Capítulo 6

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"El desarrollo de la compasión y comprensión hacia otros nos traer la tranquilidad que buscamos"

Houston, Texas.

April

Apretuje con fuerza el sobre que traía conmigo mientras me recostaba sobre mi cómodo asiento.

Mirar las nubes a través de las ventanas del avión no me parece una actividad muy entretenida, sin embargo disfrutaba de la tanquilidad que nos rodeaba en aquel avión, lamentablemente aquella calma solo duro 15 minutos. El niño que estaba sentado a un lado de mi asiento no parecía conocer el significado de "silencio".

- Miren cuantas nubes - su voz chillona estaba llena de emoción mientras se asomaba al lado de mi ventana, deberia tener alrededor de 5 a 6 años.

Su madre trataba de calmarlo pero parecia inutil. Me coloque los auriculares, no puedo seguir soportando la voz chillona del pequeño niño así que un poco de música no estaría mal ya que después de todo faltan varias horas de vuelo para llegar a mi destino.

Es curioso que mientras miro las nubes recuerde lo que paso en aquella oficina con Madame, las cosas no salieron como me lo imagine, quizás sólo me deje llevar por las palabras de Claire ya que Madame Elvira no reaccionó como espere.

[...]

- Mi hijo es un bruto cuando bebe demasiado, sé que debo detenerlo pero... Sigue siendo mi hijo - suspiro pesadamente, apoyo sus manos sobre su escritorio sin siquiera verme.

Ella era consciente del monstruo que tiene por hijo pero no hace nada al respecto, eso era lo único que me molestaba. Me acomodé sobre uno de los muebles que habían en aquel despacho, Madame no tardo en acercase a mí y sentarse en otro de los muebles.

- Sé que es difícil pero... Debe hablar con él - hable con serenidad. Sé que es un tema de madre e hijo y que quizás no sea de mi incumbencia pero debo tratar de cuidar mi seguridad y el de las demás chicas.

Mis manos jugueteaban entre sí esperando el duro regaño que tendría. Madame puede parecer una persona agradable pero todas nosotras sabemos que no lo es.

- Sabes... A veces es imposible controlarlo todo, una delicada flor se marchitaria con el viento - sus palabras carecían de sentido, ni siquiera entiendo lo que trata de decir - Po eso debo mantener mi imagen, es muy difícil, pero debo aparentar ser dura con los demás para poder mantener un orden y un control - explicó - Sin embargo eso no significa que seamos amigas.

No sé sí era posible que todo lo que escuche sobre aquella mujer fuera cierto, pero por esos instantes quise creerle aunque sólo dijera mentiras.

- Lo entiendo pero...

- Sé que saliste April - su mirada se torno seria al mencionar mi nombre - Pero haré de cuenta que no lo sé... Ya que entiendo el motivo, sólo pido que olvides el mal momento así como yo olvidare tu quebrantacion de las reglas - dicho eso se puso de pie y camino hacia su escritorio.

Mis manos se hicieron puños, me pareció muy fría al decir esas palabaras. Ella me pedía olvidar que su hijo... Casi se aprovecha de mí.

"Esto era... Imperdonable"

Sin embargo tuve que calmar mi enojo y tragarme el orgullo, no podia explotar en rabia delante de ella porque aunque la idea no me guste... Aquello también me beneficiaba.

Me puse de pie, claramente escuche lo tenía que decirme así que no hay más motivos para permenecer allí y seguir... Humillándome.

- Espera April, quería darte esto - rebusco entre sus cajones para luego entregarme un sobre de papel crema - Puede que lo necesites - sonrio, su mirada no me inspiraba confianza, en lo absoluto.

Entre a mi habitación cerrando la puerta con frustracion, lancé las almohadas de mi cama, luego mire el sobre... Mis manos temblaban pero de igual modo lo lancé junto con las almohadas.

Me deje caer recostada sobre una de las paredes. Me sentía humillada por su indiferencia y rabia por su proposición de olvidar.

No puedo creer que ella piense que no tengo dignidad, lo unico que hice fue defenderme y alejarme de lo que quizo hacerme daño... No podia soportar sus asquerosa presencia aún si era el hijo de Madame, pero ella... No lo entendia.

Mire una vez más el sobre que yacia sobre el suelo en la otra esquina de la habitación, aunque no quiera abrirlo la curiosidad seguía latente en mi sistema... Y era algo que no podia evitar. Aquel pequeño sobre guardaba algo desconocido para mí, podría ser algo bueno como también mi perdición.

No entendí lo que quiso decir con "necesitar" pero sí abro el sobre es posible que sea más claro. Me levanté del suelo y recogí el sobre, mis manos dudaron en levantar o no el ojaliyo.

"Quizás es... Otra misión"

Aquella idea me hizo sentir más aliviada pero aún no estaba segura. Me acomodé de nuevo en el suelo antes de dejar caer el contenido del sobre.

"Hojas, tarjetas y.... ¿Un ticket de US Airways?"

Los papeles se arrugaron entre mis manos. La realidad no era tan mala pero sin duda no era lo que me esperaba; también estaba ese ticket de avión con destino incluido.

- Lauren Green - leí, aquel ticket está a ese nombre.

La primera hoja decía: "Tomate unas vacaciones April, las necesitas. Sé que has pasado por mucho así que quiero que te relajes. Me temo que tendrás que ocultar tu identidad, por eso me adelante e hice tu pasaporte y otros documentos con el nombre de Lauren Green. Diviertete"

Madame Elvira era una mujer de pocas palabras, tan fría y calculadora como ninguna otra persona. Ahora sé que sólo finjio simpatía está mañana, ella era un monstruo al igual que su hijo.

En la segunda hoja explicaba a donde iría y el efectivo que tendría, las tarjetas y otras cosas. Aunque sea de está manera... Iré de vacaciones, no planeó seguir reprimida aquí.

[...]

Eso explicaba mi estancia en este avión. Aquel sobre, que justo ahora, sigo apretujando fue mi boleto de salida.

Disfrutare de todo lo que pueda al igual que las tarjetas, las gastare sin sentir ningún remordimiento.

No entiendo los motivo de Madame para alejarme tanto de la mansión pero en cualquier caso es mejor disfrutar de libertad que ser un ave enjaulada.

- Mamá... Quiero uno de estos... - sentí como jalaron el lado derecho de mi auricular.

El pequeño mocoso volvió a molestar, seguía tan inquieto como cuando despego el avión.

- Dylan, hijo... - suspiro su madre - Cuando lleguemos te comprare uno igual - la mujer trato de calmarlo, otra vez, pero admitamoslo, a su edad era normal su hiperactividad.

- No, yo los quiero ahora - termino por sacar mis auriculares, no obstante, los cogí antes de que cayeran al suelo.

- Oh, realmente lo siento mucho señorita - se disculpo la madre. La examiné por unos instantes mientras me acomodaba en mi asiento, la señora era joven de unos 28 años quizás, y al parecer el pequeño Dylan era su primer hijo.

Suspire regulando mi enojo, acepte sus disculpas y me volví a colocar los auriculares, no sin antes echarle una mirada seria al niño.

Él comenzó a llorar al darse cuenta de que no se quedaría con mis auriculares. Sonrei complicidad por unos minutos; sin embargo, me ví obligada a subir el volumen de la música que escuchaba para evitar los lloriqueos de aquel infante. Estas serían, sin duda, las horas de vuelo más torturantes que he tenido...

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N/A: April en el multimedia

Saludos...

Araceli  


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