Mordidas amargas

Por que yo parte3

     Estaba en problemas ya que tenía por un lado a los cuervos y por el otro al vampiro, pero de la nada todo dio un giro inesperado. Los cuervos me dejaron en paz y se fueron, eso fue muy raro a de admitir, aunque eso solo significaba una cosa, el vampiro ya estaba lo demasiado cerca como para que los cuervos lo notaran.

Me puse en pose de combate y empecé a bajar mis manos hacia mis bolsillos que tenía en el pantalón, pero para mi sorpresa mis dagas no se encontraban en los bolsillos y tampoco mis aguas venditas, espada, bolas de humo y la estaca de madera, me habían quitado todo. Mientras seguía analizando lo que iba hacer, algo me interrumpió.

-Veo que estas buscando esto... oh ¿me equivoco? -comento con seguridad

Empecé a correr con todas mis fuerzas, como si no hubiera un mañana, tenía que escapar lo más rápido posible de él, pero como estaba tan concentrada en escapar no me di cuenta de que iba directo hacia un barranco en el cual unos minutos después caí.

De milagro no me paso nada ya que Edward me había abrazado poniendo su espalda para que el recibiera el impacto, haciéndole el daño suficiente para que yo pudiera escapar, pero no me atreví él había puesto su vida en peligro para salvarme y yo no quería deberle nada a nadie así que.

-Toma de mi sangre- comente segura

- ¿Qué? – pregunto confundido

-Que tomes de mi sangre, no te quiero deber ningún favor y menos a ti, así que toma de mi sangre-

Me descubrí un poco el hombro, lo suficiente para que pudiera morderme y tomar de mi sangre, pero en vez de eso se rio y me tomo de un brazo cayendo en él, en vez de tomar mi sangre me abrazo de espaldas, mientras se escuchaba el aire pasar por el bosque y se sentía el frio hasta el alma. Nos quedamos durante un rato en el mismo árbol sentados, hasta que el agarrara la fuerza suficiente para pararse y volver a la casa.