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Fiore

Busqué a Zerø en el refugio, no estaba...

Seguramente escapó, o... ¡Agh! ¿Por qué esto tiene que pasar justo ahora?

Tomo los bordes de mi vestido corriendo hacia afuera y veo a todos murmurando, fruncí los labios y me pare frente a todos.

— Yo me encargaré de buscar a Zerø, ustedes no se muevan de aquí y estén preparados para cualquier cosa. – digo con fuerza y veo como Zack me mira con el ceño fruncido. – eso te incluye.

El rueda los ojos. — Como sea.

Cuando iba a salir a buscarla el líder de los lobos me detuvo sujetando mi brazo.

— Encuéntrala. – me dice algo bajo. –

— La encontré varias veces, no importa cuánto intenté irse, volverá mientras sea parte de ustedes, y después de la ceremonia ya no habrá vuelta atras. – le digo seria. –

Me suelta y salgo corriendo por el bosque, negué, no queria hacerlo, no quiero obligarla pero...

Iba a sacar mis alas y volar cuando escuché el relinchar de un caballo y me frené, al mirar a un lado ví a Zayker acercarse preocupado.

— Fiore? – me dice y se baja del caballo, yo corrí y lo abracé. – Hey, ¿Que pasó? La última vez que me fui sé que todo estaba muy tenso.

— Está peor... No quiero hacer esto, están llamando a una guerra. – digo bajando la cabeza y luego suelto un suspiro de frustración. – ¡y tú no estabas!

Él se mantiene calmado. — Sabes por qué, sabes que vengo solo a ver qué todo esté en orden, a tratar de que el bosque esté en orden porque son las órdenes que me dieron... – el toma mis manos. – Allá te extrañan mucho, y hay muchas hadas nuevas que viven allá y sería estupendo que volvieras y les enseñarás de magia. – me dice con una sonrisa. – Puedes escaparte de todo esto.

— No puedo... – digo casi en un susurro apretando sus manos. – Yo te... Te recomiendo que no me hagas ir en contra de lo que prometí, volveré cuando así lo vea necesario.

El frunce los labios, evitando decir algo, suelto sus manos aunque no quiero.

— Tengo un trabajo que hacer. – digo seria –

El asiente. — Voy contigo. – dice tomando las riendas del caballo y se sube. –

Cuando veo su seña de que haga lo mismo lo hago y le digo por dónde ir.

Si no está en que Grace... No sé dónde esté.

Zerø

Para este punto ya Seven estaba en el ático con nosotras, también shockeado ahora mirándonos a Grace y a mí al mismo tiempo.

— A ver, eso explica porque hasta los vestidos son iguales. – dice enarcando una ceja. –

Yo lo noté cuando la luz  fue más en el ático.

Grace soltó un bufido negando y yo estaba sentada en el piso aún mirando el cuadro.

— Es que aveces tienen comportamientos parecidos. – dijo Spears de brazos cruzados. –

— No es cierto.

— No es cierto.

Dijimos al mismo tiempo y nos miramos con el ceño fruncido.

— No nos parecemos.

— No nos parecemos.

Pasa de nuevo y yo me alejo un poco.

Oscuridad e Invierno. [Saga Secretos #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora