★ Mi obsesión por él, Guapodúo.⊹ ⋆⁺˖ *̥₊⊹⋆ ⁺˖ ₊ ⊹ ★

Capítulo cinco: " ¿Y ahora? "

Horas después, para ser exactos, a las 7:58AM, Roier se despertó gracias a la migraña (causada por haber tomado tanto), se intentó levantar y sentar en la cama, hasta que notó que se le dificultó ya que le dolía el cuerpo, ahora, lentamente se apoyó contra la pared y la cama.

Apreció que.. estaba desnudo y a su lado había un chico... su amigo, Spreen.

No sabía reaccionar, solo miró, sorprendido, todo el entorno.. no recordaba absolutamente nada de lo que había pasado, levantó la frazada que cubría a Spreen, un poco, para ver que, definitivamente sí, Spreen también estaba desnudo.

Todo era demasiado extraño, Roier estaba en algún tipo de shock, no se podía creer todo esto. Solo veía a Spreen.. dormir tan tranquilamente.

Hasta que de pronto, Roier salió de la cama completamente, dió una media vuelta hasta que encontró su ropa tirada en el suelo, literalmente en la entrada del "motel" en donde estaba.

Tomó su ropa y se dirigió al baño, con mucho sigilo se colocó sus prendas y se miró al espejo. Vió lo que no quería ver, chupones en su cuello y parte de su abdomen. Frustrado y sin entender casi nada, suspiró, agarró el bolso que siempre llevaba a todos los lugares a donde iba y salió por la puerta, dejando a su "amigo" durmiendo.

El bar se veía hecho un desastre, pero sin importarle mucho solo siguió su camino y salió de aquel raro local.

La fuerte luz del sol lo encandiló y después de orientarse caminó hasta su casa.. su celular convenientemente no tenía batería así que caminó en silencio aunque su cabeza estaba dando vueltas.

Llegó a su edificio y subió las escaleras para llegar a su humilde hogar. Al llegar y entrar, estaba como siempre lo dejaba, ni tan desordenado y ni tan ordenado.

Conectó su teléfono a un cargador y mientras se tomó una ducha, también notó que eran apenas las
8:47AM, muy temprano para él ya que los fin de semana se despertaba relativamente tarde sin importar qué.

Después de su ducha, se miró al espejo por segunda vez en su extraño día, se limpió la cara y se puso el característico delineado, más su bandana azul que llevaba siempre.

Regresó a la sala con su cabello ya seco y se sentó en el sofa mientras encendía su celular.
Al encenderlo, su teléfono le dió la bienvenida con un mensaje de su chico, Cellbit.

"Buenas noches, lo siento por no haberte escrito, había estado ocupado y se me olvidó escribirte.. en fin, ¿cómo estás, Roier?"

Rápidamente Roier respondió el mensaje.

"¡Hola, Cellbit! descuida, yo también estuve ocupado ayer, estoy muy bien, ¿y tú, cómo estás?"

Luego de eso, como no tenía una respuesta inmediata, tal vez porque Cellbit estaría durmiendo, se levantó del sofá y se propuso hacerse algo para desayunar.

Unas dos horas después, ya eran las 10:50AM y su celular vibró.

"Bien, gracias por preguntar. Oye, estuve pensando hace un rato yy... no sé si te gustaría.. salir o hacer algo. Sinceramente, estoy aburrido."

Roier vió el mensaje con una sonrisa en su cara, ¿tan fácil saldría con Cellbit? Se preguntaba. Respondió.

"Ahh.. Claro, puedo verte hoy, te parece a las.. ¿15:00pm en la plaza frente a la librería?"

"Estupendo, te esperaré allí." Le respondió Cellbit.

Mientras que Roier comía su tostada de aguacate, miraba su teléfono, hasta que de pronto, su celular empezó a vibrar en su mano y el nombre de Spreen aparecía en toda la pantalla. Lo estaba llamando.

Un poco desconcertado y con miedo, aceptó la llamada, colocando su celular en su oreja.

"¿Hola?" Habló primeramente Roier.

"Hola Roier.. ¿estás bien?"
"O sea.. por lo de ayer, no me acuerdo qué pasó. Lo único que me acuerdo es que nos encontramos en el bar y ahora estoy en una clase de motel."
Agregó el pelinegro. Aunque Spreen sabía que era mentira, sí se acordaba.

"Ahh.. sí, estoy bien. Yo.. creo que después de beber volví a mi casa en la madrugada, me desperté en mi cama, pero no recuerdo mucho." Mintió Roier.

"Bueno, era eso nomás... chau, después hablamos." Concluyó Spreen con un tono de voz un poco más frío que de costumbre y colgó la llamada.

Roier, apenado, siguió desayunando. Sabía que después de esto su amistad con Spreen se iría un poco a la mierda, pero lo resolverían, estaba seguro.

Su mañana terminó bastante.. normal. El grupo que tenía con Quackity, su otro mejor amigo, y otros chicos como Rubius, Jaiden, Vegetta, Luzu y Foolish, lo habían invitado a salir, pero tuvo que cancelar, ya que tenía planes, por primera vez en su vida.

Almorzó, se tomó otro baño, se peino, afeitó y ya estaba listo para salir, eran las 2:20PM y le tomaría media hora llegar hasta el lugar de encuentro, así que tomó sus cosas, puso una pastilla de menta en su boca y salió de su depa.

Mientras caminaba, pensaba en tantas cosas que ni él mismo sabía en que estaba pensando específicamente. Una de las preguntas que resaltaba en su mente era: "¿Qué tiene de especial Cellbit para que yo sienta.. ésto, con solo verlo?"

También pensaba demasiado en la noche anterior, ¿por qué se comportó así con Spreen? fue tan.. placentero y a la vez confuso.

"Nunca había visto a Spreen de esa manera, pero.. ¿qué tal si lo hacía desde hoy? ¿sentiría lo mismo que sentiría si estuviera con Cellbit?" Se preguntaba Roier.

Desde ese momento, en medio de la calle, Roier decidió que.. no quería perder tiempo.

Por eso, fue corriendo a la florería más cercana y compró un ramo de margaritas.. perfectas. Ya eran las 2:55PM y estaba a unas dos cuadras de llegar a su destino.

Pensaba en que.. si las cosas no funcionaban... funcionarían con Spreen.

Llegó justo a tiempo a la plaza y ahí vió, estaba el hermoso chico, admirando la fuente de agua que estaba en el centro de la plaza.

Caminó hacia Cellbit sin que lo viera, para luego aparecer frente a él.. como si por arte de magia se tratara.

Continuará.

ste men xdxdxd no vuelvo a actualizarahrementira tenía el borrador y solo lo terminé,okchau
denle a favoritos o no vuelvo a actualizar