Por Johnny...

Reencuentros

Tan pronto como Makarov fue libre de su encierro, el caos empezó a expandirse, principalmente en Urzikistan. 

Tan pronto como Farah junto a la compañía Shadow lograron colocar rastreadores en los misiles que fueron robados, Laswell se puso también en marcha, realizando sus labores para vigilar el movimiento del grupo de Konni. Fue así como informo al grupo de Price sobre movimientos sospechosos sobre una planta nuclear abandonada en Urzikistan después de la derrota de Barkov. 

La misión era sencilla, impedir que Makarov se hiciera con material nuclear.

Como era de esperarse, completar dicha misión fue toda una odisea pero su mayor sorpresa fue ser testigos de lo que realmente estaba planeando hacer aquel terrorista. La planta abandonada no guardaba material nuclear, el grupo Konni estaba ahí para extraer armas biológicas, específicamente gas Sarín extra concentrado, tan letal que minutos después de su exposición, la piel de sus victimas parecía derretirse. 

Por desgracia, Konni logro hacerse con dicho material y huir de ahí. 

Makarov siempre lograba subir la vara cuando se trataba de hacer todo mas difícil, y en esta ocasión no fue la excepción. El propio Price casi queda atrapado con el resto de Konni, estuvo a unos cuantos segundo de tener una muerte dolorosa ahí abajo con esos malditos. Haber salido con apenas un dolor de cabeza y unos mareos, era ser realmente afortunado.

Seguirle el rastro a sus hombres era todo un dolor cabeza, aun mas por el hecho de saber que estaban tratando de hacer responsable de ataques con misiles a Farah y su gente, para que el mundo los viera como una amenaza y se justificara el que fueran eliminados. Pero por cada paso que daban ellos, Price y los suyos se las seguían ingeniando para frenar cada golpe. 

Aunque sus intentos no fueron suficiente para evitar que la base militar Arklov fuese atacada, dos misiles lograron impactar y destruirla, todos sus ocupantes terminaron sufriendo las consecuencias a la exposición del gas. Laswell, quien se encontraba ahí para hablar con Yuri, escapo por poco, gracias a Nikolai que llego a tiempo y al aviso de Price sobre el contenido de los misiles. Yuri, a su manera, también había logrado escapar por su cuenta.

Tampoco pudieron prever que Makarov y los suyos abordarían un avión, mismo en el que viajaba una de las antiguas compañeras de Farah, Samara. Hicieron todo lo posible por hacerlo parecer un ataque terrorista perpetrado por la misma Samara en nombre de la FLU, asegurándose que todos los pasajeros lo vieran y pudieran grabarlo con sus celulares. Por desgracia, Makarov le había colocado un chaleco bomba a Samara antes de él mismo abandonar el avión. Y una vez que los pasajeros entraron en pánico al ver la nueva situación, todo se salió aun mas de control, dando como resultado un trágico final en el que la bomba que portaba Samara se detono. Nadie sobrevivió. 

Aun así, tanto Laswell como Farah se encargaron de eliminar cualquier información de la caja negra, no le iban a dar gusto a Makarov para que transgiversara la información a su conveniencia. No era una batalla ganada pero al menos les daba un poco de tiempo.

Después de aquellos duros golpes, finalmente el grupo 141, Nikolai y Laswell se reunieron en un hangar para hablar sobre si situación actual. Así mismo, le hicieron mención a Laswell del como en el pasado ya se habían enfrentado a Makarov y le habían permitido vivir, decidiendo que pasaría el resto de su miserable existencia pudriéndose en un gulag olvidado. 

Price, Soap y Ghost ahora comprendían mucho mejor que de haberle dado muerto en aquel entonces pudo haber sido lo correcto pero el hubiera no existe, y ahora debían pensar en como impedir que ese Ruso se siguiera saliendo con la suya. 

Fue durante su discusión que Laswell se percato que estaba recibiendo una transmisión segura por parte del pentágono, algo totalmente inesperado. Pero lo verdaderamente sorprendente fue ver el rostro que se mostraba en la pantalla...el General Shepard.