Después de un tiempo de que la sirvienta me exigiera o insistiera en irnos, al final yo termine accediendo, pero cuando me iba a ir por donde nos habíamos llegado la sirvienta me dijo que saldríamos por otro lado que no fuera ese, yendo por una puerta oculta por el patio.
Llegamos al cuarto, después de caminar, más bien correr por los pasillos.
- ¿Que paso? - pregunte agitada
-No paso nada señorita no se preocupe- comento la sirvienta agitando su vestido
- ¿Qué pasaran con las demás tareas? –
-No se preocupes continuaremos otro día, bueno me voy a retirar por el momento, en unos momentos vuelvo- dijo caminando hacia la puerta e inclinándose antes de salir de la habitación
Me quede sentada en la cama, mirando hacia la ventana mientras pensaba por que de la nada nos fuimos de la cocina y si capas había pasado algo malo.
Pasaron un par de horas, pero nadie había entrado al cuarto y ni se escuchaba nadie cerca de los pasillos, era como si de la nada todo el mundo hubiera desaparecido de aquella casa.
Mientras me aburria en el cuarto, me di cuenta de que había un vaso con leche en el tocador que se encontraba enfrente de mí.
Tenía mucha sed por lo cual me pare para ir por el vaso de leche. Llegue al tocador y observe el vaso y su contenido para asegurarme que no tuviera nada malo. Después de unos cuantos segundos de observar el vaso, lo tome, pero no me esperaba que estuviera tan caliente, haciendo que lo dejara caer al piso provocando un ruido que rompió el silencio que se encontraba en todo el lugar.
Me agache para recoger el vaso roto del piso. Mientras recogía los pequeños trozos de vidrio que había en el piso, sin querer me corte con uno de ellos, dejándome una pequeña cortada en el dedo.
Hice un gemido de dolor mientras miraba mi dedo fijamente. No duro mucho el silencio después de eso, empecé a escuchar unos pasos que se acercaban a la habitación.
Por unos segundos pensé que era la sirvienta que había venido después de haber escuchado el sonido del vaso roto, pero no era así, en vez de que entrara como era de costumbre empezaron a escucharse golpes en la puerta y como jaloneaban la manija de la puerta.
Me quede agachada en el piso asustada, no sabia que estaba pasando o quien estaba afuera de la habitación por lo cual me pare y me acerque lo mas que pude a la venta por si en algún momento tenia que brincar por ella
- ¡SE QUE HAY ALGUIEN AQUI!, pude oler tu sangre desde mi habitación y te puedo decir que huele exquisita- dijo un hombre atrás de la puerta mientras forcejeaba la puerta
Maldición, comente en mi cabeza, podría ser uno de los hombres que vi en la mañana, no sabia que hacer el cualquier momento él podría entrar y matarme.
-Ven- comento alguien desde la ventana
Me voltee rápidamente para ver a Edward en la ventana.
-Ven te dije acaso no escuchas- dije estirando la mano
- ¿Tú que haces aquí? – dije con un tono confundido
-Eso no importa solo ven o ¿Acaso quieres que te maten-
Dude sobre ir con el o quedarme en la habitación, una parte de mi me decía que me fuera con Edward, pero la otra me decía que me quedara, haciéndome dudar más sobre lo podría pasar si no me iba de aquella habitación preguntándome a mí misma, - ¿puedo confiar en él? – pensaba mientras volteaba a ver a la puerta y a la ventana sin poder escoger una decisión.
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Mordidas amargas
RomanceEsta historia se trata de una cazadora de vampiros la cual es secuestrada y obligada a ser sirvienta de sangre de un vampiro muy poderoso durante su estancia en la mansión Cullen.