, ya que era sangre fresca, era el bocadillo perfecto, ya que no era ni muy joven ni muy vieja, era el estado perfecto para ellos. Yo ese día no quería ir, pero como era costumbre fui obligada a ir con el equipo de cazadores de jóvenes, éramos unos 7 y el líder que era un cazador ya bien experimentado, éramos 3 mujeres y 4 hombres todos de las edades de 15 y 16 años, la primera misión salió bien, logramos casar a varios vampiros y rescatar a la comunidad que estaba en peligro, durante pasaban los meses mi equipo se iba haciendo el mejor y el más reconocido, y yo era la mejor cazadora que el equipo de cazadores del todo el mundo conociera, me dieron reconocimientos y lo más valioso la herencia de las 2 dagas de mano de plata de la familia Castel, era un arma que avían pasado por generaciones de la familia, solo eran heredadas al mejor cazador de la familia.

Pero no sabía que tanto éxito podría atraer a la envidia, yo tenía una hermana menor por solo un año, fue entrenada junto conmigo, pero la única diferencia es que mientras yo brillaba ella pertenencia en la oscuridad provocando que cada vez más me odiara al grado de ya no verme como su hermana o amiga era su enemiga, cada día entrenaba más y más fuerte que el día anterior, pero nunca llego a mi nivel. Durante pasaban más y más los meses esa envidia se volviera cada vez más fuerte, pero todo se destrozó en la competencia anual de los juegos de supervivencia, consistía en pelear entre nosotros para poder ver quien era el más fuerte y tener mejor determinación, después de haber acabado con unos cuantos cazadores solo quedábamos yo y mi hermana, las 2 con una espada de plata y un traje pegado negro, pero la una diferencia es que yo tenía las dagas de plata en las botas y unas bombas de humo en los bolsillos del pantalón, contaron hasta 3 y empezamos a pelear, podía ver su odio en sus ojos claros, fue una pelea muy val ansiada las 2 éramos muy fuertes, pero la única diferencia era que yo tenía equilibro y delicadeza en mis ataques, mientras ella era ruda y atrevida, al final la derribe con una patada y acompañada de un pequeño corte en el brazo por las dagas de plata que avía sacado después de a ver aventado una bola de humo hacia mi oponente. Le di la mano después de a verla aventado y derribado por completo, pero en vez de tomarla se paró y se fue enojada, mientras yo festejaba mi logro con mis amigos, mi hermana así lo impensable algo que nunca en la historia de los cazadores avía pasado. Ella avía echo un trato con un vampiro. Primero desapareció durante unos días, pero eso ya era normal ya que se iba a entrenar al bosque, empezaron a pasar las semanas y no volvía a casa, por eso mi abuelo decidió mandar a mi equipo a buscarla y rescatarla por si estaba en peligro, era muy peligroso ya que ella era joven había cumplido los 15 hace poco, así que era sangre fresca, pero yo confiaba que iba a estar bien ya que ella era muy fuerte y tenía una buena forma de combate y manejo de espada. Cuando empezamos a escuchar la voz de personas pidiendo ayuda no quedo de otra que ir a ayudar, pero no me esperaba lo que me iba a encontrar, estaba mi hermana tomando la sangre de alguien más, ella se había convertido en el enemigo por coraje, odio, envidia y venganza, quería ser la más fuerte de todos, que nadie le dijera que no, pero no salió así, cuando trate que entrara en razón ella me ataco, haciendo que mi cuerpo racionara, matándola al instante, no fue difícil ya que como era novata no estaba del todo lista, callo al piso encima de unas hojas de árboles.