Capítulo 12: Intoxicado

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Penthouse de Max Verstappen

Mónaco

Un grito resonó en las paredes beige del penthouse, las manos toscas de Verstappen acababan de arrancar la camisa y ahora estaba desnudo, Charles no podía respirar correctamente pues las feromonas dominantes se impregnaron hasta en el último rincón de su cuerpo, nublando sus pensamientos para convertirlo en un muñeco de trapo sin voluntad.

-Yo... no puedo, Max... para.- gimoteos se escuchaban de la garganta del monegasco, las pupilas amarillas no se inmutaron ante las súplicas.

-Charlie, Charlie...hueles muy bien.- la voz gutural le susurró en el lóbulo izquierdo, más feromonas los golpearon mientras que las suyas fluían sin control.

-No, así no... me asustas Verstappen.- unos dedos blancos se le encajaron en las costillas y lo cargaron como un costal hacia la enorme cama de una habitación al fondo, su cuerpo rebotó boca arriba entre las sábanas impregnadas del olor a vino.

-No puedo esperar a metértelo.- le levantó las piernas flácidas por la dosis de esencia dominante que estaba recibiendo.- Ya no lo soporto, eres tan bonito Charlie, de todos lados.-

-Necesitamos hablar... ¡SUÉLTAME! AGGGH.- Max le insertó el pene sin preparación, dolió como el infierno, y Leclerc gritó mientras lo sentía moverse arriba de él. -Hijo de puta, más despacio.-

-Tu olor me está volviendo loco Charlie.- Se introdujo dentro del monegasco.- Oh Dios, me gustas tanto.- movió las caderas con más rudeza.- Yo sé lo que te encanta mi Duivel.- el olor se intensificó logrando que el cuerpo del castaño se relajara en contra de sus deseos, la palma se aferró al pene que tenía frente a él.- Te encanta que te lo meta hasta al fondo, mientras te masturbo con mi mano.- bombeó con rudeza el miembro usando el líquido preseminal que comenzaba a salir, este se levantó en respuesta.

-Déjame, no me toques, así no Max, para.- un gemido no lo dejó terminar, causando indignación por el poco control que poseía de su cuerpo, una combinación de frutos rojos y vino le dejó mareado otra vez sus feromonas se convertían en una.

-También te gusta cuando lo saco todo y lo meto de golpe.- Max realizó la acción y el sonido lascivo se mezcló con los gemidos.- Mira cómo me estás tragando por completo, eres tan bonito Charlie, estamos hechos el uno para el otro.- Colocó las piernas sin fuerza en sus hombros y le levantó más el trasero al monegasco. – Sí, esta posición te hace gritar de placer, me aprietas tanto, te vendrás en cualquier momento.-

Obsesión | LestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora