𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝘀𝘁𝗲𝗹𝗹𝗮𝗿, lee garcia

07. thanksgiving day

Juniper rápidamente sintió como los brazos de su hermana la rodeaban fuertemente una vez la rubia paso por la puerta de la casa de los Walter. La menor carcajeo suavemente, notando como lo mucho que Erin demostraba el que la alegrará verla. Sabían que en las festividades no se tenían más que una a la otra.

— ¿Lista para irnos? —pregunto la castaña, separándose del contacto de la mayor.

Erin suspiro, —Estaba pensando... Bueno, Jackie dijo que no habría problema con que estemos con los Walter hoy—Juny arrugó el entrecejo—Ya sabes, no es como si alguien nos esperara en casa—murmuro esto último, tomando la mano de su hermana.

— ¿Estás segura? —pregunto, señalando cautelosamente al novio de la contraria con la mirada.

Erin estuvo a punto de responder, hasta que notaron como Katherine se daba cuenta de la presencia de ambas chicas, dando pasos hacia ellas, mientras limpiaba sus manos con un repasador. Ambas Collins llevaron la mirada hasta la señora Walter.

— Chicas, ¿por qué no se quedan? —pregunto, con una leve sonrisa.

Las adolescentes compartieron una mirada, para luego sonreír en señal de que todo estaría bien, transmitiendo el mensaje de una a la otra. Asintieron con la cabeza y caminaron hacia Katherine.
Erin decidió separarse, comentando que usaría el baño, mientras la señora Walter dejaba un beso en la cabellera de Juniper, quien rio suavemente y se adentro a la cocina.

La castaña observo como Hayley, la prometida del hijo mayor, Will Walter, entraba desde la puerta lateral, cargando cajas de pasteles del Lark. Katherine la recibió con cariño, pero luego los ojos de la joven Collins se desviaron de esa escena, enfocándose en como Lee jugaba con un limón en una de sus manos. Estaba cargando una expresión decaída, otra vez.

Se acercó hasta el menor de los Garcia, pensando en el tiempo que habían estado pasando juntos. De alguna forma, Juniper Collins siempre terminaba chocando contra la presencia del pelinegro, y algo en ella la guiaba hacia él.

— ¿Me harás tener que llevarte al loft otra vez? —pregunto con cierta diversión, colocándose detrás del respaldar de la silla, apoyando sus manos en los hombros de Lee.

El chico sonrió levemente, negando con la cabeza, sin dejar de jugar con la fruta verde entre sus dedos.
—Mhm—murmuro en respuesta, ocasionando que Juniper suspirara. Deseaba poder entender lo que le sucedía.

George noto la situación, por lo que su rostro adopto una mueca lastimera, mientras tomaba una caja tapada en cuero, dando pasos hacia la pequeña mesa redonda, cargando su típico delantal. Juniper clavo sus ojos en el hombre, notando como este flexionaba sus piernas, quedando a la altura de su sobrino, tomando la palabra hacia él.