Fortune Hunter | Harry Styles #Wattys2016

Capítulo 2

"La calma y el control son los mejores aliados pero llega un momento en que todo estalla"

San Diego, California

Harry Styles

Las horas pasan tan lentas como si fueran alguna especie de tortura para volverme loco. Me sentía sofocado en estas cuatro paredes de la oficina, cansado y a la vez incómodo. Mis manos no dejaban de alborotar mi cabello una y otra vez esperando que —de alguna manera— pudiera calmarme.

No podía enojarme como quería, no podía decirle lo que realmente quería porque diga lo que diga... Seguirá siendo mi padre.

—¿No piensas decir nada? —su ronca voz sacudió mis pensamientos.

Quizás ahora soy consciente de que no hay manera de calmarme. El contar del 1 al 10 no funcionaría está vez.

—No sé que decir —esquive su mirada.

La corbata alrededor de mi cuello se volvió molesta, apenas tuve tiempo para procesar su anterior pregunta y ya estaba exigiendo una respuesta.

—Pronto tomaras mi lugar como CEO en esta empresa, pero las personas siguen pensando que tu condición es... —levanté una ceja, curisoso por lo que quiso decir —Necesitas una novia —finalizó.

Allí estaba "su" problema.

Mi capacidad para dirigir los negocios era extraordinaria —al menos eso me decían— pero mi última "citas a ciegas" fue un completo fracaso y eso tenía frustrado a mi padre.

"¿Y eso que le importa? ¡Ésta es mi vida!"

—No creo que sea el momento para pensar en eso —respondí cortante.

La mirada de mi padre se endureció, no está contento con mi respuesta. No me importan los rumores que corren sobre mí; sin embargo, odio que me presionen con este tema.

—No aceptas las citas a ciegas, no dejas que te presente a la hija de un socio —gruño haciendo que las arrugas en su rostro se remarquen—. ¿Qué es lo que quieres? —se puso de pie fulminándome con la mirada.

Quiero salir de aquí.

Mi respiración sale pesada de mis labios, mi vista se fija en mi padre. Al igual que yo, él estaba harto de lidiar con este tema.

—Quiero mi espacio, decidir mi propia vida... ¿Es mucho pedir? —esto era inaudito—. Siempre respete y seguí tus decisiones, ¿no te basta?

Aspire el aire caliente de la habitación, ni siquiera el aire acondicionado es capaz de aligerar la temperatura de la atmósfera.

Desde pequeño siempre trate de ser el hijo ideal, ser el mejor en todo, aun si eso significaba dejar de lado las cosas que me gustaban, y todo porque creía que se lo debía por sacarme del orfanato. Jamás ambicione nada por culpa suya, y lo único que quería era elegir con quien me casaría.

"¿Por qué es tan injusto? Acaso... ¿No le importo?"

—Me lo debes —sentenció sin emoción alguna, sus palabras carecían de significado.

Siempre he creído que me vio como una marioneta. Ni una vez pensó en mí como su hijo, era decepcionante, pero dolía más saber que mis esfuerzos fueron en vano.

—No puedo, no estoy listo —fruncí el ceño.

Mis manos jugueteaban entre sí tratando de apaciguar mi enojo. Estoy deseando que esto acabe pronto.

—En unos días cumples 23 ¿Siquiera tienes planes de casarte? —el ambiente se ha vuelto aún más insoportable. Este ya es un tema que sobrepasa mis límites.