じゅう

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Han pasado algunas semanas desde que abrió los ojos en aquel hospital en Japón y, si Minho es honesto, no ha podido vivir cómo lo hacía antes. Claro, un evento así, sí o sí, es traumático. No obstante, no es eso lo que le molesta del todo.

A pesar que procura que sus pensamientos no abarquen a esa niña y al pecoso de sus sueños durante el día, en ocasiones vienen a él; a veces en media clase mientras el profesor explica algo teórico, a la hora del almuerzo cuando Jeongin besa a Christopher, cuando habla con su mánager sobre sus actividades después del descanso, cuando Hyunjin le habla de las pinturas que tiene que entregar para un curso, cuando Jisung le está preguntando por cuál bebida prefiere o, por ejemplo, cuando está en el supermercado como ahora.

—Minho hyung, ¿tú opinas que debemos comprar leche sin sabor o con sabor? Es que vi en un tiktok que la leche de Corea sabe a pura agua y luego lo pensé mucho y es cierto —comenta Hyunjin mientras sostiene una caja con aparente leche común y otra verde, de matcha.

Esto toma por sorpresa al mencionado, pues estaba sumido en su propio mundo. Sí, quizás no solo era "a veces" que pensaba en Felix y su madre, sino que casi siempre.

—Uhm, Hyun, probemos la de matcha. Me gusta bastante el matcha.  —También le recuerda a Japón, pero eso no se lo va a decir para evitar preocupaciones de más.

Así que un feliz Hyunjin echa unas doce cajas de esta leche saborizada sin antes haberla probado, mas el mayor no le puede reclamar porque le gusta más verlo alegre. Es decir, ya luego se tomarían el tiempo de saber si les gusta o no.

Y con esto dando vueltas en su cabeza, decide centrarse en el ahora, o sea en su mejor amigo, Hyunjin. Sin embargo, como si la vida quisiese lo contrario pasa una joven con labios gruesos, pecas en su rostro y ojos grandes por el final del pasillo, sin poder evitarlo mucho le recuerda a aquel chico que logró cautivar su corazón. Entonces, sin meditarlo mucho sale corriendo tras ella cosa que no le da tiempo a reaccionar a Hyunjin, quien lo mira extrañado a la vez que intenta recordar de dónde conoce la cara de esa pelinegra que su amigo persiguió.

Perseguir...

¡Dios, no!, Minho es una celebridad y...

Al alto no le importa mucho dejar el carrito de las compras botado para salir tras su hyung al pasillo cinco. ¿Es que ahora se ha vuelto loco? Pero llega muy tarde cuando lo mira tocarle el hombro mientras ella se está decidiendo por cuales toallas femeninas llevar. Por consecuencia, voltea un tanto apenada, mas al ver a Minho a un lado suyo abre la boca en señal de asombro y deja caer el producto que tenía en las manos. Hyunjin solo puede palmearse la frente, esperando que no pase a más.

Pues ella debutó hace unos meses como idol.

—¿T-tú de casualidad conoces a...?

—¡Lee Minho! —Interrumpe Hwang, jalándolo con el propósito de alargar la distancia en la que se encontraban esos dos. Todo para impedir escándalos innecesarios.

—Una disculpa, es que estos últimos días ha estado un poco desorientado con todo, ¿sabe? Lo más probable es que la confundió con otra persona. —El rubio alto se reverenció ante la rookie ante la mirada realmente confusa de Lee.

—¡Lee Know, me alegro que esté bien! ¡No sabe lo mucho que me preocupé por usted! ¡Es que lo admiro mucho!

Lo que faltaba.

—Tal vez no me conozca, pero debuté hace poco. ¡Me llamo Chaewon!

Chaewon no es Felix y solo debe aceptar que, quizá, el muchacho lindo fue un producto de su cerebro cuando estaba inconsciente. Tal vez generó las facciones de este porque alguna vez había visto a la nueva idol en alguna noticia o evento. Además, tiene lógica, puesto que una vez había escuchado que el cerebro humano no puede generar rostros nuevos. Y en cuanto a su madre, sabe que cuando anhela tanto puede aparecer en sus sueños.

anemoia ⸼ MINLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora