El inquilino de la habitación 203.

83 17 0
                                    

Barcode.

Suspiro profundo y miro de nuevo mi reloj, es casi hora, nervioso me dedico a limpiar la barra mientras pienso en si de verdad vendrá y si tal vez debería de estar ya calentando su café, solo puedo pensar un par de cosas más cuando lo veo entrar por la puerta, casi arrojo el trapo de la barra acercándome rápido a la caja para atenderlo.

— buenos días — dijo sin mirarme, solo se quitó el cubrebocas dejándome ver levemente su rostro — un ...— no lo deje terminar

— descuide lo tengo — dije sonriéndole, él solo asintió y se alejó dejándome a solas, rápido comencé a preparar su pedido, era un hombre puntual, había llegado a la provincia apenas hace dos semanas y estaba en boca de muchos, no se veía mucho de su rostro, era reservado y muy específico, de reglas concretas y formas muy serias, a pesar de no saber mucho de él o de no haber visto mucho de su rostro la mayoría de los solteros lo deseaba, yo no podía evitar pensar en que había algo sexy en su mirada escondida debajo de su gorra y un cubrebocas a medias.

Cuando su pedido estuvo tome una galleta de chocolate blanco con trocitos de nuez y lo lleve junto a su café a su mesa, al verme el chico solo tomo su café y se puso de pie dejando el dinero exacto, no dijo gracias, no dijo adiós o dijo nada, solo se fue dejando la galleta en la mesa, decepcionado la tome y la deje en la barra de galletas de nuevo.

— hasta a mí me dolió — dijo Fourth riéndose levemente, él era mi mejor amigo y compañero de trabajo, habíamos estado juntos en la primaria, secundaria e incluso estudiamos en la misma universidad carreras diferentes.

— es un imbécil – dije suspirando pesadamente

— olvídalo, tal vez es serio, no dejes de intentar, aun no te rechaza — dijo palmeando mi espalda

— si bueno ni sabemos si vale la pena — conteste riendo levemente encogiéndome de hombros

— ya te dije que la señora Ling lo vio el otro día sin cubrebocas y sin gorra, dice que es un bombón, por eso ha estado llevado a su hija al trabajo — dijo limpiando la barra de su lado, la señora Ling era mucama en el hotel Condor, donde el misterioso hombre se estaba quedando, hasta había divulgado que era la habitación 203, porque no la dejaba pasar a limpiar, él lo hacía de manera eficiente y diligente

— esa mujer es una chismosa — dije con mueca de disgusto, le encantaba esparcir rumores de la gente, incluso de mi había dicho cosas en su momento

— pero es asertiva — dijo Fourth encogiéndose de hombros

— olvídalo, solo limpia — dije riendo

Mi amigo era un recién egresado en derecho, pero en la provincia no había mucho que hacer, no se requerían muchos abogados así que a falta de trabajo ahora estaba conmigo en este lugar como barista, yo por mi parte era musico, amaba cantar, subir a un escenario y componer música, era mi pasión, pero igual que mi amigo, en la provincia no había muchas posibilidades, mucho menos alguna discográfica.

Continue limpiando mesas y atendiendo en barra hasta que vi a Jessi entrar al lugar, me salí de barra y lo abrace fuerte, mi amigo me sonrió y me abrazo de regreso, Fourth también se acercó a abrazarlo.

— ¿Qué haces aquí? — pregunte sonriéndole, los tres éramos amigos desde hace varios años así que estaba emocionado de verlo de regreso en la provincia

— ¿no puedo volver antes? — pregunto casi indignado — tengo la exposición en dos semanas y preferí venir antes — contesto algo decaído, Fourth lo abrazo suave

— es verdad, lo había olvidado — conteste apenado

— no puedes olvidarlo, prometiste tocar algo de música ese día — dijo sonriéndome levemente

El asesino de la media noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora