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Las lluvias empezaron como a mitad de la noche con truenos y viento oyendose por toda la casa, TaeHyung abrió los ojos en el momento que el destello iluminó toda su habitación y un estruendoso sonido cayó a varios kilómetros de ahí. Dejó salir un grito ante el sonido.
Observó su puerta abrirse a los segundos, un cuerpo grande y adormilado entrar.
— Ju-JungKook — Llamó casi llorando, le tenía miedo a los truenos.
Y es por el simple hecho de que su abuelo paterno murió a causa de uno.
— Shh, ¿Qué pasa? ¿Por qué gritaste? — JungKook se acercó a él, subiéndose a la cama, TaeHyung se quedó en su lugar temblando — ¿Estás bien?
— Me-me da miedo — Tembló, la iluminación llegando a la habitación de nuevo, cerró los ojos.
Otro trueno impactó y TaeHyung se subió encima de JungKook encogiendose en el pecho del lobo, quien le acarició la espalda.
— TaeHyung, por la luna, estás temblando — Susurró abrazándolo más a su pecho.
TaeHyung se acurrucó a su lado, las lágrimas corriendo por sus mejillas, estuvieron más de una hora así, hasta que TaeHyung se durmió en el pecho de JungKook cuando los truenos cesaron. El Alfa le acariciaba la espalda y los hombros, Kim mantenía su cabeza escondida en el cuello de Jeon, la respiración del humano impactaba con su piel.
— Shh, tranquilo — Susurró cuando el castaño se movió.
Tomó la manta y lo cobijó, abrazándolo para que estuviera más cómodo y se durmió al final también.
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A la mañana siguiente el primero en abrir los ojos fue TaeHyung, encontrándose con el rostro de JungKook a unos centímetros suyos, lo contempló de cerca, Jeon era hermoso y no lo decía por cortesía, de verdad era hermoso, todo de él. Sonrió cuando escuchó el suspiró relajado que salió del azabache cuando empezó a acariciar sus cabellos.
— Hey — Saludo. TaeHyung volvió a sonreír y por primera vez sintió las manos de JungKook en su cintura, no le molestó, se sentía cómodo — ¿Te sientes mejor?
— Sí, lamentó asustarte — Susurró TaeHyung, JungKook sonrió acariciando la piel calientita de la cintura contraria.
— Está bien, no te preocupes. Dijiste que me protegerías de todo lo humano, yo te protegeré de todo lo salvaje — Kim sonrió.
— Gracias.
JungKook se acurrucó de nuevo en la almohada, jalando a TaeHyung hacia él, el humano sonrió y se acurrucó en el pecho del mayor. Durmieron un poco más, luego de eso despertaron completamente y TaeHyung se dirigió a la cocina después de cepillar sus dientes y obligar a JungKook a hacerlo, empezó a cocinar algo de desayuno y la carne para el azabache.
Una vez que todo estaba ya echó fue hacia la mesa y colocó los platos, JungKook se sentó a comer, mejor dicho devorar la carne de cordero, TaeHyung comió el omelette.
— ¿Qué planeas hacer hoy? — Preguntó TaeHyung.
— Quiero ir a ver a mi hermano, pero aún hay cazadores fuera — El castaño asintió. Habían escuchado justo cuando se duchaban un disparó, anunciando los cazadores —Sé que mi familia está bien, porque la guarida esa segura.
— Entiendo. Probablemente para el inicio de semana no esté más en el bosque y podrás irte — Habló TaeHyung.
— ¿Pero puedo volver? — Preguntó Jeon. El menor sonrió.
— Claro que sí, todo el tiempo que quieras.
JungKook sonrió, terminaron de comer y ambos se sentaron acurrucados a ver la televisión, TaeHyung pensó en como se sentía cómodo contra el cuerpo del mayor.
Sonrió.
JungKook era tan lindo, le gustaba la compañía del lobo.
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