En algún lugar en medio de la nada.

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Jeff.

Mire de nuevo lo último de mi departamento y empaque algunas prendas más, eran apenas las diez de la mañana pero debía irme ya si no quería agarrar demasiado tráfico para llegar a la provincia, el viaje no sería pesado, solo seis horas de recorrido, tendría que pasar por alguna tienda de conveniencia para comprar algunas botanas y bebidas.

Camine directo a mi tablero de investigaciones, aún estaba lleno de cosas del último caso, respire con pesades y algo dudoso empaque todo del tablero y lo guarde en mi maletín personal, incluso guarde los archivos de la estación que no había regresado, técnicamente estaba de vacaciones obligadas por el último caso, pero no estaba terminado, aunque ese fuera el dictamen final.

El caso estaba cerrado pero yo estaba seguro de que eso no era así, la última pista me hacía pensar que esto no había acabado aunque todo indicara que sí, podía sentirlo, era algo que no podía explicar lógicamente pero estaba viviéndolo, algo dentro de mí se movía inquieto esperando, tome el último de los fragmentos de entrada al blog del asesino y lo mire de nuevo, era inevitable, nadie confiaba en mi instinto así que solo me quedaba hacerlo solo.

La presa lo había llamado de muchas maneras, el pintor asesino, el artista y el asesino de la media noche, todos esos nombres solo le daban credibilidad a un hombre que solo era un asesino en serie, le daban un rostro a alguien que la policía en realidad no tenía la menor idea de quien era, solo yo lo sabía.

Sin querer pensar demasiado en eso tomo mis cosas y salgo de mi departamento subiendo a mi carro dirigiéndome a mi pueblo, sin esperar más emprendí camino, era extraño regresar, aún recuerdo cuando me fui apenas cumplí los dieciocho años, quería seguir mis sueños y ser policía en el pueblo, vivir en la costa me gustaba y era algo que siempre quise, jamás pensé que mi vida cambiaria tanto luego de que mamá se volviera a casar, después de eso la idea de una vida en la costa se convirtió en la nada, salí corriendo prácticamente de casa en cuanto las cosas se volvieron tan mal.

Ahora que regresaba no estaba seguro de si debía hablar con mamá para decirle que nos viéramos, al final decidí que no era necesario, ella no estuvo para nosotros luego de salir de casa, entonces no le importaría ahora, no quiso asistir a ninguna graduación ni a mis promociones en el trabajo así que no valía la pena.

Solo continue con el recorrido y pare antes de salir a carretera, compre algo de comida y bebidas, pague con mi tarjeta y de nuevo emprendí el camino, mientras avanzaba y me adentraba más a mi pueblo una sensación extraña he incomoda me invadió, no quería regresar, no estaba en mis planes y sin embargo aquí estaba, volviendo, solo suspire y me dirigí al motel cerca de la zona centro, era pequeño y con pocas comodidades, pero era el único en el que me sentía cómodo debido al poco personal que había.

Estacione en la zona frente a las habitaciones y baje del carro caminando a recepción, dentro me acerque al escritorio principal y hable con el hombre para pedir habitación.

— buenas tardes bienvenido — era un adulto mayor, su cabello estaba escaso y tenía una postura algo encorvada

— buenas tardes, quisiera una habitación por un mes por favor — pedí sacando mi cartera, no quería dejar mi tarjeta así que pagaría en efectivo

— si claro, ¿a qué nombre hago la reserva? — pregunto

— Neo — dije sonriéndole de regreso, el hombre me miro curioso, pero igual me dio la tarjeta y me indico el costo total por la estadía, solo le di el dinero en efectivo y tomé la llave — gracias

— que pase una buena estadía — contesto

Salí de la recepción y subí a mi carro estacionando frente a la habitación de un lado, tomé mis cosas y entre a la habitación, primero que nada comprobé que estaba vacía y solo entonces me organice para acomodar mis cosas, saque de mi maletín personal el tablero de evidencias y comencé a acomodar las cosas, fotos de sus anteriores asesinatos y algunas evidencias que habíamos encontrado, era todo tan perturbador pero estaba comenzando a acostumbrarme a revisar tantas veces esas mismas esculturas que comencé a dejar de sentir repudio, ahora solo sentía genuina curiosidad, todo podría significar una pista, en cada asesinato enmascaraba su próxima víctima o su próxima ubicación, también coloque los fragmentos de textos o de pinturas que subía en su blog, un horrendo sitio web que aunque la policía había bajado varias veces seguía apareciendo en servidores en Turquía, México y Estados Unidos, siempre en lugares distintos y países lejanos.

El asesino de la media noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora