Mi Pequeña... | Edward Cullen

|Capítulo 2| Así empezó todo

Pasó un rato y Saray estaba riendo con sus amigas sentadas en el sillón, Edward estaba al lado de ella, las amigas de Saray sacaron una cajetilla de cigarros y le ofrecieron a Saray pero ella negó.

—¿No fumas?— preguntó un chico con una sonrisa burlona, Edward lo reconoció, compartía clase con él.

Saray miró el cigarro con un poco de presión en sus amigos y el tipo.

—No, ella no fuma ¿Por qué?— le preguntó Edward con el ceño fruncido, el chico se sintió intimidado por la mirada que le dió Edward, él cobrizo hizo que sus ojos cambiaran, de dorados a negros, el chico les quitó un cigarro a los amigos de Saray y se fue de ahí.

Los ojos de Edward volvieron a ser dorados— ¿Ni tampoco bebes?— le preguntó Sophie, Saray miró a Edward.

—Si bebes es problema tuyo pero piensa en el sermón que te espera en casa— le dijo Edward alzando los hombros en señal de ignorancia.

—¿Tienes cerveza?— le preguntó Saray a Lili, ella sacó una de la mesa que estaba cerca y se la pasó, Saray abrió la lata y bebió.

Así pasó el rato hasta que la pelirroja se encontraba bailando con sus amigas en el medio de la sala, junto con otros chicos y chicas, habían algunos que quisieron sobrepasarse pero Saray se alejaba, estaba riendo hasta que vió como una chica conversaba con Edward muy coqueta y alzó una ceja, el cobrizo cruzó miradas con ella y le mandó una mirada de "sálvame", ella sonrió divertida y fue a donde estaba Edward.

—Amor, ¿Me ayudas abriéndola?— habló Saray señalando una cerveza que estaba en una botella de vidrio, Edward asintió y lo hizo.

—¿Amor?— preguntó la chica confundida— ¿Es tu novia?

—Si, ¿Algún problema?— le preguntó Saray con una sonrisa burlona, la chica miró a Edward, él miraba a "su chica" totalmente enamorado. La otra chica indignada se fue.

—Gracias, pero ellas no me quitan la mirada de encima— susurró Edward cerca de su oído, Saray sonrió divertida al ver a otro grupo de chicas mirando con intensidad al cobrizo.

Se puso en puntillas ya que Edward era mucho más alto que ella y puso sus manos en la nuca de él para luego juntar sus labios castamente, Edward sorprendido devolvió el beso pero duró unos segundos, Saray cunado se separaron estaba levemente sonrojada y Edward tenía una sonrisa imborrable en el rostro, la pelirroja sólo para molestar más a esas chicas le robó un fugaz beso al vampiro y luego lo tomó de la mano para llevarlo a otra parte de la casa.

—¿Hacia dónde vamos?— le preguntó Edward.

"A fingir que hacemos lo que hacen los adolescentes "normales" en las fiestas" Pensó Saray con una sonrisa divertida.

Luego subieron unas escaleras dónde habían varias personas besándose o fumando, llegaron al segundo piso y fueron hacia una puerta que Saray sabía que era uno de los baños de la casa.

Cuando entraron Saray cerró la puerta con pestillo y abrió la cortina de la ducha para revisar si había alguien, no había nadie por lo que la volvió a cerrar.

—¿En serio nos vamos a quedar acá?— preguntó Edward.

—Si, así mis amigas no me harán un interrogatorio y a ti no te mirarán tanto las chicas.

Edward rió divertido.

—¿No vamos a hablar de que te besé, cierto?— le preguntó Saray.

—No tranquila, eso no fue nada— suspiró Edward y Saray asintió pero su sonrisa se borró.