Ganas.

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Jin rápidamente se arrojó encima de Namjoon, poniendo sus manos y piernas a los lados de su cuerpo, haciendo que sus entrepiernas se rozaran con fuerza, causando un jadeo por parte de Namjoon, quien seguía atónito tras las intenciones que tenía Jin con él, sintiendo como el efecto del alcohol ya no hacía efecto, pues se sentía más despierto que nunca. Jin empezó a moverse de arriba a abajo, rozando sus miembros por encima de la ropa, haciendo que ambos empezarán a excitarse con rapidez, causando ciertos delirios eróticos en la cabeza de Namjoon, pues Jin se veía realmente hermoso encima de él, lo suficiente como para fantasear con su cuerpo.

Namjoon trató de volver en sí, llevando sus manos hacia la cadera de Jin, para luego arrojarlo a un lado y evitar que pasara algo más, pero Jin al ver sus intenciones, tomó una de las manos de Namjoon y la puso encima de su miembro, lo que hizo que Jin gimiera e hiciera una mueca de placer. Namjoon nuevamente quedó sin movimiento, sintiendo como el cuerpo de Jin, el cuál siempre permanecía frío, ahora estaba caliente, hirviente de placer, esperando ser poseído por Namjoon.

—¿Q-qué estás haciendo? —preguntó Namjoon con su voz agitada.

—Ya te dije, tengo ganas. —repitió Jin aumentando la velocidad en sus movimientos.

—Ah —jadeó—. Esto no está bien ¿Acaso quieres aprovecharte de que estoy ebrio? Eres malo Jin.

Jin hizo caso omiso a las palabras de Namjoon, pues le estaba gustando la sensación que sus miembros le estaba causando en su interior, pero antes de que pudiera seguir sintiendo aquella sensación de placer, Namjoon tumbó su cuerpo boca a bajo, poniendo una almohada en su abdomen para levantar la parte inferior de su cuerpo, teniendo acceso a sus glúteos y pene, el cuál estaba erguido y deseoso por ser complacido.

Namjoon tomó las dos manos de Jin y las puso encima de su cabeza, luego se abrió paso entre sus piernas y empezó a rozar su miembro entre sus glúteos, mientras que con su mano libre, empezó a toquetear el miembro de Jin por encima del pantalón, haciendo que este gimiera lo suficientemente fuerte para que incluso los muertos de la morgue lo escucharan.

—Te dije que esto no estaba bien, —habló Namjoon con su respiración hecha un desastre— pero como no me hiciste caso, mereces un castigo, fantasmita.

—Nam... Por favor, castigame. —susurró Jin sumisamente, haciendo que los sentidos de Namjoon perdieran cordura.

Namjoon desabrochó el pantalón de Jin con desesperación, para luego meter su mano por debajo de su ropa interior y tomar su pene rápidamente, seguido de eso empezó a masturbar su miembro moviendo su mano de arriba hacia abajo, mientras hacía estocadas con su cadera imitando una penetración, haciendo que Jin empezara a gemir más rápido.

Namjoon soltó las manos de Jin, para así apoyarse en la cama y tener más equilibrio, mientras seguía jugando con el pene de Jin, el cual estaba lo suficientemente lubricado con el líquido preseminal como para empezar a acariciar la punta con pequeños círculos, haciendo que Jin sintiera la yema de sus dedos en su parte más sensible, causando que este se removiera buscando más intensidad del peli negro.

—¿Te gusta? —preguntó Namjoon descaradamente.

—S-sí ¡Ah! —jadeó Jin sintiendo una oleada de placer.

Namjoon dejó a un lado su glande, para luego empezar a jugar con su prepucio, moviendolo de arriba hasta abajo con rapidez, lo suficientemente rápido como para que la mano de Namjoon empezara a cansarse, pero eso no era impedimento para seguir con su juego de tortura. Jin seguía gimiendo bruscamente, tomando las sábanas en sus manos, mientras su cuerpo era balanceado por las estocadas falsas de Namjoon, el cuál estaba sediento por complacer su pene, el cuál se sentía hinchado y lubricado, dándole a entender que faltaba poco para llegar al climax, cosa que Namjoon pareció entender, pues sus movimientos empezaron a ir incluso más rápido, haciendo que Jin empezara a llorar entre gemidos.

—¡Ah! Nam, no aguanto más. —murmuró Jin removiendosé incómodo— ¡Para por favor, no aguanto, ah!

—Demasiado tarde. —susurró Namjoon cerca del oído de Jin, haciendo que una corriente viajara por todo su cuerpo.

—¡Ah, ah! Namjoon. —exclamó Jin para luego correrse en la mano de Namjoon, quien empezó a bajar la intensidad de sus movimientos.

Namjoon se levantó de su posición, para luego salir de la habitación sin decir ni una sola palabra, pues había acabado de tener un encuentro erótico con un fantasma y no solo eso, ahora su amiguito de abajo estaba doliendo, pidiendo a gritos ser atendido, pero Namjoon estaba decidido a suprimir aquellas emociones sexuales y hacer hasta lo imposible para que aquel encuentro no se volviera a repetir, pero Namjoon estaba lejos de saber lo que pensaba Jin, el cuál estaba decidido a ser su exclavo sexual si eso le aseguraba volver a ser tocado de esa manera por el peli negro.

Gracias por sus comentarios, me inspiran a seguir escribiendo.
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