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Habían pasado un par de meses y que no había pasado en ese transcurso. Lo que un vez fue un pandilla, ahora era un mafia ¿genial no? Pues no, par mí se volvió más tortuoso el hecho que ya no podía salir a ningún lado sin guardaespaldas, y para el colmo Manjiro todo la sabia decisión de poner a Ran como mi protector, para mí esto era una mierda, no soporto a Ran y menos convivir día a día con sus malos coqueteos porque no estoy enamorada de él. No es mi tipo.

Creo que ya no le tengo fé al amor desde que mi ex novio le hizo caso a Ran de dejarme, sé que Ran lo amenazó pero no me dijo nada a mí sobre el tema y eso me enfureció más. Lo odio.

Suspiro con algo de cansancio y me recuesto en el asiento trasero, Ran iba manejando hacía el centro comercial por que quería comprarme ropa y como mi protector tenía que estar pegado a mí como chicle las 24 horas del día. Ya hasta Manjiro supone que somos novios.

Minutos después el auto se detuvo, iba a salir de primero, pero como era evidente Ran lo hizo y me abrió la puerta, rodé los ojos y salí. El lugar estaba vacío, por lo que era obvio que Manjiro alquiló el centro comercial para mí. Me adentre a lugar y fui de tienda en tienda comprando lo necesario y cuando era hora de almorzar fuimos a un McDonald.

-¿Segura que con eso te llenas, Mazzy? - preguntó mirando mis nuggets y solo asentí.

-Para mí es más que suficiente... ¿Por qué tendría que comer más? - me cruce de brazos y él se encogió de hombros-. Ya ni tú sabes lo que dices.

-Maybe, pero de igual forma me gustas linda. - sonrió y bebió de su Coca-Cola.

Rodé los ojos y tomé un nuggets para luego mirar a mis al rededores y suspirar. La soledad del lugar me causaba ansiedad.

-Creo que no era necesario alquilar todo el centro comercial. - exprese con frustración y Ran negó.

-Créeme que si era necesario, Bonten tiene enemigos y tú eres una joya que no pueden lastimar ni romper... Yo me aseguraré de eso.

Reí por su comentario y negué. Luego de unos minutos ambos nos levantamos para ya irnos a casa MI departamento. Todo era tranquilo ya que era de noche, pero esa tranquilidad se fue al caño cuando a penas ambos salimos del centro comercial empezó un tiroteo masivo. Ran tomó mi cabeza y la agachó de inmediato, indicándome que caminaramos agachados hasta el auto, pero antes que llegáramos a este algo explotó debajo de él. No sabía que hacer, empecé a llorar desconsoladamente por el temor y adrenalina del momento, Ran me protegía con su cuerpo mientras ambos estábamos tratando de cubrirnos en un auto, lo vi sacar su arma y empezar a disparar.

Tape mis oídos y seguí llorando en silencio desesperada, no tenía la noción del tiempo, pero solo sentí que caí inconsciente al casi no poder respirar.

Desperté en una habitación desconocida, mi cabeza daba vueltas y mi visión estaba distorsionada por el mareo que sentía, me quejé y volví a cerrar mis ojos hasta calmar un poco mi cabeza. No recordaba mucho de lo sucedido, solo el haberme tapado los oídos, llorar como niña y caer inconsciente en algún momento, pero después de ahí nada, estaba en una habitación extraña y capaz estaba secuestrada. Ante ese pensamiento me levanté de golpe y me dirigí hacía la puerta, al intentar abrirla alguien ya lo había hecho por mí, y ese alguien era Rindou Haitani.

Lo mire con algo de confusión y él sonrió apenado.

-Veo que ya te encuentras mejor... ¿Algún mareo, ó algo por el estilo? - preguntó. Negué y solo desvíe la mirada.

-¿Qué a sucedido? - pregunté. Note a Rindou dudar y luego suspiro con cansancio, indicándome qué fuera con él a otra habitación. Al parecer este departamento era de ambos, aunque tenían sus departamentos personales, lo pasaban juntos aquí todo el tiempo.

LOST IN THE FIRE | 𝑹𝒂𝒏 𝑯𝒂𝒊𝒕𝒂𝒏𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora