Capítulo 28: Luz de luna

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Enfermería

Nos vamos a dónde Tamayo atendía a los heridos junto con Yushiro.

—Recreare—dijo el mago haciendo el conjuro en Kanao.

Vemos como las quemaduras de Kanao se van reduciendo poco a poco.

—Tiene muchas quemaduras, tardaré más de lo que pensé—dijo el mago.

—Esta bien, cuando termines ayúdame con ellas—dijo la médico atendiendo a Shinobu y Kanae.

Yushiro asiente.

—No se preocupen majestades pronto se pondrán bien—dijo la médico con una sonrisa.

—Por...favor...primero ayude... a mi hermanita—dijo la reina de dijes rosas con trabajo para hablar.

—Yo...no importo...atienda a Kanao—dijo la reina ojimorada con trabajo para hablar.

—Tranquilas majestades, Yushiro ya la está atendiendo, pronto ella estará bien y estarán juntas de nuevo—dijo la médico con una gran sonrisa.

Vemos a Tanjiro corriendo.

—¡Kanao!—grito el rey pelirrojo queriendo ir con su reina pero es detenido por los enfermeros.

—Por favor mi lord, deje trabajar a la señorita Tamayo y al mago—dijo uno de los médicos.

Por otro lado Tuyo y Sanemi también son detenidos.

—No diga tonterías y déjeme pasar—dijo el rey peliblanco.

—Por favor calmese mi lord, deje trabajar a la médico—dijo el enfermero.

—Mi esposa está ahí, déjeme pasar—dijo el rey ojiazul.

—Tenga paciencia mi lord, la médico necesita atenderla o no se curara—dijo el enfermero.

Después de un rato Yushiro logra curar las quemaduras de Kanao.

Kanao poco a poco va abriendo los ojos.

—Ya cure sus quemaduras mi lady—dijo el mago.

Kanao con la mirada voltea.

—Kanae, Shinobu—dijo la reina ojilila intentando levantarse pero no puede.

—No se esfuerce mi lady, cure sus quemaduras pero su cuerpo aún está cansado—dijo el mago.

—Yushiro ayudame—dijo la médico.

Yushiro llama a una enfermera para que esté con Kanao.

Con su magia Yushiro trata las heridas de Kanae y Shinobu.

Después de un buen rato logra curarlas.

Van despertando poco a poco.

—Ya están a salvo—dijo el mago.

—¿Y Kanao?—pregunto la reina de dijes rosas.

—Ya está curada pero algo débil todavía—respondió el mago.

—Ya pueden dejar pasar a los reyes—dijo el mago.

Los enfermeros al fin dejan que los reyes vean a sus reinas.

—Kanao perdóname, debí estar a tu lado para protegerte—dijo el rey pelirrojo entre lágrimas.

Kanao toca la cabeza de Tanjiro.

—E...está bien, no te disculpes, también es mi deber combatir—dijo la reina ojilila.

Sombraria

—¡¿Cómo es posible?!, ¡Ni con el hechizo de Nakime pudieron hacer ganar!—grito. furioso el oscuro rey.

—Pero está vez les causamos mayores bajas—dijo el capitán de ese batallón recibiendo a cambio la copa de Muzan en su cara.

Mi Lady (Tanjikana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora