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Fiore

No me gustaba la forma en la que me trataban ahora.

Dolía pero sé que me lo busqué.

Cómo explicarles que va más allá de lo que yo puedo manejar? Que no es algo que pueda decirles...

Si tan sólo...

Negué sacándome de mis pensamientos, seguí haciendo crecer las flores  para luego crear lámparas con luz de hada.

Escuché el relinchar de un caballo y supe quién era.

Alcé mi rostro y lo ví, le dediqué una sonrisa y Zayker me la devolvió bajando de su caballo y agachándose frente a mí.

— Como sigues después de lo de la última vez? – me pregunta observando lo que hacía. –

— Mal, no me gusta ocultarles cosas. – le digo siguiendo con la lámpara. –

— Y por qué no solo les dices? – pregunta él con un tono suave. –

— No puedo! – digo soltandola y me levantó llevando mis manos a mi cabeza. El también se levanta cuidando que estuviera bien. – Zayker, no puedo, es que lo prometí, fue un juramento que no puedo romper.

El se veía confundido.

— A quién? – pregunta y yo suspiré negando poniendo mis manos en la cara, mi silencio le dió a entender que no podía decirlo, no podía decir nada. – Entiendo.

Me rodea en un abrazo el cuál correspondí y veo como la lámpara se levanta del piso y la pone en la mesa, moviendola con la mente. Yo reí un poco.

— Que haces? – le preguntó al ver que hace eso –

— Está muy linda como para estar tirada en el piso. – se separa del abrazo y me mira. – Igual que tú, eres muy linda para sentirte mal por eso. Lo vas a resolver, por ahora quizás solo debas pedir disculpas.

Estaba segura de que me había sonrojado, pero no quise preguntar.

— Gracias – dije con una sonrisa. –

Nos habíamos quedado mirándonos hasta que el aclaró su garganta y desvío la mirada.

— Si quieres te acompaño al refugio de los lobos, seguramente si le explicas un poco te entenderá. – me dice medio serio. –

Yo asentí. El tomó las riendas de su caballo y me miró.

— Quieres que te lleve o prefieres caminar? – me dice alternando la vista en mi y en el caballo. –

Me lo pensé por un momento y luego sonreí.

— Nunca me he subido en un caballo. – digo con la sonrisa y subiendo un poco los hombros.

Pésima idea.

Tenía abrazado a Zayker de la cintura con algo de fuerza por la velocidad en la que iba. Mis ojos estaban cerrados con fuerza.

— Relájate, no te vas a caer. – me dice con un tono alegre. Veo que a él si le gustaba. –

— Y si sí? – le digo abriendo un solo ojo para mirar. –

— No te dejaría caer, y así averiguaría si eres pesada para mí telequinesis. – dijo riendo un poco y yo reí igual.–

Me relajé un poco más mirando al rededor, mi cabello se movía por el viento y se sentía bien. Miré o mejor dicho admiré a Zayker por unos segundos hasta que me miró de reojo y voltee la mirada.

— Vez que si te relajas es divertido. – me dice –

— Tienes razón. – le digo asintiendo. –

Tal vez no era tan pésima idea.

Llegamos al refugio de los lobos.

Zayker bajó primero para luego ayudarme a bajar tomándome de la cintura. Esto me ocasionó cierto escalofrío al cuál no le di importancia y le agradecí.

— Tranquila, debo irme, ten cuidado cuando vuelvas. – me dice –

— Lo tendré, nos vemos. – el asiente y se sube al caballo, cuando va a empezar a cabalgar lo llamo. –

— Zayker!... – el se voltea y por un momento me quedó en silencio. – Solo... Cuídate también.

El me sonríe y se aleja en su caballo. Tomé una respiración profunda y solté un suspiro largo. Escucho los pasos y veo al líder de los lobos. Ambos hacemos una leve reverencia.

Y de repente hace una pregunta que no esperaba.

— Y Zerø? – me dice mirando detrás de mí –

— No estaba aquí? Venía a hablar con ella. – le digo.–

— No, ella se sentía mal. Dijo que iba a verte para ver que podían hacer. – dijo él. –

Mi rostro mostraba total confusión y más que nada extrañeza. Él estaba igual de confundido que yo.

Escuchamos los pasos corriendo y pude saber que eran ellos. Me crucé de brazos y enarque una ceja cuando estuvieron frente a nosotros.

Sus caras demostraban miedo total.

Habían mentido y ahora estaban atrapados.

— Se puede saber dónde estaban? – les digo algo seria –

— Si, se suponen que iban a ver a Fiore. – les dijo el líder detrás de mí.–

— En eso estábamos. – dijo Zack –

— Y nos dijeron que no estabas, que habías venido. – dijo Zerø, la miré con sospecha, no pude notar la mentira, excepto que ella estaba molesta y está vez no lo demostró. –

— Y por qué querían mi ayuda, ambos parecían molestos conmigo. – digo buscando algo que los hiciera delatarse. –

— Que estemos molestos no significa que voy a dejar que me pase algo. – dijo Zerø –

— Yo te veo bien. – insistó. –

— Ay, es que tampoco nos puedes ayudar en esto? – dijo Zerø mirándome fijamente.–

— No es eso. – digo negando. –

— Pues si eres el hada más sabia, antigua y poderosa porque no notas que es porqué me debilitó usar tanta fuerza. – me dice bruscamente. – fuerza que tuve que usar porque tú no nos defendiste de Grace.

Está mocosa...

Respiré para no perder la paciencia.

Zack a su lado estaba muy callado y el líder tenía una expresión molesta, seguro no le gustaba la manera en que Zerø me estaba hablando.

— Zerø, podemos hablar solo tu y yo? – le digo intentando que esto no pase a mayores. –

Ella me mira fijó y luego sube los hombros. Empieza a caminar.

— Sígueme. – dice entrando al refugio.–

Voy detrás de ella a su habitación para hablar.

Espero deje de acusarme, espero me escuche.

Espero deje de odiarme.

Lo haría o todo esto se volvería peor?...


Oscuridad e Invierno. [Saga Secretos #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora