Oscuridad e Invierno. [Saga Secretos #1]

†~27~†

Grace

Al día siguiente me decidí, ella no se veía a gusto, incluso si me fijaba tenía marcas en los brazos.

Tenía que salvarla...

Subí las escaleras del sótano, al llegar al salón ví a Seven.

— Cariño, me acompañas? – le digo –

— ¿A dónde, Vampiresa? – me dice con una sonrisa de lado. –

— Necesito ayudar a alguien. – digo manteniendo una expresión seria. –

— Tu? Ayudando? – enarca una ceja y yo ruedo los ojos. – Es broma, a quién?

— Una niña, la misma que ustedes vieron. – le explicó – se la quieren llevar pero presiento que sus padres le hacen daño.

Su rostro cambia completamente, la rabia se nota y sus músculos se tensan.

— Vamos. – dice afincando las palabras. –

Salimos del castillo, fuimos con velocidad. Ella me dijo que iba a estar ahí, tengo que sacarla de ese pueblo.

— Estás segura que va a estar? – me pregunta –

—  Eso espero, ella siempre está ahí. – digo soltando un suspiro.–

— Cuántas veces has venido a verla? – frunce el ceño–

— Que importa? – digo negando. –

Ya estábamos cerca.

Pero...

No estaba.

— No... No, no, no. – niego con pánico. – debemos buscarla, tiene que estar, verdad? – iba a avanzar y sentí un fuerte agarre en mi brazo. –

— No. – me dice y lo miro con rabia. – No voy a dejar que te arriesgues, bonita.

— No puedo dejar que le pase nada... – le digo con odio. –

— Apenas la conoces, no puedes arriesgar tu vida por una niña. – me dice casi gritando. –

— No es solo una niña! – le gritó con más fuerza y retrocede. – Por una vez puedes dejar de decirme que es lo mejor?

— ¡No quiero perderte, Grace! – me grita. –

— No va a pasarme nada. – me tapó la cara con desesperación y rabia. –  No entiendes? No puedes controlar mi vida, no puedes protegerme, por qué lo sigues intentando?

— Porque te amo! – me dice. – Puedes no ser tan cruel conmigo?

— Entonces déjame hacer esto, puedes dejar tu devoción por un maldito momento? Si me pasa algo es porque tuvo que pasar, se suponía que venías a ayudar. – le grité. –

Se quedó en silencio y bajó la cabeza.

Negué y salí corriendo al pueblo.

Muchos ya me conocían por ser una vampira y salieron corriendo aterrados de mí.

Dónde estaba? Y si ya se la llevaron? No, no puede ser...

Una chica del pueblo me miraba con miedo.

— Conoces a Summer? – le pregunto y ella asiente con miedo. – sabes dónde está?

— Y-ya se fueron del pueblo. – me dice con miedo. – Se fueron en la mañana...

No la salvaste.

Me tensé y apreté los puños, la chica salió corriendo aterrada.

Le lancé un puñetazo a un árbol cercano que lo derribó e impulsó hacia atrás.