Una Vida Juntos [Ichihime]

Capitulo 5: Amarillo

Esta semana no ha sido la mejor en la vida de Orihime. Una semana ha pasado desde que se enteró de la noticia de que sería madre y aún no lograba armarse de valor para decirselo a Ichigo, le preocupaba cual sería su reacción ante la noticia, cuando pensaba en ese hecho, sus manos comenzaban a temblar, su cabeza comenzaba a dolerle y le provocaban nauseas.

Esta ultima semana la salud de Orihime estuvo ligeramente peor, las ganas de orinar, nauseas, vomitos y dolor de pechos de hacian más constantes, se sentía notablemente irritada por las cosas mas simples como doblar la ropa o solo por el hecho de existir, le molestaba que cuando estaba haciendo una actividad Ichigo llegaba y la interrumpia con un beso, cosa que antes no pasaba.

"Me estoy volviendo loca", pensó un día y el hecho de que Ichigo esas semanas saliera más seguido a pelear con Hollows no lo hacía más llevadero, era conciente de que en algún momento la mentira no sería para siempre.

Hubo una ocasión en la que Ichigo tuvo que irse rapido ante un llamado que dejó su cuerpo en el piso, eso frustró tanto a Orihime ya que ella sola no podía levantarlo, trató pero eso solo hizo que la sensación de incomodidad subiera a su pecho y la desesperación provocara que las lagrimas salieran de sus ojos, optó por mejor irse a su cuarto y cerrar la puerta, ya que "Si no lo veo, no existe".

Ese día Ichigo y Orihime habían sido invitados a una cena de en casa de la familia Kurosaki, cosa que la chica hubíera tomado con muchisima alegría pero ese dia especificamente no se sentía con la motivación ni las ganas para ir, y el vertigo que sentía en ese momento no ayudaba con eso.

- Orihime ¿Estás lista? - gritó Ichigo desde la sala.

Llevaba alrededor de una media hora viendo la ropa de su closet, antes se había dado un baño para así bajar un poco su temperatura corporal, eran finales de Agosto y el calor aun estaba en su maximo esplendor.

- Si... Solo elijo que ponerme.

- De acuerdo.

Ese era el problema, no sabia que ponerse, miraba las multiples cantidades de prendas, colores, texturas y figuras, faldas, pantalones, vestidos, shorts, camisas, unas que ella se compró otras que Ichigo compró para ella pero aún no encontraba la mejor y más cómoda convinación.

- ¿Ocupas ayuda? - Orihime dió un pequeño brinco junto con un escalofrío, al sentir el aliento de Ichigo en su oido "¿Cuando llegó ahí?" Se cuestionó a si misma - ¿Que sucede Hime?.

- Nada, solo no sé que ponerme - miestras decía esa frase, su esposo pasaba sus manos por la parte de atrás de su cintura llegando a las caderas - ¿Que debería?

- Lo que tú quieras - rodeó sus manos alrededor de su torso y pusos sus labios en el cuello de Orihime, el calor del cuerpo de su marido la hacía sentir enferma, el que afuera estuviera haciendo calor no lo hacia mejor.

- Ichi... no... - sus manos poco a poco se recorrían hasta sus senos que estaban cubiertos por su bracier, el dolor de estos era molesto - Ichigo, ahora no - tomó sus manos y las alejó del par - No estoy de humor.

- ¿Qué le preocupa a mi princesa? - Ichigo retrocedió y la dejó, la ultima vez que habia sido codicioso y decidó no hacer caso a la advertencia sobre el estado de humor de Orihime terminó por el durmiendo una semana en el sillón.

- Ya te lo dije, no sé que ponerme.

- Mmm... Ponte el vestido, ya sabes, el amarillo sin mangas, se te ve muy bien - señaló a una bella prenda color amarillo canario.

- ¿Tu crees? - Sacó la prenda del closet, era de sus vestidos preferidos.

- Si, convina contigo - Orihime lo vió con confucion - Si, es amarillo, como el sol y tu eres un sol.