|Capítulo 5| Vampiros

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Habían unas semanas después de eso y Saray estaba viendo películas de vampiros en una de las salas principales de la casa, los Cullen (a excepción de Carlisle y Esme) estaban viendo la película con cara de espanto.

—¿Así nos representan?— preguntó Rosalie ofendida.

—Es absurdo— acotó Alice con el ceño levemente fruncido.

—Pero es más divertido que no poder volar y brillar en el sol— se burló de lo último, todos los vampiros de esa habitación miraron mal a la pelirroja, Emmett rodó los ojos con una sonrisa divertida— ¿Miento?

—Por lo menos no tenemos olor a perro mojado— bromeó Rosalie y la sonrisa en el rostro de la humana se borró para fulminar con la mirada a la vampira.

"Pero yo no tengo olor a muerto" Pensó Saray.

—¿Por qué no lo dices en voz alta?— le preguntó Edward un poco ofendido.

—No te ofendas que no va para ti— rió Saray divertida.

Todos miraron confundidos.

—Piensa que tenemos olor a muerto— acusó Edward mirando burlón a su compañera, ella lo miró indignada, Emmett soltó una carcajada por la reacción automática de su "hermana".

Alice y Jasper miraban divertidos— Nosotros nos vamos, "mátense" entre ustedes— dijo la duendecillo para tomar la mano de Jasper y que los dos se fueran al garaje, Alice quería ir al centro comercial.

—Si tanto te molesta nuestro olor a muerto podrías....

—Rosalie— la interrumpió Edward.

—Era sin enojarse— rió Saray, Emmett sonrió divertido para luego mirar a su esposa que no despegaba la vista de la pelirroja, mirandola con el ceño fruncido — ¿Te han dicho que das miedo cuando te enojas, Rose?— preguntó mientras miraba las paredes fingiendo demencia.

Emmett aguantó la risa y a Edward se le escapó— ¿Eso sería siempre?

—Ustedes dos son insoportables juntos— se quejó la rubia mirándolos mal—, la mala junta te está haciendo mal, Saray— se burló para luego pararse del sillón e irse a su habitación que compartía con Emmett, el grandulón se rió entre dientes para luego seguir a Rosalie.

—Tu no eres insoportable— le dijo Edward de una forma cariñosa a Saray ya que la chica era sensible y esos días estaba peor.

—Tu si lo eres— bromeó riendo entre dientes, el vampiro la miró ofendido y la tomó en brazos, para luego correr a velocidad sobrenatural y empujarla a la cama. Saray rió a carcajadas mientras Edward le hacía cosquillas.

Días después.

—No puedo creer todo lo que tenemos que estudiar— se quejó Lisa mientras entraba a la casa de los Cullen seguida de Saray.

—No es un tema tan difícil...— Saray intentó ser un poco positiva.

—Claro, tu lo dices porque Edward sabe matemáticas y te explica, pero el idiota de mi hermano no sirve para nada— se quejó Lisa.

Saray rió por eso— No le digas idiota a tu hermano— la reprochó.

—Tu lo dices porque a ti te trata bien, a mi solo falta que me asfixie con una almohada mientras duermo.

La pelirroja volvió a reír mientras subían las escaleras, en el segundo piso se encontraron con Edward, Emmett y Rosalie.

Los tres discutían sobre un tema desconocido para las dos chicas. Rosalie estaba de brazos cruzados con el ceño fruncido mientras que Edward estaba completamente tenso fulminando con la mirada a Rosalie, y Emmett estaba con el brazo en la cintura de su esposa, su agarre se notaba que estaba fuerte, seguramente Rosalie había querido pelear con Edward.

Mi Pequeña... | Edward Cullen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora