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Aviso a la comunidad, antes de empezar el capítulo.

Este es un especial por el capítulo número 40, tiene algo de contexto de la historia pero no involucra a nuestros amados protagonistas.

Son sucesos que estan llevando a cabo lo que es hoy, y por que las cosas son como son en el presente, asi que sin más que decir.

¡Espero les guste!


Narrador Omnisciente

–¡Es un rotundo No!– gritó, aquella señora rubia (artificial) realmente molesta –Ya te había dicho que yo no quiero ver a esa muchacha cerca de tí y de mi casa, ¿o es que acaso quieres que te lo explique con manzanas?–

–Mamá, y-yo solo– suspiro– Quiero ser feliz con ella, ¿pido mucho?– habló con la voz temblorosa aquel niño castaño.

Aquel niño, era bien sabido que habia nacido en cuna de oro, por todo era consentido, todo le compraban, todo le hacían con tal de verlo feliz. Tal vez su madre esperaba que se buscara una pareja del mismo nivel que el.

Grande fue su sorpresa cuándo lo sorprendió viéndose con su actual novia, una semana después que los había visto, decidió preguntar todo sobre ella. Pero el niño, ya sabia como era su madre, de materialista y solo le importaba el que dirán de la gente asi que puso manos a la obra y se dedicó a investigar a la dichosa chica.

–¡Ya no tengo 10 o 15 años, ya tengo 18! Ya soy grande y se lo que esta bien y lo que está mal– contestó el castaño

–¡Pero no tienes empleo! Dime, ¿que vas a hacer sin mi? Si yo te doy todo lo que tienes, ¡yo te mantengo! ¿Que vas a buscar con esa? ¿tener mala vida acaso? ¡Por que solo eso te va a dar, una mala vida!– gritó furiosa la contraría.

–¡Puedo buscar un empleo! Puedo ver que hacer, es que yo en realidad quiero estar con ella, no me puedes hacer esto–

–Oh, y claro que puedo, soy tu madre jovencito, se ve que aún no me conoces bien–

–¿Y qué es lo que me harás? ¿Encerrarme más de lo que ya lo haces?– dijo retante.

–A mi de esas formas no me gusta que me hables Adán, y lo sabes muy bien–

–Y tu sabes que yo quiero estar con ella–

–No, es un rotundo NO. Y no pienso seguir discutiendo sobre el tema. Fin de la discusión– dijo aquella señora para luego irse de la sala.

Vivían de lujo, el esposo de la señora era un gran abogado, soñando que su hijo siguiera sus pasos. Obligado fue a seguirlos, ahora el era estudiante de Derecho. El señor casi nunca estaba en la casa y casi nunca se enteraba de lo que pasaba en ella, o lo que no le contara su esposa.

Su esposa era una señora caprichosa, qué quería que todo fuera así como ella quisiera, en un tronar de dedos quiere que todo esté listo, todo esté en orden, todo esté como ella lo quisiera.

Él, vivió rodeado de todo eso, luchando con un padre ausente en el hecho de no estar ahí en cualquier cumpleaños, no estar ahí cuando estaba triste o feliz, no estar ahí para darle un abrazo, consuelo o una plática, no estar ahí para él. Pero presente en el hecho económico.

Aquel también salió de la solitaria sala, dirigiéndose a su habitación, dónde agarró su teléfono para mandarle mensaje a su novia.

Ella no es lo que esperaba su madre de él. Al contrario de su novio, ella era de familia humilde, tenían lo necesario para sobrevivir, pero no de más para darse dichosos gustos como el contrario. No podíamos negar la belleza de ella, cabello negro, ojos claros como la miel, piel clara. Realmente bonita y la madre no podía negarlo. Pero ambos chicos sabían como era la madre de él, de ambiciosa, de codiciosa, de egoísta, de que solo le importaba el que dirán de la gente, sabía que no la aceptaría por la simple razón de; su estatus bajo.

Noche Estrellada, Así Cómo Tú Rostro || QuackityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora