Capitulo IV

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"Angel de los perdedores"

Ya eran tipo 5 de la mañana, Ludovica despertó a Blas suavemente, el seguía acostado en sus piernas hasta ese momento, a pesar de estar entre dormido y mareado por el alcohol la acompaño hasta afuera, freno un taxi y se lo pagó.
- Chau, avísame cuando llegues - Le dijo mientras se despedía con un beso tierno en la mejilla
- Chau, Blas, cuídate. - Se despidió ella subiéndose al taxi
Al llegar a su departamento lo primero que hizo fue meterse en su cama, se sentía muy agotada, no tenía ni ganas de pensar, quería dormir hasta el próximo fin de semana si era posible. Cuando ya estaba casi dormida escucha su teléfono vibrar.
"ya te fuiste, ludo?", era matias, ella le responde q si.
+ "que lastima, quería estar un ratito más con vos, igual todo mal porq ni chau me dijiste"
- "jajaja no tenía ni idea donde andabas y tenia mucho sueño, no te enojes"
+ "buenobueno, te puedo llegar a perdonar si en estos días me invitas un fernet, como te enseñe yo"
- "me parece, trato."
+ " <3 "
Después puso su celular en "no molestar" y finalmente se durmió.

...

Se despertó tipo 11, se preparó un café pero no desayunó porque faltaba poco para la hora del almuerzo, encendió el televisor y como no había nada interesante en las noticias, puso el canal de chimentos.
"La sobrina del indio de novia con estrella de la sociedad de la nieve" QUE, lo que leyó casi la hace escupir el café, sabía que se rumoreaba, pero que salga en televisión le pareció un montón. Además de ese título el canal mostraba imágenes del día anterior, tanto de la entrevista (argumentando algo sobre una "química delatora" entre ambos) como de la fiesta, alguien los había fotografiado en la cocina, para ser justos la cara de Matias a escasos centímetros de la de Ludovica daba mucho para pensar, ella era consciente de eso; hasta ese momento había logrado mantener su vida privada en secreto, ningún escándalo, nada más allá de rumores o de hilos de twitter, por eso aparecer en televisión como la NOVIA de uno de los actores más populares del momento era muy ajeno a ella.
Saco el modo "no molestar" de su celular, su grupo de amigas la había bombardeado a mensajes muchos del estilo "bien guardado te lo tenías", "ludo juega de callada parece", y demás. También tenía mensajes de sus padres preguntando por la noticia. Y también había un mensaje de Matias:
+ "viste q ahora somos novios?"
- "me desperté y es lo primero q vi, casi me ahogo con el café"
+ "jajaja no mueras, sos mi novia ahora"
- "tenes razón mañana cumplimos dos días de novios y tres de conocernos, no puedo morir aún"
Aunque todo lo que decían era en joda a Matias no le había molestado en lo más mínimo la idea de que Ludovica fuera su novia, la idea de que Ludovica fuera suya.
+ "ludo que haces hoy?"
- "ahora tengo una sesión de fotos para un perfume pero después estoy desocupada"
+ "queres q te pase a buscar por ahí y vamos a algún lado?"
- "dale"
+ "avísame cuando estes por terminar, pásame la dirección y te espero afuera"
Y así lo hicieron, Ludovica posó durante dos horas y media y finalizada la sesión le escribió a Matias, el la fue a buscar en su auto, era un modelo viejito pero que tenia su encanto.
- Hola, linda - Saludó mientras le daba un beso en el cachete
- ¿Como estas? - Pregunto ella
- Bien, ¿vos? - Respondió mientras arrancaba el auto
- Me alegro, yo bien también, podrida de posar nomas. - Le sacó una sonrisa al morocho
- ¿Es rico el perfume por lo menos?
- No, tenia mucho olor a jazmín, me hizo doler la cabeza.
- Bueno, che - río - igual es verdad, ahora el auto también tiene olor a jazmín.
Hablaron durante un rato hasta que Ludo se dió cuenta de que no sabía a donde estaban yendo
- ¿A donde me llevas? - Preguntó
- Nada, tenia ganas de secuestarte pero te quejas mucho de todo así que ya me arrepentí - Bromeó
- Dale, tarado, quiero saber - Insistió la morocha
- Ya casi llegamos, aguanta.
Llegaron, el estacionó el auto.
Era un cine abandonado.
- Veni, seguime que por acá hay que pasar - Le indicó agarrándola de la mano.
Pasaron de costado por una una puerta que estaba entre abierta, no la podían abrir del todo porque de hacerlo la madera vieja se terminaría de romper, entraron, era enorme, primero había un recibimiento, una especie de "lobby" con tapiz rojo, y después estaban las salas.
- Esto es impresionante, Mati - Dijo ella en un susurro
- Esta es mi favorita, veni. - Le dijo Matias, entraron a la sala más a la derecha, luego de pasar todas las butacas, fueron detrás de la pantalla gigante, había una escalera altísima que daba directo al cielo por un estrecho agujero en el techo. - Ves por eso me gusta,
Matias subió primero y ella lo siguió, el la ayudo a que se siente en el techo, el ya lo había hecho muchas veces, ya había perdido el vértigo.
- Llegamos en la mejor hora - Dijo ella, el coincidió
Acababa de finalizar el atardecer, la estrella lucero posaba al lado de la luna y el cielo estaba pintado de ese azul claro característico de cuando acaba de partir el sol.
Sentados uno junto al otro en aquel techo, no podían evitar pensar que así debía ser la vida, que para tener momentos así es que vivimos. Apenas se conocían pero ahora compartían ese techo, la luna y el lucero.

La + linda del amor | Matias Recalt/Blas Polidori Donde viven las historias. Descúbrelo ahora