(10 años atrás)
MAISIE-Estaba aburrida, siempre que asistía a las reuniones de la pandilla de Manjiro lo estaba, y aunque quisiera no venir Manjiro lo impedía, pues para él soy su única familia y al tener muchos enemigos podrían hacerme daño a mí, su hermana gemela, la menor entre los dos. Suspiro resignada y miro mi celular con aburrimiento, pues no había recibido ningún mensaje de mi novio Ryosuke en todo el día, tenía un mal presentimiento.
Manjiro seguía en su charla, yo por otro lado quise levantarme, pero Manjiro lo impidió, lo mire con algo de malestar.
-¿A dónde crees que vas, Mai? - pregunta, su voz es fría, como siempre. Me dió un pequeño escalofrío.
Trague saliva y apreté mi celular en mi mano, sentía la mirada de los demás en mí, aunque desde hace un rato atrás, Ran Haitani me observaba con diversión y eso no me daba buena espina.
-Necesito hacer una llamada... ¿Aunque sea puedo hacer la llamada fuera de esta habitación? - lo miré con súplica, pues era obvio que no me dejaría, pero vaya mi sorpresa al verlo asentir y seguir con la reunión.
Salí de la sala y cerré la puerta para poder llamar a Ryusuke, varias veces lo intenté, pero decía que su celular estaba apagado,e estaba preocupando, los mensajes no le llegaban en absoluto, y no es por mi mala señal, simplemente no le llegaban a él.Empecé a dar vueltas alrededor del pasillo, con la fé qué pudiera contestar. En cuanto vi la salida pensé en ir a buscarlo, caminé hacía ella y antes que pudiera abrir la puerta Ran Haitani me detuvo. Maldito.
-Eso no cariño, Manjiro se molestará si su linda hermana sale de este lugar. - dice cerca de mi oído, logrando darme un escalofrío en la zona de mi cuello.
Aún seguía sostenido la manilla de la puerta, pues no me rendiría, apenas la gire Ran puso su mano sobre la mía, causando que le diera una mala mirada.
-¿Qué creés qué haces, Haitani? - lo miré molesta, causando qué solo soltara una carcajada.
-Nada, solo impido qué la princesa sea regañada y encarcelada en un castillo más grande. Debes de ser más agradecida linda.
Quitó su mano de la mía y se cruzó de brazos, lo observo con una mueca de disgusto y miró mi celular, eran las 10 de la noche, estaba algo agotada y enojada con Ryusuke, en cuanto lo vea le daré un buen sermón por dejarme preocupada todo el día.
-Si que tus cuentos de hadas dan pena ajena. Esto es ridículo. - bufe y me senté en una esquina, apoyando mi cabeza en la pared. Ran Haitani hizo lo mismo a mi lado.
-¿Ridículo? Puff, no, admite que eres una princesa que necesita a alguien que la salve de su torre. - se acercó a mí hasta tal punto de invadir mi espacio personal.
Me aparté de inmediato, este tipo me estaba incomodando. Sé cuales son sus intenciones, no soy ingenua, después de todo, Ran es un hombre codiciado, agregando que es un mujeriego y no es mi tipo.
-No, no necesito que nadie me salve, no soy una niñita débil idiota. - me levanto de mi lugar y me acerco a la puerta dispuesta a abrirla.
-Hey, hey, tú no puedes salir de este lugar. - se apoyó en la puerta, impidiendo qué la abriera. Me estaba fastidiando.
-Saldré, tengo algo importante que hacer, quítate. - exprese con la poca paciencia que me quedaba, estaba harta.
-No, no me quitaré, a menos que me dejes ir contigo.
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LOST IN THE FIRE | 𝑹𝒂𝒏 𝑯𝒂𝒊𝒕𝒂𝒏𝒊
Fanfiction"Estoy cansado de estar solo en casa, solía tener una chica al día, pero quiero que te quedes..." Ran era conocido como un hombre mujeriego desde sus años de juventud, pero nunca pensó que esa faceta acabaría por enamorarse perdidamente de la herman...