En la base

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De pronto aparecisteis, como por arte de magia, en una habitación oscura y espaciosa. Al respirar, se hacía notar la humedad en el aire y lo poco ventilada que estaba. Era un sitio conocido tuyo; como no iba a serlo, habías vivido en ese edificio durante largos años. Aunque tus ojos todavía intentaban acostumbrarse al cambio de iluminación, sentiste la presencia de una persona más aparte de Yūzuki. Cuando finalmente te adaptaste, lo pudiste ver todo más nítido. Estabais en la habitación de Narishi, quien estaba pegado a su ordenador en una pequeña mesa gamer con tres pantallas. La habitación en sí era un desastre, todo desordenado, como era normal en él.

Narishi era un hacker y amante de la tecnología. Él era quien había conseguido burlar la seguridad de los dispositivos electrónicos para hacerlos reproducir el video de amenaza de manera remota. Era muy bueno en su papel, tanto que a veces hasta daba miedo. Era capaz de burlar incluso la seguridad de los sitios más seguros del mundo sin que nadie se diera cuenta. Pero aun con todo ese talento y ser capaz de hacer cundir el pánico por todo el mundo, decidía usar sus conocimientos para conseguir juegos sin tener que pagar.

Él también era el que os había teletransportado allí, gracias a su poder que le permitía teletransportar personas a través de una llamada entre dispositivos electrónicos.

-Hola (T/N), bienvenida de nuevo- dijo en tono seco y sin siquiera girarse a miraros- ahora que ya estáis aquí, iros, estoy haciendo cosas importantes- levantó el brazo de teclado y lo puso recto señalando la puerta

-¿Cosas importantes? ¡Pero si estás jugando a videojuegos!- dijo Yūzuki enfadada

-Eso no es de tu incumbencia, y aunque fuera así sigue siendo más importante

-La verdad, a pesar de todo este tiempo, sigo sin entender tus prioridades... Bueno, si tanto lo quieres, no queda otra, adiós- dijiste cediendo

Llevabas el suficiente tiempo trabajando con él como para saber que en casos como ese la mejor opción era hacerle caso e irse. Si eso no se hacía, podías acabar con un virus en el móvil que te robara y borrara toda la información y sin poderlo utilizar durante una semana. Cosa que, como la vida allí era muy aburrida, era una tortura.

Pero aunque a veces fuera así de antipático, en el fondo de su corazón era una buena persona. Aparte, se le daba muy bien enseñar, gracias a él habías aprendido en un mes a hackear hasta el nivel de poder burlar la seguridad de la policía. Y gracias a él tu nombre había desaparecido de los registros de criminales y a conseguir un nuevo historial para poder entrar en la escuela. Porque la verdad, el estar con ellos no era el único crimen que habías cometido.

Aparte de matar a tus padres, aunque fuera un accidente, estabas acusada de crímenes como: robo de información de varias instituciones importantes, amenazas a muerte, robos con violencia, terrorismo, suplantación de identidad, negocios ilegales, contrabando, falsificación y por último, de haber cometido varios asesinatos. Habías acabado con la vida de alrededor de una treintena de personas. A ti te parecía una lista bastante larga para ser de una joven de quince años. Pero así era, todas las cosas de las que se te acusaban eran ciertas.

Después de que Narishi os echara de la habitación, caminasteis tranquilamente por los pasillos hasta llegar a la sala principal. Allí, sentados en dos sillas, hablando, estaban Tamura y Ritsu. Al notar que habíais entrado, se giraron y os dieron una calurosa bienvenida. Hasta que Ritsu se dio cuenta de la herida que tenía Yūzuki en la cara.

-¿Qué te ha pasado en la cara?

-Nada para preocuparse- dijo tocándose cuidadosamente la herida con la mano

-Ven, vamos a detener el sangrado

Ritsu la llevó a una pequeña enfermería que había. Él era médico, y uno con licencia, muy poco común por ser de los bajos mundos. Era una persona amable en la cual siempre podías confiar. Pero a pesar de todo eso, igual que salvaba vidas, no le importaba lo más mínimo quitarlas, era un asesino despiadado.

Escuela de detectives (Dazai x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora