Expuesto.

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Un gemido escándalo se escuchó a lo lejos, era el gemido de Jin, quien había empezado a ser penetrado por Namjoon, sintiendo como su cuerpo era balanceado y golpeado contra la pared, mientras el peli negro se aferraba a su cintura para poder entrar más a fondo, queriendo partir a Jin en dos. Las piernas del peli rojo empezaban a temblar, mientras lloraba y jadeaba agotado por los movimientos bruscos de Namjoon, quien había desatado todo su deseo contra Jin, sin embargo, a pesar del cansancio y el dolor, Jin estaba feliz por lo sucedido, pues había tardado mucho en convencer a Namjoon de que lo tomara en sus brazos y lo poseyera.

Después de haber estado en aquella posición mucho tiempo, Namjoon se sentó en la tapa del baño con Jin encima, quien no tardó mucho en tiempo en empezar a cabalgar encima del peli negro. Jin subía y baja sobre el miembro de Namjoon con rapidez, siendo como este entraba y salía con fuerza, tocando las paredes de su mojada entrada, la cual estimulaba por completo el pene de Namjoon, haciéndolo sentir en un estasis indescriptible.

—Nam.... Ya ¡Ah! No aguanto más. —gimió Jin sintiendo su orgasmo por cerca.

—Solo un poco más. —susurró Namjoon.

Namjoon tomó la cadera de Jin con su mano izquierda, logrando que el cuerpo de este no se moviera, para así empezar a moverse con rapidez en su interior, sacando gritos de placer por parte del peli rojo, mientras que con su mano derecha tomó el miembro de Jin y empezó a masturbarlo al mismo ritmo que sus embestidas. Jin se sentía agotado y extasiado, hasta el punto que no aguantó más y terminó corriendose en la mano de Namjoon, quién rápidamente llevó aquel líquido a su boca, probándolo mientras hacía gestión de placer.

—Eres delicioso. —fueron las palabras que salieron de su boca, haciendo que Jin se sonrojara aún más.

Namjoon también había terminado en el interior de Jin, quedando exhaustos y complacidos, dándose cuenta que habían perdido mucho tiempo de placer y diversión, por lo que habían decidido tener sexo cuando quisieran y donde quisieran, pero aquel momento fue interrumpido por la puerta abriéndose de par en par, dejando ver a un par de amigos muy sorprendidos y molestos, haciéndole entender a Namjoon que habían escuchado los ruido que provenían de él, recalcando que se encontraba desnudo en ese preciso momento.

Namjoon tardó un poco en vestirse de nuevo, para así llegar a la sala y tener una conversación sería con sus tres amigos, en los cuales se encontraba su psicólogo, Yoongi, quien se veía decepcionado y a la vez intrigado, como si supiera algo de lo que acaba de pasar, pero sencillamente sus estudios científicos lo hacían cegarse a la idea. Namjoon se sentó al frente de los tres amigos, con un aspecto relajado y cansado, con sus mechones aún pegados a su frente por el sudor, convencido de que la única manera correcta de librarse de esto, era diciendo la verdad.

—¿Qué está pasando Namjoon? —preguntó Jimin con rostro preocupado.

—Maybe he was justo masturbating in the bathroom. —comentó J-hope— Do you want me to introduce you to someone?

—No lo entenderían. —susurró Namjoon con la cabeza agachada.

—Había alguien más contigo ¿No es así? —dijo Yoongi con seriedad, haciendo que Namjoon levantara su rostro y lo mirara.

—¿Cómo lo sabes? —cuestionó Namjoon aún sorprendido.

—Dinos lo que está pasando y espero que sea verdad. —musitó Yoongi.

Namjoon suspiró pesadamente y mientras observaba a Jin recostado en la pared escuchando la conversación, decidió contar todo lo que había pasado y lo que pasará. Namjoon empezó a contar desde el día en el que Jin había entrado a la morgue como un cuerpo más, para después pedirle ayuda a él respecto a su muerte, por lo que decidió hacer una autopsia al escondido de la policía y la familia, encontrándose con una muerte horrible y dolorosa, luego hizo la promesa de encontrar al causante de todo esto e impedir que la fortuna del príncipe de la moda cayera en manos equivocadas, incluso Jin le había prometido una gran cantidad de dinero a cambio de todo, pero al final había terminado enamorado de él.

Los tres chicos estaban estupefactos, tratando de entender si debían creerle a Namjoon o encerrarlo en un manicomio de por vida nuevamente, pero algo dentro de ellos les hacía pensar que era verdad, pues Namjoon siempre había tenido ese don de ver muertos, aunque le habían inculcado la idea de que todo era producto de su imaginación, causado por problemas o estrés.

—Namjoon, te creeremos si logras demostrar que ese chico está aquí. —habló Jimin con cierta duda.

—Trato hecho.

Perrrdooon por los mil años de demora, la universidad y el trabajo me consumen por completo.

También quiero un novio jajajajaja.

My GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora