TRONOS : Entre El Odio Y El Amor

Distancia

En el palacio luego de que Damián se enterara que la mujer que amaba le odiaba y planeaba matarlo, el día siguiente sus sirvientes sorprendidos por las heridas de sus manos, preguntaban qué había sucedido, pero el se negocia responder , al menos no de la forma que ellos deseaban entonces y una semana después.

_ Su majestad, ¿se encuentra bien?__ Exclamó afligido

_ Sebastián, no tengo tiempo para esto. Debo encontrar a un grupo de traficantes de esclavos y ya tuve suficiente de todas sus preguntas.

—Su majestad, entonces al menos explique por qué no vino la señorita Liz al palacio estos últimos días.

__No lo sé, Sebastiá__grito __ quizás ...

__ ¿Sucedió algo entre ustedes, señor?

El rey, dudoso en si contar la verdad o no, solo respondió  _ No, Sebastián. Realmente no lo sé, quizás esté ocupada.

_Pero señor, si le soy sincero, aún no comprendo tampoco el porqué sus manos estaban sangrando ese día y..._

Damián grito eufórico_ Ya te dije que fue un accidente__ y al calmarse se acercó a su mayordomo para  colocar su mano en su hombro _ Tranquilo, Sebastián, estoy bien y…

Fue hablar fue interrumpido por el sonar de la puerta .

_ Disculpe, su majestad, la señorita Liz está en la entrada.

Damián parecido fingió una sonrisa ya que  aún no quería verla, pero debía hacer lo posible por disimular ante sus sirvientes y la mujer que lo había traicionado de esa forma poder decidir luego que hacer, de esa forma ambos se dirigieron al encuentro con la joven.

El mayordomo con una gran sonrisa y ojos expresandos miro a la joven __ Señorita Liz, ha pasado tiempo; estábamos preocupados .

Antes de poder responder al mayordomo Liz observo a Damián y noto las vendas en sus manos.

Corrió a su lado y le tomo delicadamente para observarlo __¿Po-por qué estás lastimado?__Exclamó angustiada.

Damián miró a la mujer que tenía enfrente y contuvo las lágrimas__No es nada, fue un accidente.

__ ¿Qué accidente? Sebastián, ¿qué pasó? __Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas mientras sostenía las manos del rey.

<< ¿cómo puedes mirarme a los ojos y solo decirme mentiras?, ¿como puedes llorar tan fácilmente?, ¿realmente te preocupa mí bienestar?>>  apartó sus manos de ese modo secar las lágrimas del rostro de la joven __Estoy un poco ocupado, ¿qué tal si vamos a tomar té más tarde?__ Seco.

__ pero ...__ al levantar la mirada Liz pudo notar cierta distancia ,se mordió los labios, hizo una reverencia y se retiró.

Su sirviente confundido expreso al ver a la joven marcharse__ Su majestad, ¿no fue muy rudo con la señorita?.

Molesto miro a su sirviente y levanto la voz __¿Se comunicó en todo este tiempo con nosotros, Sebastián? No tengo tiempo para esto...

El rey volvió solo a su despacho, posó las manos en su escritorio y apretó con fuerza su pecho ante las ganas de llorar y Reprimió su tristeza para comenzar a trabajar nuevamente.

/Dos días después/

*Toc, toc*

_Adelante.

_ Ah, soy yo.

Helado, se detuvo por un momento y en ningún momento quiso levantar su mirada. _ Aún estoy un poco ocupado, puede venir más tarde.

_ ¿Hice algo malo?__ Exclamó nerviosa

El joven rey apretó sus dientes y miró a la mujer que lo había traicionado para darle   una sonrisa_ ¿Por qué crees eso?_ Se incorporó y le acarició suavemente sus mejillas. <<Por favor, deja de mirarme de esa forma. Si me ves así, quiero llorar.>> Serró sus ojos por un momento para luego sentir como los brazos de aquella que le causaba dolor lo rodeaban

__ Lo siento, si hice algo malo, realmente siento._  expreso mientras lo abrazaba.

Con el corazón roto, trató de contenerse, pero ni siquiera podía corresponder a su abrazo.

_ Ese día, yo…

Damián la tomó de sus hombros y la separó__ Tranquila, no importa, está bien._ Se dio la vuelta y se sentó en la silla para seguir trabajando.

__ dices eso pero , ni siquiera me miras__ murmuro e Impotente, Liz apretó sus puños.
Ella no podía creer que después de que intentara besarla, ahora solo la ignoraba. Realmente, su mente estaba en blanco.