|Capítulo 4| Desahogarse

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Edward volvió a Alaska y vió que la mayoría de los Cullen no estaban, sólo estaba Rosalie, Esme y Saray.

La rubia bajó las escaleras para contarle lo que había pasado, los ojos del cobrizo se oscurecieron de ira e iba a ir hacia Saray pero Rosalie lo agarró del brazo.

—Ella está con Esme, nosotros iremos a la casa de ese tipo— ordenó y fue la primera vez en la que Edward estuvo de acuerdo.

Corrieron por el bosque hacia un sitio que no tenía tantas personas ni casas cerca ya que ahí vivía gente con más dinero.

Mientras llegaban Rosalie le contaba todo, también le contó la transformación de Saray y lo que había desencadenado eso.

Cuando estaban en la casa del chico no sabían que harían pero tenían claro que él pagaría por lo que le hizo a Saray.

Al día siguiente.

Rosalie y Edward después de eso habían salido a cazar por lo que se demoraron mucho pero en la mañana del día siguiente llegaron, vieron que Saray estaba en la cocina sola, Carlisle había salido a trabajar y Alice con Jasper y Emmett habían ido a la escuela, intentaron negarse pero Esme no los dejó faltar.

Saray antes de que Edward entrará a la cocina sintió un aroma maravilloso, su loba por una extraña razón estaba ansiosa, cuando él cruzó la puerta se dió cuenta el porqué, conectó miradas con el cobrizo y supo que ni él ni ella podrían negar nada.

Había encontrado a su impronta.

Luego la pelirroja saltó de la silla y lo abrazó, aferrándose a él como si todo dependiera de eso, él la abrazó devuelta y la acurrucó en su pecho. Pasaron los minutos en el que siguieron así hasta que ella rompió el silencio.

—¿Qué hicieron con él?— le preguntó en un susurro sabiendo que Edward y Rosalie se habían encargado.

—No volverá a hacerte daño jamás— Edward se limitó a decir eso.

—¿No me contarás más?

—Créeme, no querrás saber con detalle todo lo que pasó.

Rato después.

Saray le había pedido a los Cullen que no comentaran nada sobre lo que pasó ya que ella quería olvidarlo, estaba en negación con lo que había pasado.

Estaban viendo las noticias hasta que salió algo que les llamó la atención.

—"Encontraron al hijo menor del conocido abogado, Marcos Miller muerto dentro de la casa de éstos, hay rastros de que desconocidos entraron a la casa y torturaron al chico hasta la muerte para luego quemar la casa. Para más información consulte en nuestra página web...."—

Escucharon la noticia y vieron fotos del chico que mostraban mientras la reportera hablaba, Rosalie y Edward se miraron y luego miraron a Saray, la chica se levantó del sillón y bajó las escaleras del segundo piso, escucharon como la puerta se cerraba y ella se transformaba para luego correr al bosque.

Al día siguiente

Los Cullen "menores" estaban en la escuela de Alaska, habían entrado con normalidad pero esta vez Edward estaba más pendiente de Saray de lo que siempre estaba.

La adolescente entró al casino junto con Edward después de que entraran sus hermanos y fue a la mesa en la que estaban sus amigos.

—¿Supieron?— preguntó Sophie antes que nada.

—¿Qué cosa?— preguntaron Luke, Victor, Lili y Lisa.

—Mataron a Alexander Miller, el amigo de Saray— contó Sophie con una mueca en el rostro.

Mi Pequeña... | Edward Cullen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora