Escuela de detectives (Dazai x Reader)

La Port Mafia

-¿Dazai?- dijo extrañado. Rápidamente, te giraste a mirar a tu compañero, tenía una cara de asco que nunca le habías visto.

-¿Qué haces aquí Chūya?-le preguntó al pelirrojo

Tú estabas extrañada, «¿Qué ha pasado?, ¿Son amigos?», fue lo que pensaste al no entender lo que estaba pasando, pero en ese momento te acordaste, cuando Kyōka estaba con el registro de criminales, reconociste su cara en una de las imágenes, era Chūya Nakahara el manipulador de gravedad de la Port Mafia. Te había dicho esa persona que tuvieras mucho cuidado con él, era una de las personas más fuertes y temibles de Yokohama. Ahora tus preguntas habían cambiado «¿Por qué un criminal como Chūya, y Dazai se conocerían?» Pero la respuesta del pelirrojo interrumpió tus pensamientos.

-Me han encargado recuperar las gemas robadas y al ver al ladrón en este callejón me pareció buena idea atacarlo ahora.

-Pues mira por donde, nosotros también tenemos que recuperar las joyas.

-Entonces creo que ahora es buen momento para resolver nuestros asuntos pendientes.- dijo justo antes de ponerse en posición de combate.

-¿Dazai me podrías decir de qué conoces a este criminal?- dijiste cansada de que te excluyeran de la conversación

-¿Quién es esta chica?- preguntó Chūya

-Es mi compañera- dijo Dazai

-No creo que haga la diferencia- dijo el pelirrojo sin pensárselo dos veces justo antes de lanzarse a atacar- vosotros dos contra mí.

-Aaah, ¿Por quién me tomas? Que sepas que no me gustan nada los 'chulitos'- dijiste enfadada, esquivando junto a Dazai su ataque. Siempre la gente se cree mejor que tú y eso te saca de tus casillas. «Ahora se va a enterar» pensaste, las respuestas podían esperar, pero darle una paliza al pelirrojo no.

Diste un paso más y tomaste un poco más de distancia, ahora conociendo personalmente su poder y su agilidad en combate, sabías que sería un suicidio una pelea cuerpo a cuerpo. Vuestras únicas posibilidades de ganar se encontraban en una pelea a larga distancia. Pero sin dejar tiempo para pensar, repentinamente Chūya retrocedió para tomar impulso y rápidamente continuar con su ofensiva, esta vez enfocada en Dazai. Así que mientras el pelirrojo estaba concentrado en su ataque, tú velozmente te preparaste para atacar, pusiste tu mano en la postura adecuada y activaste tu poder. Justamente cuando Dazai, con gran agilidad y como si supiera exactamente lo que iba a hacer el pelirrojo, esquivó su patada y tú le disparaste. Tu ataque le dio de lleno al pelirrojo en su brazo dominante, el cual ahora tenía una ensangrentada herida de bala. Él, sorprendido, se giró a mirarte, estaba extrañado, tenía activada su habilidad, entonces, ¿cómo es posible que el ataque le diera?, era lo que estaba pensando, pero Chūya no podía permitirse el lujo de distraerse en medio de la pelea y otorgarle la victoria a su odiado compañero. Como no necesitaba su brazo para atacar, tampoco era una gran diferencia. Así que tan rápido como las veces anteriores fue a atacarte, pero fue diferente, Dazai tenía un plan.

-¡Rápido, ahora!- exclamó Dazai quien con una mano le estaba sujetando el cuello.

No sabías por qué estaba haciendo eso, pero seguiste sus palabras y concentraste con tu poder una pequeña bola con toda la luz que pudiste y la lanzaste hacia el mafioso. Pero Chūya, que sabía las intenciones de Dazai, consiguió, a duras penas, zafarse de tu ofensiva. Pero accidentalmente se posó sobre la joya ensangrentada, la cual por la gran gravedad que portaba el pelirrojo se rompió, al instante lo notó y fue a recoger del suelo la que había sido una gema de gran valor.

-Espera- dijo extrañado al contemplar la piedra preciosa detalladamente- esta aguamarina no es de verdad, es una falsificación barata.

El experto en gemas de contrabando fue a ver al maletín tirado en el suelo junto al cadáver sin vida del ladrón. Lo abrió y miró rápidamente todo su contenido. Todo era artificial, desde las perlas más pequeñas hasta los anillos y colgantes de diamantes.