Capítulo 32.

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Ya había pasado un buen rato. Mamá y Gemma conversaban sobre un proyecto que a las dos les interesaba demaciado, mientras que yo símplemente miraba al fuego, frotando mis manos para agarrar calor. Mi mente se concentraba en Harry y en nuestra conversación de antes. Al parecer me había hecho caso, y estaba orgullosa de eso.

De pronto, sentí unas pisadas que provenían de la escalera, y al instante supe que se trataba de Anne.

-Con permiso.- Dije, poniéndome de pié y caminando hasta la puerta. Caminé hasta las escaleras, y ahí me encontré a Anne sentada en los últimos escalones, con la cara entre las manos. Me acerqué a ella y me senté a su lado.

-Hola.- Susurré. Ella subió su mirada y me dejó ver sus ojos rojos y mejillas mojadas.

-Hola.- Sonrió sin mostrar sus dientes y carraspeó. -Perdón por hacerlas esperar, es que...- Se quedó callada y comenzó a reirse entre lágrimas. -Perdón, perdón.

-No te preocupes.- Sobé su espalda. -Te encontraste con...

-Mi angelito.- Murmuró ella. Y ahí mi orgullo hacia Harry aumentó.

-¿Y por qué lloras?- Pregunte en un tono tierno.

-Son lágrimas de felicidad, cariño.

Me giré un poco y pude ver que en el segundo piso, tras la muralla, se asomaba una parte de las alas de Harry. Reí. Nunca había sido bueno para esconderse... Y menos con esas alas.

-Pss... Harry.- Murmuré, intentando que Anne no me escuchara. Y dudo que lo hiciera, ya que sus sollozos hacían un poco de ruido. El rizado se asomó y me sonrió.

Le hice una seña para que bajase, y él lo hizo. Anne me miró nuevamente e hizo un ademán de ponerse de pié, pero Harry se sentó entre medio de nosotras y nos rodeó con sus enormes alas.

-Estoy muy orgullosa de tí.- Le susurré al oído, para luego besar su mejilla. Él sonrió y puso su mano sobre mi pierna.

-Tenías razón.

-¿En qué?

-En que debía aparecerme frente a ella.- Sonreí.

-La has puesto muy contenta, Hazza.- Él asintió.

Luego de unos minutos, Anne dijo que debía ir a recivir a mi mamá. Las dós se quedaron conversando, mientras que Harry, Gemma y yo subíamos hasta la habitación del rizado.

[...]

-¿Quieres comer algo, ______?- Preguntó Gemma poniéndose de pié.

-Sí, porfavor.- Dije sonriéndole. Ella asintió y bajó hasta la cocina. Harry y yo permanecimos en silencio por un buen rato, hasta que yo lo rompí;

-Harry.- Dije, haciéndo que él me mirase. -¿Volverás al cielo?

El chico no contestó, hasta que tuve que palmear su brazo.

-No se.- Susurró. -Ya estás mejorándote, ¿No?

-Pues sí... Pero aún debo subir de peso. Volveré al hospital en un rato.

-Entonces no me iré hasta que estés bien de salud.

-¿Por qué?- Él me miró interrogativo. -¿Por qué te irás cuando me mejore?

-Esa es mi misión. Cuidarte hasta que te encuentres bien.

-Pero yo no quiero que te vayas.

-Siempre estaré junto a tí.- Me acarició la mejilla. -Quizás no en cuerpo, pero sí en alma.

-Entonces nunca me mejoraré.

-______, ¿Prefieres pasar el resto de tu vida en un hospital?

-Si eso implica estar contigo, entonces sí.

-No, _______.

-Sí.

-Que no. Ya tuvimos esta conversación.

-Pero igual.

-______...

-Harry, entiéndelo, jamás estaré bien si te vas.

-Pero debo hacerlo...

-No.

-Deja de ser tan inmadura.

Me quedé en silencio, esperando a que me dijera que era una broma. Pero no fué así.

Dijo aquellas palabras con tanta rabia que me llegó a dar miedo.

Lo miré, y noté como cerraba los ojos con fuerza y suspiraba.

-No lo hagas.

No quería responderle, porque estaba segura de que si lo hacía, volveríamos a discutir.

Y la última vez que discutimos, todo salió mal.

Me mordí la lengua, tragándome las palabras, y me alejé de Harry.

-______...

-No voy a decirte nada porque tu "dios" podría matar a otro de mis amigos.- Hice comillas con los dedos en la palabra dios, y la verdad es que no tenía ni idea de por qué. Quizás la rabia me estaba controlando.

-No hables así.

-Soy inmadura, ¿No? Los inmaduros hablamos así.

-No quise que te lo tomaras así...

-Pues adivina qué, Harry. ¡Ya lo hice!

-______, no...

-Cállate, ¿Si? ¡Callate un rato!- El rizado se quedó en silencio y yo me senté en el suelo, intentando aguantarme el llanto. Era el típico llanto que me atacaba cuando le gritaba así a alguien a quien yo quería.

Volví a recordar la vez que le grité a Harry cuando me contó que tenía una enfermedad terminal.

Joder, siempre recordaba ese momento cuando Harry y yo discutíamos.

Sentí un ruido atrás mió, pero no me digné a voltear.

-¿Y Harry?- Preguntó Gemma. Me volteé esta vez, y definitivamente el rizado ya no se encontraba ahí. Miré a la ventanta, por donde entraba una brisa y algunas gotitas de lluvia, y pude deducir que el chico se había ido por ahí.

Miré a Gemma quien sostenía la bandeja de comida con la confusión presente en su rostro, y suspiré con rabia.

Siempre hacía lo mismo. Siempre se escapaba de los problemas y me dejaba a mí con el cargo de ir a buscarlo.

Pero esta vez no iba a hacerlo. Me encogí de hombros y me volví a sentar en la cama de Harry, haciéndole una seña a Gemma para que se sentara a mi lado para comenzar a comer.

[...]

-Nos vemos mañana, iremos a almorzar a casa de Lorena.- Dijo mi madre mientras se colocaba su abrigo. -¿Tienes frío?- Negué. -Adiós preciosa.

-Adiós.- Susurré. Mamá me regaló una sonrisa y salió de la sala del hospital.

Yo me acosté y mantuve la vista fija en la ventana. ¿Que era de Harry? ¿Iba a volver?

Siempre que teníamos esa conversación de "Me iré cuando te mejores", discutíamos.

Solté un suspiro junto a un sollozo y me quedé dormida mientras pensaba en esos ojos verdes tan serenos como el mar.
Y en mi recientemente difunta mejor amiga.

^^^^^^^

Perdooon por demorar tanto!! Espero que les haya gustado el caaaaap😋😋

Espero sus votos y commentssss!!! Bai bai my luvs

~blanca

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2015 ⏰

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Hasta que la muerte nos separe (Harry y tu) -EDITANDO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora