きゅう

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Un dolor intenso y punzante en el área de la cabeza se hace presente a penas está consciente de su ser al abrir de a poco sus, en ese instante, pesados párpados mientras batalla por no volverlos a cerrar debido entre la molestia y el sueño. Así le lleva un par de segundos hasta que escucha a un chico chillar cerca suyo seguido de una canción, como si fuese un ending de un anime shōjo.

—¡Aigoo, no puedo creer que Tomoe sea tan cruel con Nanami!

Minho reconocería esa voz incluso 40 años atrás, sí, es uno de sus amigos. Con un poco de entusiasmo y miedo, termina por abrir los ojos para voltear y divisar a quien se imaginaba, Jeongin.

Este está tan concentrado observando los créditos de la serie que se reproduce por su celular que ni en cuenta que el muchacho, el mejor amigo de su novio, que ha estado inconsciente se ha despertado.

Lee, por su parte, se echa una risilla mental al ver al menor en ese estado por un anime supuestamente destinado hacia las chicas. Jeongin no cambiaría y eso le hace muchísima gracia.

Eso hasta que la medio sonrisa que se había formado en su rostro se esfuma ya que se acuerda de las últimas personas que vió antes de terminar ¿durmiendo? Sin embargo, no puede evitar pensar que todo fue un muy mal sueño, una mala pasada de su mente capaz, al mirar al novio de Bang Chan usar su móvil y morderse el labio para contener sus lágrimas. Pero pronto descarta la idea al echar un vistazo a su al rededor, observar las paredes blancas, los monitores, una bata de hospital y unos sueros conectados a él por medio de intravenosas.

—Jeongin —habla, por fin, sintiendo tanto su garganta como su boca resecas—, ¿dónde estamos?

Ni un segundo el chiquillo tarda en dejar el aparato de lado y correr hasta él con los ojos bien abiertos en señal de sorpresa.

—¡Hyung, despertaste! ¡AIGO, AIGO, AIGO! —De un lado a otro el pobre Yang salta y va, emocionado, no sabiendo cómo actuar—. ESPERA UN SEGUNDO, CHANNIE ESTÁ POR VENIR... ¿Tengo que llamar a un médico?

En lo que el pequeño con apariencia de zorro se debate a quien llamar primero y Minho lo mira con atención intentando no reír, primero por el dolor de cuerpo y, luego, porque había extrañado eso; despacio se abre la puerta de lo que a Minho a primera vista ha catalogado como una habitación de un hospital, mostrando a un muchacho alto, rasgos atractivos y de cabello largo con grandes bolsas oscuras debajo de unos hinchados ojos enrojecidos.

—H-Hyunjinnie. —Llama Lee a la vez que intenta levantarse desde donde se encuentra postrado, mas la molestia puede con él y todo termina en vano.

—¡Minho hyung!

Al notarlo, Hyunjin no tarda en estar de su lado envolviéndolo en sus cálidos brazos mientras le brinda ciertas caricias en el cabello despeinado del contrario.

—P-pensé q-que habías... m-muerto. —Hipa dándole un beso, amistoso, en la coronilla—. M-mi hyung no podía morir.

El suave tacto y la entrañable bienvenida de su compañero de apartamento, de su mejor amigo, de su casi hermano, le provoca unas ganas inmensas de llorar, pero no por tristeza, sino de felicidad, del sentimiento de tener una familia que aunque no es de sangre, es una familia que eligió. Después de todo, entiende que tiene un hogar al cual regresar y deshacer sus penas.

—Aunque no lo creas, Jinnie, te extrañé como los demonios —comenta para después mostrarle una de las sonrisas más sinceras que haya podido regalarle a alguien y unas cuantas lágrimas apoderándose de sus orbes.

—Ahora, cuéntame un poco qué sucedió, que estoy un poco confundido.

—Bueno, pues... —Hyunjin toma asiento a un lado de su mayor bajo la mirada expectante de Yang atrás—, resulta que cómo que el conductor de tu taxi intentó matarte, aunque no se sabe absolutamente nada de él, y desapareciste durante unas semanotas. ¡Jeongin me dijo que exageraba porque soy de Piscis!

anemoia ⸼ MINLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora