Un ladrón de joyas

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Seis días después:
Ya era de noche y volviste al mismo callejón al que fuiste hace exactamente una semana. Vigilaste bien que esta vez nadie te siguiera y estuvieras completamente sola. Te apoyaste tranquilamente en una de las paredes con el móvil en la mano esperando la llamada que te prometió. De repente empezó a sonar tu móvil, respondiste rápidamente a la llamada.
-Hola, ¿qué tal va la recogida de información?- te dijo esa persona a través del móvil.
-Bien, ya tengo los poderes de todos, solo me falta uno.
-Excelente, y ¿quién es esa persona que te lo está poniendo tan difícil?
-Dazai, Dazai Osamu. -le respondiste
En esta semana habías podido conseguir el poder de cada uno de tus compañeros, incluso el de tu profesor. Pero no sabes por qué el de él se te resistía siempre, cada vez que tenías la posibilidad de descubrirlo era demasiado tarde. Y preguntar directamente era muy arriesgado, ya te habías dado cuenta de que era muy inteligente y no podías despertar la más mínima sospecha o te descubriría.
-Entonces intenta conseguir cuanto antes mejor el poder de ese tal Dazai
-Sí, no tardará mucho en mostrarlo, y cuando eso suceda te lo diré
-Que así sea
Después de que te dijera eso te colgó. Tranquilamente, volviste a tu habitación, y te encontraste a Kyōka ya dormida en su futón, por lo que habías visto esta semana, Kyōka se dormía muy pronto y madrugaba mucho para así tener tiempo en la mañana para hacer cosas. Te tumbaste en tu futón y te quedaste dormida.
Sueño/Flashback
5 años antes...
Allí estabas, una (T/N) de diez años, era un día normal, estabas jugando con tu poder en tu habitación. Apuntando a una pequeña diana con muchos arañazos donde solías practicar puntería. Cuando te pusiste a pensar «¿qué pasaría si cojo una bala y la condenso lo máximo posible?». Abriste la palma de tu mano y pusiste a prueba tu pequeño experimento, creaste una esfera de luz y la condensaste lo máximo posible creando así una pequeña esfera de pequeño tamaño de color negro. Durante unos instantes estabas feliz, habías creado algo nuevo con tu poder, pero toda esa tristeza se derrumbó al darte cuenta de que esa pequeña esfera negra que habías creado era en realidad un agujero negro el cual empezó a devorar tu casa rápidamente. Intentaste detenerlo, pero cuando lo conseguiste ya era demasiado tarde, este se había comido toda tu casa.
-¡Papá, mamá!- gritaste desconsolada durante minutos buscando a tus padres en un sitio al que llamabas casa, pero ahora solo era un círculo vacío.
Fin del sueño/flashback
En ese momento te despertaste y te levantaste de golpe asustada, Kyōka se giró rápidamente.
-(T/N), ¿estás bien?
-Sí, lo siento por asustarte, solo he tenido una pequeña pesadilla- le dijiste a tu amiga para tranquilizarla.
Durante la mañana no paraste de pensar en el flashback que habías tenido en forma de sueño. Te acordabas de ese día como si hubiera sido ayer. Después de estar llorando durante mucho rato, una persona tendió su mano para ayudarte. Te acuerdas perfectamente de las palabras que te dijo, unas que no podrás olvidar nunca: «¿Quieres venir conmigo y encontrar un nuevo hogar?» Palabras a las cuales no te pudiste negar. Recordar todo eso te hizo acordarte de la importancia de cumplir tu misión, le tenías que devolver el favor al hombre que te salvó, aunque sabes que él solo te está utilizando.
De camino a clases hablando con Kyōka te despejaste un poco de tus pensamientos. Ella te recordó que hoy tenías tu primera misión. El profesor Fukuzawa no había dado mucha información, pero en resumen dijo que tendrías que resolver un caso en parejas y atrapar al criminal. «No puede ser tan complicado» pensaste. Al llegar a clase hiciste lo de cada día, te sentaste y esperaste las indicaciones de Fukuzawa. Él llegó rápido y comenzó a explicar la actividad que se haría.
-Como ya sabéis hoy toca clase práctica, tened en cuenta que esta actividad cuenta el 40% de la nota. Es muy importante que lo hagáis bien porque estaréis tratando con crímenes y criminales reales. Esta vez las parejas ya están escogidas, no será por sorteo.- dijo mientras apuntaba unos nombres en la pizarra.- A cada pareja se le asignará un caso y tendrán que resolverlo. Ranpo hará de ayuda por si a alguien se le complica un caso. Si todo está entendido, id viniendo para que os entregue el informe.
Miraste a la pizarra y viste tu nombre apuntado, miraste a la derecha y lo viste, tu compañero era Dazai, te giraste para verlo y el té devolvió una sonrisa. Cuando ayer le decías a esa persona por teléfono que pronto descubrirías su poder, no te esperabas que sería tan pronto. Es imposible que en una misión tan importante como esta no muestre su poder. «Será un día interesante» pensaste. Desde el primer día tú y Dazai os habíais hecho bastante amigos, pensabas que si te acercabas más a él quizás obtendrías más información, pero solo sabías que la relación entre Kunikida y él era muy extraña, todavía no sabías si eran amigos o se odiaban.
Tú y Dazai os levantasteis y fuisteis a recoger el informe, lo cogisteis y lo empezasteis a leer. Ponía: «Koto Yamaguchi un joyero de 39 años, muy reconocido en la ciudad, ha sido asesinado en un callejón sin salida cerca de una acera pública poco concurrida por un ladrón violento que intentaba robarle las joyas que transportaba en su maletín, los pocos testigos que vieron el crimen argumentan que iba completamente vestido de negro, tenía una estatura aproximada de metro setenta y que con gran agilidad se fue de la escena del crimen con el maletín. Y no se le ha vuelto a ver...»
-Entonces hay que encontrar las joyas y detener al ladrón si no he entendido mal.- dijiste para comprobar si lo habías entendido bien
-¡Pues manos a la obra!- dijo Dazai emocionado como si fuera un juego.
Tú saliste tranquilamente del aula junto a un Dazai muy emocionado, después de caminar durante un cuarto de hora, llegasteis a la escena del crimen. Era un callejón sorprendentemente oscuro para ser un desvío de una calle principal, allí los rayos del sol no lograban llegar, aunque el sol estuviera en todo su esplendor. Solo una pequeña farola iluminaba escasamente el ambiente frío y desolador que tenía. Estaba rodeado por ambos lados por edificios abandonados de ladrillo, que estaban deshabitados desde hace siglos. Había unos contenedores en el lado derecho, pero en el centro de todo ese paisaje destacaba un cuerpo sin vida rígido en el suelo, junto con unas manchas de sangre provenientes de su espalda que tintaban el pavimento con un característico color rojo. El cuerpo del difunto tenía una gran herida en el dorso, que parecía producida por una arma blanca, más concretamente un cuchillo de cocina, de donde salían grandes cantidades de sangre ya coagulada. El cuerpo estaba pálido y gélido, con rigidez en algunas partes concretas del cuerpo y con la parte dorsal, que estaba de cara al pavimento, un poco amoratada. Los policías que estaban al lado del cadáver investigando el caso os contaron lo que habían descubierto.
-¿Solo sabéis que la muerte fue causada por apuñalamiento en la espalda?- preguntaste sin entender cómo unos policías especializados solo habían podido encontrar información que un niño cualquiera hubiera podido deducir con ver el cadáver.
-Por mala suerte no hemos encontrado nada más, todavía no se han llevado el cadáver, así que no han podido hacer la autopsia.- dijo el policía encargado avergonzado
-Bueno, si nos hubieran dado el caso resuelto no tendría gracia esta misión- dijo Dazai
-Eso es verdad, entonces no queda otra que averiguar lo que pasó
Te acercaste al cadáver y lo miraste detenidamente, tenía la herida de arma blanca en la parte superior derecha de la espalda. La sangre ya estaba seca, con un poco de ¹livor mortis en la espalda. Observándolo un poco más detectaste el ²rigor mortis, tenía el cuerpo rígido hasta el tronco.
-Debió haber muerto ya hace entre 7 o 9 horas
-No se te da nada mal- comentó Dazai mientras miraba cuidadosamente la mano de la víctima- Hay signos de forcejo y resistencia, la víctima no murió al instante.
Con los guantes puestos le abriste la mano izquierda y viste lo que estabas buscando, tenía agarrada firmemente una pequeña gema puntiaguda de color azul cristal. Pero esa piedra preciosa tenía algo inusual, un pequeño rastro de sangre.«¡Eureka!», pensaste.
-Mira Dazai- le enseñaste la piedra preciosa- la tenía agarrada fuertemente en la mano y juraría que el rastro de sangre que tiene no es de la víctima.
-Si eso es cierto, solo puede ser de una persona esa mancha roja y esa persona es...
-¡El asesino!- dijisteis los dos al unísono
-Entonces, si se la damos al forense, podríamos saber quién es el asesino.
-Sí, eso sería una opción, pero hay una mucho mejor- y te giraste a mirar a Dazai quién había captado tu idea.
-Entonces ya hemos acabado la investigación, os podéis llevar el cadáver para hacer la autopsia, nosotros nos encargamos del asesino y de la joya- dijo tu compañero

El policía obedeció las órdenes de Dazai, llamó a otros policías y se llevaron el cadáver. Vosotros empezasteis a llevar a cabo el plan para atrapar al culpable. Estabais tan seguros de que la sangre de la gema era del asesino por una sola razón, no había más marcas de sangre en la mano, la gema no había podido estar en contacto con la sangre de la víctima, ya que la herida provenía de la espalda y la gema nunca fue soltada de la mano. La única opción posible es que la víctima pudiera haber herido a su asesino instintivamente con lo primero que tenía en la mano justamente antes de que este escapara. Si hubieran llevado la joya a la policía para hacer la prueba de ADN, el ladrón en el tiempo en el que se dan los resultados pudo escapar y eso no era opción, así que optasteis por hacerle una trampa. Vuestro plan era muy simple, solamente teníais que esperar a que se hiciera de noche. Con vuestro permiso de detectives en práctica entrasteis en un edificio abandonado y os pusisteis a observar cuidadosamente a través de una de las ventanas que daban al callejón. La trampa ya estaba lista, solo teníais que esperar a que el asesino se presentara y cayera en vuestra trampa.

El ladrón para recuperar la joya que podría delatarle se presentó con el maletín que había robado y se le escapó una pequeña sonrisa al ver la tentadora joya tirada en el suelo sin ningún tipo de policía custodiando la zona. Era como los testigos lo había descrito, él avanzaba felizmente a recoger la joya, ahora solo quedaba salir y detenerlo.

Pero cuando ibais a salir a detenerlo algo capto vuestra atención, algo acababa de caer del cielo y había caído justamente encima del ladrón. Salisteis por la ventana para ver mejor lo que había pasado, no es que fuera que algo se había caído, no, era un ser humano rodeado por una pequeña aura de color rojizo. Era un chico de vuestra edad, pelirrojo y con un gorro negro que sujetaba con la mano. Él había aplastado al ladrón matándolo y robándole el maletín que llevaba en la mano, se giró rápidamente a veros y puso una cara de extraño.

¹Livor mortis: Es la coloración de color rojizo de la piel debido a la coagulación de la sangre y de la gravedad.

²Rigor mortis: Es el endurecimiento de un cuerpo después de morir se utiliza junto al livor mortis para saber estimadamente cuándo tiempo hace desde que ha muerto una persona.

Hola de nuevo! Me ha gustado mucho escribir este capítulo, soy muy fan de escribir misterios y pensé que sería una buena idea.

¡Muchas gracias a todas las personas que estais votando!

Escuela de detectives (Dazai x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora