Mi Lady (Tanjikana)

Capítulo 6: Te veo

Un año después

Los días pasaron y nuestra feliz pareja no paraba de mandarse cartas, una más romántica que la anterior.

Fue un largo año para ambos, pero no se daban cuenta de que ese año estaba llegando a su fin.

Solaria

Vemos al principe pelirrojo terminando de entrenar.

—Vaya está vez estuviste cerca Inosuke—dijo el pelirrojo.

—Pero a la próxima ganaré—dijo el ojiverde.

Por otro lado

—Gano de nuevo—dijo un rubio.

—A veces me preguntó ¿Si soy yo la que ganó o eres tú el que se deja ganar?—dijo curiosa la ojirosa.

—Para nada mi lady, usted es muy fuerte—le contesto el rubio.

—Esta bien—le dijo la ojirosa.

—Aunque se te olvidó algo—

En eso Zenitsu recordó.

—Cierto, lo siento mucho Nezuko, no volverá a pasar—dijo preocupado el rubio.

—Tranquilo, se que costará, pero soy paciente, no te preocupes—le dijo sonriendo la ojirosa.

Volvemos con Tanjiro

Vemos a Tanjiro que estaba tomando un poco de agua cuando su fiel sirviente llego.

—Mi lord, disculpe que lo interrumpe, pero el mensajero del sacerdocio llegó—

—Que raro llegó muy temprano, todavía no empiezo mi carta—le contesto el principe pelirrojo.

—Me pidió que lo llamara, porque tiene algo que decirle—le dijo el sirviente.

—Esta bien, dile que un momento iré—

—Si mi lord—se fue.

Tanjiro va rápido a su cuarto y se cambió la ropa para después ir donde el mensajero.

Después de unos minutos Tanjiro se reúne con el mensajero.

—Buenos días mi lord, es un gusto verlo de nuevo—dijo el mensajero.

—Buenos días, no esperaba verte tan temprano—le contesto el principe pelirrojo.

—Bueno es porque el día de hoy le traigo una noticia mi lord—

—¿Y cuál es?—pregunto curioso el pelirrojo.

—Oficialmente su año de mensajes ha terminado—

—¿De verdad?—el príncipe no pudo contener su emoción.

—Así es mi lord, el sacerdocio ya me lo confirmo, podrá ver a su amada mañana mismo—

—¿Mañana?—con una cara desanimada, al parecer quería verla ya mismo.

El mensajero dió una leve risa.

—Mi lord, ya espero todo un año, esperar un día más no hará daño—le dijo en tono amable el mensajero.

—Si, tiene razón—

—Mañana temprano vendrá un compañero mío a recogerlo para que su reunión salga a la perfección—

—Entiendo, gracias por servicio—

—Ahora si me permite mi lord, me retiro, debo darle la noticia a mi lady—hace reverencia y se va.

Tanjiro fue a su cuarto con una gran sonrisa y saca su casa de tesoros, sacando el retrato que hizo de Kanao.