AMOR, AMOR 𝑓𝑡 matias recalt.

I

Ella ya estaba preparada y maquillada para salir. Se había arreglado con algo tranqui pero que la hiciera resaltar del resto, siguiendo lo pedido para el casting que iba a hacer. Cher salió de la casa, no sin antes saludar a Pepper, su gato.

Caminó las pocas cuadras por la avenida hasta que llegó a la parada de colectivo. Se sentó y se puso los auriculares para escuchar música. Para iniciar el viaje empezó a sonar "Lover" de Taylor Swift.

Cher no era swiftie pero soñaba con su lover era, era una enamorada del amor. Cuando llegó el bondi el tema ya había terminado.
Durante el viaje miraba a la ventana, viendo a las personas, pensando en cuando tendría a su lado al indicado.

Al llegar a la parada se bajó justo en una pizzería, como le quedaba tiempo y era el horario perfecto decidió entrar y sentarse en una de las mesas con ventana. Pidió dos porciones de muzza al camarero y siguió con los auriculares, escuchando "Don't blame me", otra vez de Taylor.

Miró al interior de la pizzería y vió que un chico se estaba ahogando, pensó que no era algo grave así que rió un poquito, hasta que se dió cuenta que el chico se desvanecía.

Corrió lo más que pudo y le dió un par de golpecitos en la espalda pero parecía no responder, así que empezó a aplicarle la maniobra de Heimlich. Él pudo largar el pedazo de jamón con el que se había ahogado y logró dar una gran bocanada de aire. Cher se sacó los auriculares y se sentó al lado para fijarse que estuviera bien.

— Gracias. —él se giró a mirarla, todavía muy débil. — Soy un boludo, perdoname por hacerte perder tu tiempo.

— Sí, sos medio boludo. —le respondió ella con una sonrisa, él se rió bajito. — Tranqui, tengo como media hora al pedo.

— Ah, no estabas muy apurada entonces, te entretuve el mediodía. —ella asintió sonriente. — Te invito una pizza, por salvarme la vida viste.

— Bueno dale. —la pelinegra se encogió de hombros y guardó sus cosas. — ¿Cómo te vas a ahogar con jamón?

— Y bueno, se me fue la feta. —el chico se rió entre gesticulaciones con las manos. — Que vergüenza.

Cher se rió y a los pocos minutos les trajeron la pizza que él había pedido antes de lo sucedido. ¿Dos pizzas come este chico? Pensó ella.

— ¿Te ahogaste con jamón y pediste otra de jamón? —ella se rió haciendole burla. — Guarda no te vas a ahogar.

— Ja, ja. Re graciosa sos. —el chico cortó la pizza y le sirvió un pedazo. — Me llamo Matias.

— Cher. —le sonrió mientras le servía gaseosa—.

— Que nombre yankee que tenés. —él levantó una ceja y tomó un trago para después agradecerle el gesto. — Medio muy.

— Sí mal, mis abuelos son yankees.

— ¿A dónde vas después, gringuita? —él sonrió y dejó el vaso en la mesa—.

— Voy a hacer un casting por acá. —ella dijo y él abrió los ojos con una gran sonrisa. — ¿Por?

— ¡Mepa' que voy al mismo! —Mati le dió un golpecito suave en el hombro. — Imaginate que quedamos los dos.

— Ojalá, estaría divertido.

Los dos se quedaron charlando un rato y comiendo la pizza hasta que ya casi era la hora y tenían que irse. Él le dijo la dirección a la que tenía que ir y efectivamente iban al mismo. Matias estaba contento y la contagió a ella mientras caminaban a la par.

Llegando al lugar ambos estaban super nerviosos pero se adentraron sin problemas a presentarse y mostrar lo que habían llevado preparado además del material que habían tenido que entregar antes.

Cuando terminaron los dos se encontraron a la salida. Él sonrió una vez más y le pasó un papel con su Instagram.

— Después avisame si quedaste. —él le dió un beso en el cachete como despedida. — Un gusto conocerte, chau.

— Chau.

Ella le sonrió una última vez antes de irse para el lado contrario de él, suspirando por la cantidad de coincidencias que pasaron en tan poco tiempo. Sin duda iba a volver a hablarle mientras esperaba el mail de la productora.