†~11~†

10 3 0
                                    

Zerø

Hoy la Luna estaba de un amarillo muy extraño.

Casi parecía que iba a teñirse de rojo, y me preguntaba si porque ya estábamos cerca de nuestro cumpleaños o qué. No lo sabía, solo sé que era algo inusual.

Todo había estado bien acá, me había encargado de ignorar todo lo que pasaba y ponerme con mis responsabilidades. Fiore no había vuelto así que no pude hacer preguntas, lo cuál a la vez era algo extraño. Ella siempre venía a revisar que todo estuviera bien.

Mi vista estaba en el suelo mientras me memorizaba el juramento que tendría que hacer el día de mi cumpleaños cuando me volviera líder hasta que escuche una voz.

— Oh no, ya te pusiste en eso... – Era Zack, no venía muy animado hoy –

— Tengo qué, es...

— Es tu responsabilidad, ya lo sé. – no dejó que terminará – Zerø, pensé que estabas en contra de esto, que estarías buscando una forma de evitarlo y al parecer veo que te han convencido.

— No lo hacen, pero... Si no encuentro la forma de evitarlo voy a estar atrasada en esto. – giré mis ojos con algo de fastidio. –

— ¿Y sí mejor salimos un rato? Distraete, te hará bien. – me da una sonrisa a boca cerrada –

Me lo pensé hasta que acepté, me puse de pie y salimos del refugio.

Aunque la luz de la luna y su color me seguían extrañando un poco.

Grace

Ya casi es tiempo...

Sé que dije que odiaba mi cumpleaños, pero está vez tenía un plan, no se lo comenté a nadie porque no quiero que lo arruinen.

Ese día mis poderes van a crecer, y justo, ese día Zerø será proclamada como líder.

¿Que pensarán los cachorros si mato a la nueva líder tan pronto?

Noté que Seven me miraba extraño así que sonreí de lado para seguir mirando por la ventana.

— ¿Todo bien, bonita? Estás como... Muy distraída. - se acerca parándose a mi lado. -

— Si, claro, solo veo la Luna, está extraña hoy, ¿No crees?

— Si, lo noté.

Hubo un rato de silencio. Luego él volvió a hablar.

— ¿Sigues molesta con Spears?

— Pff... – bufé rodando los ojos. – No.

Ni siquiera lo miro al decirlo.

— Sabes que sé cuándo mientes. Ya deberían arreglarse, son familia.

— Tal vez luego. – mis respuestas muestran mi poco interés con eso. –

No está en mis planes por ahora, la he dejado salir sin que nadie la vigile a pesar de que sé que puede meterse en problemas, ya creo que eso es mucho.

— Como digas... Yo iré a ver cómo está.

Dijo desapareciendo de mi vista.

Es increíble como puede parecer tan frío, pero no es así, no del todo, lo amo por ello.

Decidí salir un rato, iba volando sintiendo la brisa fría en mi rostro, me detuve y me senté en un tronco.

Estaba descansando y escuché el crugir de unas ramas lo cual hizo que me pusiera en alerta, al darme cuenta de quién era baje por completo la guardia. Me había alejado un poco del bosque y estaba cerca de uno de los pueblos humanos que había y justo ahora una pequeña me estaba mirando con miedo.

— Hey, no te haré daño... No te asustes – le sonreí, no era mentira, no le hago nada a los niños pequeños.–

— Eres una vampira?... – me dijo la pequeña de unos ocho años –

— Si, lo soy... Pero, no debes preocuparte linda, ya me voy. – doy cortos pasos a atrás hasta que vuelve a hablarme. –

— Mamá dice que los vampiros son peligrosos... ¿Por qué no pareces serlo?

— Porque no te haría daño, eres una pequeña. – seguí sonriendo. –

— Pero las personas adultas también fueron pequeñas... Osea que, ¿Cuándo crezca si me harías daño?

Eso era verdad, pero es que los necesitaba para alimentarme, pero ver a la pequeña ahí asustada, no tuve el corazón. Me acerqué lentamente para no asustarla.

— Te prometo que no te haré nada, y si lo intento porque no te reconozco, solo dime qué eres la niña que encontré en el bosque, ¿Te parece?

Ahí sonrió y asintió.

— Y por cierto, no deberías andar sola por aquí, ve a casa.

— Está bien, gracias por no hacerme daño. – andaba muy sonriente. –

— No te preocupes, un gusto, eh... – me lo pensé –

— Summer, Me llamo Summer. – dijo con una sonrisa brillante –

—  Un gusto pequeña, yo soy Grace, no lo olvides. – le guiño el ojo y la veo alejarse, no puedo evitar la sonrisa, era muy bonita, enserio nunca le haría daño, y espero nadie lo haga, sentí una conexión con ella. –

Decidí volver al castillo y encerrarme en el sótano un rato, sentía un dolor de cabeza extraño de repente así que por si acaso era mejor estar encerrada, al menos descansaría un rato.

Fiore

Estaba dando vueltas en mi casa, se acercaba el día, tenía un mal presentimiento y para despejar mi mente decidí salir, tal vez hablar con alguien me ayudaría.

Abrí la puerta y baje volando hasta tocar el piso (sí, mi casa estaba en un árbol, un sauce de hojas azul celeste, no muy típico). Empecé a caminar viendo las luces, las lámparas que habían hecho otras hadas quedaban muy lindas con los árboles florales, no sabía que iba a hacer pero seguro encontraría la forma de no pensar.

Escuché el relinchar de un caballo y sonreí, ahí estaba mi distracción. Quité mi sonrisa antes de que pudiera verme.

— Zayker – lo saludo haciendo un leve asentimiento de cabez. – ¿Qué haces por aquí?

—  Hola, Fiore. Pasaba solamente, o... ¿Acaso no puedo ver a el hada más inteligente de todo el bosque?

Yo solo sonreí de lado, movía mis dedos entrelazandolos y soltandolos, él se me quedó viendo y me habló de repente.

— Algo te pasa, ¿Qué es?

— Eh? – pestañeo varias veces. –

— Estás jugando mucho con tus dedos, algo te preocupa - afirma - y no es un secreto que tienes muchas responsabilidades, déjame ser yo quien te ayude está vez.

Creo que me sonroje un poco así que desvío la mirada.

— Estoy muy preocupada, siento que algo malo va a pasar cuando Zerø y Grace cumplan 118 años.

— La vampiresa y la chica Lobo? – preguntó él tratando de entender. –

— Ellas, a ver tu proteges el bosque, a los humanos y a las criaturas, sabes la historia, y ellas dos digamos que aveces parece que quieren repetirla. – ruedo los ojos y suelto un suspiro cansado. –

—  Entiendo, ¿qué más? – me invita a seguir hablando mirándome con una sonrisa.–

— Que les estoy ocultando algo Zayker, algo que nadie puede saber y es demasiado para mí, pero no puedo.

— Que nos estás ocultando Fiore? – escuché la voz de Zerø a mi lado y cuando me voltee ella y Zack estaban mirándome confundidos. –


Ay no, Ahora que hago?...

Oscuridad e Invierno. [Saga Secretos #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora