Final alternativo

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Esta parte es una segunda continuación del capitulo x:
- ¿Tio, me das un pucho? - Le pidió, medio tildada reflexionando
- Uno solo, Ludo. - Le respondió alcanzandole un cigarrillo.
Pasaron un ratito así en silencio.
Ludovica había tomado una decisión.
...
Blas era un chico muy dulce, lo que cualquier chica desearía, pero no Ludo. No era justo tener al chico más tierno del mundo para ella cuando estaba pensando en otro.
Matias.
Desde que llegó Matias a su vida cualquier otro chico que intentara conquistarla estaba destinado al fracaso, y eso incluía a Blas. Ludovica decidió después de comer apartarlo a hablar.
...
- ¿Blas, podemos hablar? - Lo tomó del brazo y lo llevo a donde nadie los pudiera escuchar.
- Si, gorda ¿Que paso? ¿Estas bien? - A Ludovica se le notaba en la cara que no se sentía bien.
- Blas, estuve pensando en algunas cosas hoy, y te tengo que pedir perdón, por haberte traído acá, por haber dejado que compres ese vino carísimo, y por haberte hecho quedarte en mi casa ayer y tener que cuidarme, y por todo lo que te hice... porque realmente me di cuenta de que me enganché con otra persona. Perdóname enserio. - Dijo, se sentía muy mal y estaba al borde del llanto, pero no iba soltar ni una lagrima porque la que estuvo mal fue ella y lo sabía, se iba a hacer cargo.
- ¿Que? - La miro fijo unos segundos intentando descifrarla, no comprendía. - Pensé que todo venía re bien, pero veo que no.
- No quise que las cosas se dieran así, no me di cuenta de lo que sentía hasta ahora sino te hubiera dicho o simplemente me hubiera alejado, pero aunque sé que estuve mal, te puedo jurar, Blas, nunca te hubiera herido a propósito. - Le dijo mirándolo a los ojos.
- Aunque no hayas querido, me duele igual. - Hizo una pausa, ninguno apartaba la vista de los ojos del otro - Pero aunque quisiera enojarme con vos, no puedo, Ludo.
Ella le dió la mano, y le sonrió suavemente.
- ¿El te quiere? - Preguntó Blas.
- Creo que si. - Respondió ella ¿Matias la quería?
- Conmigo no hubieras dudado. - Bromeó
- Ya sé que no Blasi, por eso no te merezco.
- ¿Es Matias? - Se animó a preguntar, algo en sus ojos delataba que esperaba que la respuesta fuera un no.
- Si...
- Es buen pibe, lo conozco y lo sé, espero que te haga feliz.
- Gracias Blasi. - Le dijo y se abrazaron. - ¿Queres ir a jugar al truco con el resto?
- No, gracias, Lu, mejor me voy yendo. Chau, cuídate. - Dijo y desapareció tras el portón, Ludo pudo escuchar el motor de su auto encenderse y partir.
...

"@ludovicasolari: matias"
"@ludovicasolari: estas en tu casa?"
Esas dos notificaciones aparecieron en la pantalla del celular de Matias, el sorprendido respondió rápidamente.
"@matiasrecalt: si mi amor, acá ando, paso algo?"
Ella al recibir la notificación se despidió rápido de su papá y su tío y salió a buscar un taxi.
De camino a la casa de Matias, se iba arrepintiendo ¿Y si había flashado una banda? ¿Y a el no le gustaba tanto? Disipó esos pensamientos rápidamente, el peor arrepentimiento es el de las cosas que no nos animamos a hacer.
Tocó el timbre de la casa de Matias.
- Hola, linda. - Dijo cuándo la vio en la puerta, su tono mostraba algo de sorpresa. - ¿Que pasó?
- No sé, Mati, no podía dejar de pensar en vos. Y pensé que capaz estando con vos se me iba a pasar. - Estaba nerviosa y hablaba atropellamente, raro en Ludovica. Empezó a balbucear - Viste que dicen que cuando tenes una canción pegada tenes que cantar el final para sacártela de la cabeza, que se yo, algo así pensé ¿Estuve mal? ¿Estabas ocupad-?
El la interrumpió de un beso y le acarició la mejilla.
- No, mi amor, no estuviste mal, y no estaba ocupado, para vos nunca estoy ocupado. Pasa. - La guio hasta el living. - Estaba jugando al fnaf, ¿sabes jugar?
La sentó en sus piernas y empezaron a jugar frente a la computadora, ella quedó más tranquila.
Jugaron un rato, mientras ella manejaba el mouse sentia la mirada de Matias sobre ella.
- ¿Que me miras tanto? - Le dijo sin despegar la vista de la pantalla.
- Que te pareces a Chica, el pato del jueguito. - Le dijo en joda.
- ¿Ah si? Vos sos igual a Foxy, pero más feito. - Respondió ahora si mirándolo
- ¿"Pero más feito"? Ya vas a ver vos, mugrienta. - Le empezó a hacer cosquillas.
- Salí, puto. - Intentaba sacarlo entre risas.
Se detuvieron y mirándose a los ojos, Matias dijo:
- Te quiero, pelotuda. - Le dio un fuerte beso en el cachete
- Yo también, idiota.
Escondió su cara en el pecho de Matias, mientras este seguía jugando la partida. Estaba tranquila, todo estaba en orden.

...
Se quedó durante el resto del día, Matias le dijo que se quede a cenar y luego también la invitó a dormir.
Prepararon unos ravioles congelados que tenia Matias en el freezer y cuando estuvieron llenos se acostaron a dormir.
Matías tuvo que prestarle su ropa porque ella no tenía pijama, le dió una remera negra que en el centro tenia impreso el disco artaud y un short de boca juniors, se ató el pelo en un rodete suelto que dejaba escarpar algunos rulos.
- Sos lindisima - Le dijo el cuando la vió entrar por la puerta después de cambiarse, ella sólo le dió un beso suave en los labios.
Acostados el le pregunto si la podía abrazar, ella aceptó y se posicionaron en cucharita.
- Desde el día de la entrevista sueño con tenerte así. - Le confesó el en el oído.
- ¿En serio? - Se sorprendió ella.
- Si, Lu, ya te conocía por las redes y eso, pero en el momento en que entraste apurada en el estudio, toda despeinada y nerviosa, sosteniéndote la pollera para que no se te vea nada mientras ibas acelerada, pensé "Quiero que sea mi señora".
- Y acá me tenes. - Respondió
- Si, soy el pibe más feliz del mundo. - Dijo y la abrazó con fuerza.
Finalmente se durmieron y esa fue la primera noche de muchas que pasarían junto al otro.

...

El tiempo pasó y Matias y Ludovica se convirtieron en algo aparte, nadie sabia entender lo de ellos, porque aunque se puteaban o se mandaban a la mierda a los dos segundos se arreglaban porque no sabían estar sin el otro. Sacaban a relucir lo mejor y lo peor de sí, pero así funcionaban y así se amaban, y se amaban mucho. Nunca tuvieron que aclarar que eran, nunca se llamaron novios, no les fue necesario, al igual que hablar de exclusividad, con el tiempo les fue imposible no darse cuenta de que se pertenecían mutuamente y que no querían estar con nadie más.
Fin



Este final va dedicado a para las hermanas matiistas , espero les haya gustado la historia. Prontamente voy a hacer una de Danilo de Apache por si quieren leerla. Gracias.

La + linda del amor | Matias Recalt/Blas Polidori Donde viven las historias. Descúbrelo ahora